sábado, 30 de julio de 2016

ESPACIO


RINCON DEL TIBET


el dispensador dice:
no sabía por cual escalera subir,
no sabía por cual escalera bajar,
no sabía qué pasadizo tomar,
no sabía qué dirección tomar,
todo parecía ser semejante,
y de tan semejante... igual...

pensé que me costaría escalar,
pensé que me costaría respirar,
sentía mi corazón latir,
sentía que había alguien que estaba por detrás,
algo me empujaba a andar,
sin detenerme a concienciar...
cuando estás en el lugar indicado,
los efluvios te pueden envolver,
y el karma hacer de la magia una mística que te ha de llevar...


miré el reloj de un campanario,
mientras éste se movía,
el tiempo se había detenido,
sin embargo al pasar un monje por mi costado,
me dijo: cuidado... el reloj no indica que aquí... el tiempo ya se ha doblado...
reparé que el reloj sí se movía,
pero en sentido contrario...
por ende quien allí estaba,
se despegaba de lo que había pasado...
sonreí al descubrir sencillamente,
que te ata sólo aquello que quieras te mantenga atado...
no hay como los pies libres,
no hay como los pies descalzos...


te aclaro que nunca me pregunté,
ni tampoco me ha interesado,
llegar a saber por qué... 
había un motivo para haber llegado,
supe sentirme tan bien,
que descubrí que ya había estado,
todo me resultaba familiar,
desde el monje que había cruzado,
hasta el aire respirado,
cuando la memoria del karma está intacta,
el presente captura al futuro,
haciendo un paralelo con el pasado,
donde las geometrías se componen,
de fractales de distintos espacios...

al mirar hacia el cielo raro,
vi que los planetas estaban alineados...
las conjunciones suelen producirse,
cuando algo debe ser iluminado,
y debes agradecer haber sido elegido,
para estar allí en un momento dado,
que no podrá repetirse,
porque de eso se tratan los planos...
las realidades se superponen,
cuando los cuernos, además de ser tibetanos,
están al unísono sonando...
allí sientes que hay algo más,
que los muros de Jericó haciéndose a un lado...

volví a cruzarme con el monje,
justo cuando venía bajando,
me dijo que nada es como parece,
cuando se mira desde el lado sesgado,
sonreí como quien entiende,
que por donde pasas... tu sombra te deja sellado...
así es que me sentí satisfecho,
de que desde la eternidad me hubiesen convocado,
a veces no es necesario conocer los motivos,
mucho menos razonarlos,
la flor que no debes cortar,
debe permanecer en su tallo...

me he sentido como en mi propia alma,
estando fuera del palacio,
he descubierto que cada espíritu,
se caracteriza por su espacio...
me postré y besé el suelo,
y eché un sentimiento hacia el aire que estaba soplando,
la huella que estaba impresa,
tenía una estela colgando,
me sentí viajero de estrellas,
del universo de al lado...
he agradecido la gracia,
de la bendición que me ha tocado...
¿me preguntas por los motivos,
que justo allí me llevaron?,
disculpa si no te lo cuento,
la razón suprema debe permanecer a resguardo.
JULIO 30, 2016.-

si algo te ata...
es que eres su esclavo.

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