EL DISPENSADOR: 76 está directamente relacionado con la esencia del phi en el MUNDO DE LAS IDEAS de la cultura egipcia. Define el PERFIL de aquel que disemina los pensamientos necesarios para formar cultura, para crear, para imaginar, para desarrollar, para transformar y dar sentido a las FUENTES.
sábado, 25 de enero de 2025
Dick o la tristeza del sexo Kiko Amat La novela más bestial, conmovedora e hilarante que se ha escrito sobre el despertar sexual de un adolescente.
https://www.anagrama-ed.es/libro/narrativas-hispanicas/dick-o-la-tristeza-del-sexo/9788433929549/NH_755
Con motivo de la publicación de Dick o la tristeza del sexo, de Kiko Amat, hemos invitado al autor a que participe en nuestra newsletter para que nos cuente las circunstancias en las que escribió su novela, así como también algunas de las referencias que le sirvieron de inspiración en su proceso de creación.
Sin más preámbulos, os dejamos con él:
En febrero del año 2022, a rebufo de mi último libro, Revancha, empecé a escribir una novela criminal-proletaria ambientada en el Baix Llobregat. En ella aparecía un sicario aquejado de alopecia nerviosa y epífora (o lagrimeo copioso), y un pasado que incluía una madre «impropia» y trauma pubescente. Al poco tiempo de incorporarlo vi que su relato era más grato de escribir, y tenía más potencial que la trama central, por lo que decidí cambiar de rumbo y empezar un nuevo proyecto, basado en parte en los nuevos supuestos.
En agosto del mismo año empecé la obra, bautizada tentativamente como Semen (una novela). En el título y las primeras notas se perfilaban algunas nociones que conducirían a Dick: el padre, académico pomposo; la madre, exmodelo ensimismada; el padrino alopécico de ojos llorosos; los abuelos de la mercería; el «cambio» hormonal; la operación de hernia; y el quinceañero Franki Prats en el vórtice de todo ello.
Probé con varios estilos y formatos antes de decidirme por el definitivo. Flirteé con una voz confesional en primera persona que no acababa de funcionar. Tampoco me gustaba que el destino de Franki fuese un crimen sexual, al estilo Jeffrey Dahmer, ni que la historia se desarrollase en un pueblo… ¿alemán? (no pregunten).
Hacia el sexto borrador la trama se espesó con nuevos elementos: Bruno Berniola, alias el sexperto, y su hermana; el Tratado de psicopatía sexual del Dr. Viktor Scholtz-Klink; Montse Morales, La Loca de los Gatos; la imaginería católica; y sobre todo el alter ego imaginado de Franki, Dick Loveman. Mi protagonista ya se expresaba en tercera persona, aunque su retorcida oratoria se hallaba en estado embrionario, y el narrador sabelotodo no había hecho acto de aparición. Pero el corazón del manuscrito parecía sólido, y la apariencia general del libro ya era la que tendría en su publicación.
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