el dispensador dice: el dharma te acompaña desde antes de nacer y hasta después de morir... porque él (dharma) refleja tu motivo, aquel que da sentido a tu ombligo... en realidad, dharma no tiene traducción a ningún idioma, porque pertenece al ámbito de las esencias idiomáticas sánscritas, donde las palabras tienen significados diferentes según los contextos en los cuales son pronunciadas... puede entenderse como realidad... puede entenderse como propósito... pero en verdad, sintoniza como el motivo que da sentido al don concedido y al talento que debe ser ejercitado para traducir el ángulo de luz contenido en el espíritu... puede entonces entenderse al "dharma" como la llave protectora de las ecuaciones propias de los tiempos respirables, ya que el dharma se produce sólo cuando el alma transcurre un tiempo, tiempos, o la mitad de un tiempo, o todos ellos en conjunto... siendo que no hay dharma por fuera del tiempo, aunque sí lo hay dentro de la luz... una paradoja que es necesario despejar ascendiendo en la escala de la propia esencia-fuente, cuyos escalones no pueden ser sorteados ni salteados... el dharma, entonces, puede reflejar los estados del aura... puede ser espejo de la humildad, del silencio, de la lealtad con uno mismo, de la honestidad respecto de las convicciones, y/o de los principios motores de cada destino... por consiguiente, el no asumir las gracias del dharma conducirá al conflicto del dogma ajeno como resultante del pensamiento copiado para "vivir el propio destino", evitando la voluntad del querer ser y estar, evitando el esfuerzo de deber ser y estar...
el dharma conduce a la pureza, siempre que sea entendido como una escala-pentagrama... escala porque pertenece al alma y sus ámbitos... pentagrama porque guarda la esencia de la propia música de las esferas que suenan en los ciclos que son inherentes a cada espíritu y sólo a ellos... existiendo tantas músicas de las esferas como existencias hay... asumiendo que una esfera gira de derecha a izquierda y otra lo hace en sentido contrario, de izquierda a derecha, produciendo una música cósmica y/o celestial que son características de cada karma... el dharma, una vez más, es la sintonía de las razones celestiales con las temporales... no puedes dar y comprender el valor de dar, si sólo recibes... no puedes sumar o multiplicar si la vida se sustenta en la resta y la división... no puedes ser tú mismo si no agregas valor a tu voluntad... no puedes despegarte del "yo" denso si no apelas a tu propio esfuerzo... no puedes comprender el huerto si no lo siembras con tus propias manos... no puedes trascender el dolor y si vives atado a la excusa de su necesidad justificante... dharma y karma se hilvanan en un mismo ovillo, un ovillo que te pertenece desde la eternidad y hacia ella misma...
Carmen Sedemiuqse Esquimedes
el dharma tiene cuatro ángulos fundamentales: insatisfacción, consecuencia del vacío que producen los miedos y las dudas... aspectos que impiden divisar las estancias de la felicidad... luego, descontento, cuanto más te aferres a "algo" o a "alguien" más te pesará tu propia vida, tu propio destino, tu propio karma, porque aferrarse alimenta el ego hasta convertirlo en un sólido paralizante... más tarde, sufrimiento, todo aquello que al no ser comprendido produce dolor y contradicción de sentidos y sentimientos, algo que se traduce por la inmovilidad "móvil", esto es creer que se vive, cuando sólo se está sobreviviendo a la propia confusión... finalmente, el óctuple camino que libera al espíritu de sus cadenas... donde el alma deja de poseer y se libera para crecer prescindente de ataduras... en ello hay un camino del medio que contiene ocho sendas inevitables...
la primera de las sendas descubre la comprensión de las cosas según su valor intrínseco respecto del propio ser... de la propia esencia...
la segunda de las sendas habilita a hallar el pensamiento correcto que conduce a desentrañar la circunstancia (cada una de ellas) y sacarla de contexto para entender qué contiene, qué proporciona, qué desagrega...
la tercera de las sendas es la que permite decir lo necesario evitando pronunciar lo innecesario... atendiendo a que las palabras tienen peso, masa y geometría...
la cuarta de las sendas abre la puerta del momento de la vida donde el ser y el estar se traducen en participar cuando se puede y se debe y no hacerlo cuando no se puede y no se debe, aprendiendo las diferencias... por lo pronto no se puede ser si cuando se da, se espera la retribución a cambio de lo dado... la retribución es candado o cadena, dependiendo del tramo que se transita...
la quinta de las sendas es el foco de lo simple y lo sencillo, jamás alejarse del don, y jamás hacer del talento un negocio...
la sexta de las sendas es hacer el bien, siempre y a pesar de todo...
la séptima de las sendas jamás declinar la atención...
la octava de las sendas es ejercer la voluntad y el esfuerzo a pesar de todo lo contrario...
el camino del medio y sus ochos sendas conducen a la paz interior, único lugar donde la misma (paz) puede ser encontrada... para lo cual, antes debes encontrarte contigo mismo, reconocerte, y abrazarte para una vida de comunión... así como los motivos del dharma son inapelables, los motivos del karma se impregnan en el dharma cada vez que llegas y se hacen esencia cada vez que te vas...
jamás vayas tras lo que buscas. MARZO 30, 2017.-
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