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Santa Coloma (Baradero)
el dispensador dice: ¿sabes?... he descubierto que el tren pasa todo el tiempo... no porque haya continuidad... no porque se suceda uno tras otro... sino porque el último vagón queda por la eternidad que deviene, al tiempo que el primero de ellos ya está en la eternidad que no llega... ¿y la locomotora?, este tren no lleva maquinaria de arrastre, no lo necesita... es empujado por una energía que se traduce simultáneamente en vida o en espíritu, en voluntad y en esfuerzo, en la FE por lo que puede ser y en la otra FE no defraudada por lo que finalmente fue, a pesar de no haber sido... parece confuso, no lo es... es que la vía tiene aristas como derivas, y ése tren "sin fin" guarda momentos para cada destino, momentos que son únicos, momentos que conllevan sus preguntas y momentos que se esfumarán sin que se obtengan respuestas de índole alguna... ¿sabes?, hace rato que te vengo pensando...
¿hacia dónde viaja?... hacia mi humanismo necesario, ése que solo yo conozco, porque es el único que afina con mis sentimientos... con mis convicciones... con esa extraña satisfacción de saberme fiel a mi mismo... se trata de una estación lejana, que amerita una travesía que te va llenando el alma a medida que cursa... sientes paz porque es inherente a tu esencia, entonces demanda que te alejes de todo aquello que te produzca daño, te hiera la fibra espiritual, porque nadie es merecedor del daño ajeno... ya que así como no puedes dimensionar el dolor del prójimo, el próximo tampoco puede hacerlo con el tuyo, aún cuando sienta algo parecido... podría decirte que el dolor íntimo es tan único como el daño que otros intentan producirte para sacarte provecho o ventaja... por eso, voy hacia el humanismo necesario, donde me sienta reflejado con aquello que creo de la humanidad como signo de valor... tenga en cuenta que sin calidad humana, la condición humana deriva hacia los extremos y en ellos se consume... se consume en la mezquindad como lo hace en la miseria, entonces al carecer de calidad humana, la condición humana no es más que una utopía inalcanzable que convertida en hoguera consume las vanidades y los cinismos que se portan... ¿sabe?, necesito tomar distancia de la gente que vive en la dualidad de sus conveniencias... si a dicha gente usted le sirve, entonces lo utilizarán exprimiéndolo hasta secarlo... si a dicha gente usted no le sirve, será descartado para que no le ocupe espacio en sus intereses, creando trampas apropiadas para capturar a otros útiles a sus vacíos de espíritu...
como ve, viajo en el vagón que se aproxima...
sin embargo, seguramente usted ve una estación que parece vacía... no se confunda... cada estación guarda su realidad...
¿cómo es eso?...
usted ve un andén y una vía... usted ve una estación vacía... pero en realidad hay tantos andenes como personas aguardando su vagón... porque hay tantos vagones como personas hay esperando en el andén... siendo que hay tantas vías como trenes y vagones hay para cada destino... sin embargo, la eternidad es una sola... la eternidad es la fuente de la cual se proviene... como individuo y como conjunto, como tribu, digamos... y la eternidad es el destino hacia el cual se dirige cada quién buscando el hilo de su karma... esa memoria distintiva que nos hace diferentes ante la idea que cada uno de nosotros ha forjado del sí mismo...
de hecho, si usted no tiene idea su viaje no tiene destino... idea de sí mismo, digo... usted cree subir en la estación donde lo alumbran, pero en verdad ya viene viajando desde vaya a saber cuándo... sucede que se le borra la memoria de su karma apenas despunta la niñez y comienza a estar solo con su propia nada... sucede que usted cree que vive, pero en verdad la vida es una tren que lo va atravesando segundo a segundo exponiéndolo a experiencias de las que se nutre, se aprende, o se niegan y se marchitan... usted permanece en el ánden hasta que la idea del sí mismo lo empuja y lo coloca sobre su vagón, su vagón porque no es compartido, o si lo es... lo será hasta que las circunstancias lo ameriten y usted se encuentre nuevamente solo con usted mismo... mirando a través de una ventanilla que supone movimiento... cuando usted se queda solo toma consciencia del valor del humanismo de aquel que lo acompañó durante un lapso... ¿fue amistad?, ¿fue amor?, ¿fue conveniencia?, ¿fue interés?... usted siempre lo descifra en la estación que sigue... el que se baja era porque no pertenecía al vagón en el que usted viaja... mientras que quien se queda, guardará un motivo suficiente para acompañarlo durante un tramo de su viaje, hasta que su propio viaje lo quite del paisaje... parece rudo pero no lo es... parece complejo pero tampoco lo es...
¿es largo su viaje?...
cualquier viaje es largo por no tiene principio así como no tiene fin... de allí la eternidad... usted toma entidad viniendo desde la eternidad para luego fundirse en ella... dicho de otra forma, si usted no está en su propia memoria, no hay recuerdo...
¿ve la estación?, parece vacía... pero está repleta de gentes buscando sus destinos... siguiendo sus ideas... persiguiendo sus esperanzas...
¿cuál es su esperanza?... pues ser mi propia idea... si careciera de idea, no habría esperanza... y mi esencia es la esperanza de ser yo mismo antes que llegue mi mañana necesario, porque nadie sabe cuando le caduca el tiempo, o bien, nadie sabe cuándo el tren lo obliga a descender para dejar espacios a otros que vienen llegando para sus propios viajes...
como ve, aún viajando hay gentes que no encuentran ni su vagón ni su propia vía... están disconformes con lo que les toca, siendo que aquello que les toca viene impulsado por la propia idea que tienen de ellos mismos... esas personas viven colocando culpas en espaldas ajenas, para inmediatamente sentirse satisfechos por el daño concebido, pero frustrados porque la satisfacción les dura poco, porque necesitan más...
acaso, ve la bruma, el molino y caballo pastando en la pradera...?... ellos también están viajando... la bruma se mueve junto con el tiempo que la sustenta... el molino es el punto de referencia de inmovilidad de la idea que no ha sido considerada... los árboles son los testigos de la voluntad sometida a la desidia del lado mezquino y el caballo, así como lo ve, es el testimonio inapelable de todo aquello que no debió decirse y a pesar de ello fue pronunciado, así como es el testimonio inapelable de todo aquello que debió pronunciarse y jamás tomó estado de sonido...
¿hay mucha gente en su vagón?... sólo la que sintoniza en los afectos... sólo la que comulga en la misma frecuencia de confianza... compartimos el vagón con la alegría de sabernos "pensados" por el otro... al tiempo que nos sentimos regocijados pensando en todos y cada uno de ellos... porque de eso se trata este viaje... fíjese que no necesitamos andar abundando en palabras, ya que a todos nos sobran silencios que se definen por nuestras miradas... ¿para qué decir aquello que no hace falta?... aquí lo que vale es el sentimiento que se expresa, ése que traduce lo que emana de la propia fuente... usted no viaja para beber de la fuente ajena... usted viaja para saber que hay otras fuentes que nutren la dirección que se tiene hacia la eternidad que nos aguarda...
todos somos viajeros...
todos somos pasajeros...
todos venimos desde algún ángulo de la eternidad incierta...
todos vamos hacia a algún lugar de la inmensa geometría de la eternidad inesperada...
si usted no porta fuente, se seca... se le seca el alma... se le marchita el espíritu...
si mira con detenimiento, cada vía guarda un sentido, y dicho sentido es aquel que lo lleva hacia su propio destino...
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Amanecer en Lincoln (BsAs) — con Cristian Cigliutti.
¿sabe?, percibo un bullicio que supongo viene del andén de la estación vacía... aparentemente vacía... pero nadie ve a su prójimo, porque de eso se trata la ilusión de lo probable versus la duda de lo posible... es un juego matemático que va colocando a cada quien en el escenario que le toca... y de pronto, usted que venía creyéndose solo, se ve rodeado de sonrisas y abrazos de otros que comparten su circunstancia... parece cuestión de tiempo, pero en realidad se trata de un motivo común por el viaje hacia el destino que se lleva...
¿ve la vía?... sí la veo...
pues bien, la vía lleva sentido de eternidad y está en permanente movimiento... el tren está vibrando mediante energías que le confieren sentido de dirección... puede que usted vaya o puede que usted venga... los vagones son individuales compartidos con las sintonías espirituales y por ellas... ya que nadie sueña lo que usted sueña... nadie come lo que usted come... nadie ve lo que sus ojos ven... pero sobre todo, nadie dimensiona los hechos más allá de su propia alma, porque en ella reside el factor karma y la memoria que reside en él (karma)...
¡qué hermoso paisaje el de las pinturas!...
no, no son pinturas... son la idea que traemos de lo que queremos ver mientras somos... es el paisaje que rodea a nuestras vías, coincidiendo con el paisaje contiguo con nuestras vidas... a veces nos sobra bosque y a veces nos falta árbol... a veces nos sobra árbol pero nos falta bosque...
a veces nos sobra bosque y a veces nos falta árbol... a veces nos sobra árbol pero nos falta bosque... usted, ¿ya se baja?... sí, en alguna de las estaciones que vienen... no sé en cuál ni me afecta... lo bueno de viajar es la incertidumbre ante lo que sigue... y, disculpe, ¿los que se quedan, qué?... no sé, cuando me baje seré parte de mi memoria tanto como de mi recuerdo. AGOSTO 21, 2017.-
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Gobernador Andonaegui (Exaltación de la Cruz) — con Antonelalamorocha Riquelme, Antonela Riquelme y Hugo Maceiras
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