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Ya está aquí la lista, las listas. El jueguito de todos los años, el juguito de horas y horas de lecturas, de centímetros de ojeras color Pantone 18-3410 TCX Vintage Violet, el juego de anzuelos que lanzamos a ese río caudaloso llamado Navidad, que ya nos acecha a la vuelta del puente.
Hablando de ríos caudalosos: Novela del año, Las pirañas, de Miguel Sánchez-Ostiz.
Hablando de puentes: abrimos mañana, sábado, de 11 a 14h y de 18 a 20:30h, por la mañana y por la tarde, no vaya a ser que quieras llevarte ya todos los libros de la lista que te hagan tilín. Domingo y lunes, cerrado.
La lista es una constante desde que abrimos, pero va cambiando con los vientos literarios. Será como la mimbre, que la bambolea el aire pero se mantiene firme. Algunas de las corrientes que han entrado con fuerza este año: una creciente infiltración de lo fantástico en catálogos editoriales no especializados, como si tuviéramos la necesidad de la imaginación desbordante para leer el presente. También le hemos dedicado un apartado a lo que hemos llamado ‘Rescatados’: libros que viven una segunda oportunidad para dialogar con el ahora, bien porque permanecían descatalogados o porque nunca habían sido publicados en nuestro idioma. Se incluye también un pequeño apartado para pensar en Gaza, en todo lo que supone eso, desde distintas perspectivas: pensamiento, historia y periodismo.
Están ahí nuestros tradicionales grupos de los libros piraña, los bestsellers al estilo corsario, las lecturas nutritivas, los de nuestro lado salvaje, los cómics tachán, el periodismo narrativo, lo próximo y lo lejano, la crítica cultural, la parte infantil y juvenil bien ordenadita por sus rangos de edad… todo hasta completar esa cifra mágica de ciento y pico para adultos y medio centenar largo de la sección LIJ. Y, como siempre, está la diversidad editorial, la presencia de sellos medianos, pequeños y mínimos, porque suele ser ahí donde encontramos petróleo.
Creemos que los tres libros elegidos reflejan bien lo que ha sido el año. Las pirañas como el rescate de una novela que molestó a todo el mundo cuando se publicó por primera vez a principios de los noventa y el país estaba emburbujado –dame una C ¡Construcción!, dame una J ¡JJOO!– y a nadie le interesaba mirar atrás con ira, a nadie salvo a Miguel Sánchez-Ostiz. Excesiva, torrencial, lúcida en su repartir a diestro y siniestro, salvaje, barroca, negrísima.
Papel negro, de Teju Cole con traducción de Miguel Temprano García, contiene todo lo que nos gusta en un ensayo: un punto de vista esquinado que construye una lectura de lo contemporáneo a través de la cultura. Cole nos conmina a intensificar la mirada poniendo el foco en los puntos de sombra donde nadie quiere mirar: el inmigrante, el fugitivo, el rechazado. Una trama conceptual donde Caravaggio y las personas que llegan en patera a un puerto italiano pueden compartir algo en común. Un libro magnífico y –tal y cómo se está poniendo el paisaje sociopolítico, usaremos este adjetivo por una vez y sin que sirva de precedente–, necesario.
Silent Jenny, de Mathieu Bablet, nuestro cómic del año, está en sintonía con esa idea de cómo la ciencia ficción y lo fantástico nos hablan del presente. Un despliegue de color y personajes bien construidos para contar una historia en la que los habitantes de un mundo distópico conservan una mínima esperanza desde la construcción de células mínimas de resistencia, más allá de la mera supervivencia. Cuando el presentimiento se ha convertido ya en la cruda realidad.
Y junto a esos tres, muchas pistas más. Te invitamos a explorar.
