MENSAJERO, la búsqueda del otro © [8]
By Víctor Norberto Cerasale Morteo®
Credits: NASA, ESA and N. Bastian (Donostia International Physics Center); Processing: Gladys Kober (NASA/Catholic University of America)
Las horas se escurren mientras los seres humanos creen que hay un tiempo…
Cuando no hay tiempo, no hay apuros, no hay urgencias, no se necesita ir de prisa… el mañana no es fuente de esperanzas… el ayer forma parte de un “hoy continuo” … las metas se centran en los hechos, no en las declamaciones…
Cuando no hay tiempo, nada se esfuma, nada se vuela, nada presiona… no existe el estrés…
Cuando no hay tiempo, no hay necesidad de jefes, no hay necesidad de gerentes, no hay necesidad de directores… todos se ubican en un plano de igualdad caracterizado por la responsabilidad de existir… existir exige ser…
Los seres humanos están atrapados entre el lapso que media entre su nacimiento, un hecho revelado, y la muerte, un hecho inesperado… para el ser humano, no hay un antes del nacimiento… para ese mismo ser humano, no hay un después de la muerte… todo lo que sucede en el medio, puede contribuir a agregar valor a momentos de felicidad, o bien, puede convertirse en una tortura interminable… nadie sabe por qué una cosa, así como nadie sabe por qué la otra… la duda que se arrastra, se proyecta… la duda que se transmite, envuelve, atrapa y condena… en suma, nadie alcanza a descifrar el sentido de su propia vida, mucho menos logra desentrañar la de los prójimos…
Decía que iba a un lado, pero jamás iba a ese lado… el contrato indicaba que no debía revelar sus destinos, por lo tanto, siempre estaba en un lugar distinto a lo declamado… se trataba de una realidad aceptada por algunos, ya que a los demás, no les importaba dónde le tocaba recalar, el problema del otro siempre es ajeno a las voluntades sumidas en la desidia… los viajes solían ser largos, tediosos, muchas horas de aeropuertos, muchas horas de trámites, valijas despachadas, valijas encontradas al final de viaje, aunque no siempre… mucha necesidad de estar siempre atento… mucha necesidad de descubrir el paisaje y amoldarse a él… mucha necesidad de entender a la gente con la que se cruzaba… cada viaje le abría la mente… cada viaje le abría el alma… moldear el espíritu es parte del crecimiento… para muchos, viajar es parte de un trabajo… para él, viajar era concurrir a lugares donde ya había estado, alguna vez, en otro tiempo de otra vida… lo sabía en lo más profundo de su intimidad… estaba visitando su propio pasado…
Por aquellos años, allá en el norte de África, casi nadie hablaba español, así es que había que agudizar el oído… contrariamente a lo que se creía, en África, hablar inglés o hablar francés, era ser mal visto, se trataba del primer desprecio… el inglés, o el francés se asocian con el colonialismo y la esclavitud… y eso está en la sangre de todos los africanos… eso es memoria de las herencias… eso está impregnado en la piel… el africano vincula al idioma inglés con el arrebato… el africano vincula al idioma francés con el atropello… el africano relaciona al idioma portugués con el salvajismo… el africano vincula al idioma español con la miseria humana… el africano considera que todo lo europeo es sinónimo de tragedia… el africano supone que todo lo europeo es parte de la estupidez humana… no se equivoca… pocos son los que logran romper con los prejuicios y formar parte del paisaje… tanto es así, que la aversión por lo europeo podía respirarse en la calle… tanto es así, que la repulsión por lo extranjero podía sentirse en el aire… la tez europea era peligrosamente delatora y presuponía una fuente de traiciones…
En Egipto, los ingleses son tenidos por ladrones… ladrones de la historia… ladrones de la cultura… estafadores de las memorias… en ese mismo Egipto, los ingleses crearon las “fábricas de antigüedades”, un negocio monumental para crear réplicas y venderlas por fortunas a desprevenidos…
En Egipto, los franceses son mala palabra… desde Napoleón y sus gestas… todo lo que falta en Egipto puede encontrarse en el Louvre, así como también puede encontrarse en Londres… aunque no lo parezca, eso se sabe a lo largo y a lo ancho de todo África… así es que el recelo, es sólo el comienzo de cualquier vínculo… la pregunta de: “¿a qué viene usted?” impone un límite casi inexpugnable… por aquellos años, para el mundo árabe, Francia era sinónimo de universidad para familias ricas… había que estudiar francés y saber hablarlo… por aquellos años, para el mundo árabe, Gran Bretaña era una alternativa de estudios avanzados que habilitaba a formar parte del imperio… un imperio del que había que recuperar cosas robadas…
Por aquellos años no había turismo… nadie visitaba las pirámides… nadie visitaba los templos en ruinas… las arenas del desierto habían tapado gran parte de la historia, y la historia, esa misma de glorias pasadas, a nadie le importaba…
Por aquellos años nadie de occidente se animaba a permanecer durante mucho tiempo…
El mundo musulmán no veía con buenos ojos al mundo cristiano… tampoco veía con buenos ojos al mundo protestante…
Podría decirse que occidente, era en sí mismo, una mala palabra…
Para los egipcios, Argentina era una incógnita… casi nadie sabía dónde quedaba… en realidad, a nadie le importaba… las arenas demandan pensar con otro criterio… el horizonte es otro… en aquella cultura se priorizan los silencios, algo opuesto a lo que ocurre en occidente… en aquella cultura se priorizan las miradas, algo que no tiene lugar en occidente…
La inteligencia es parte del saber callar…
La sabiduría apela a siempre seguir andando, sin atender las ofensas…
A medida que uno se alejaba de El Cairo, los parajes se transformaban en aventura… nadie hablaba español… pocos hablaban francés… pocos hablaban inglés… el recelo era una característica de cualquier presencia que no fuese legítimamente egipcia… no había caminos y los pocos que existían demandaban conocimientos peculiares sobre arenas y vientos… quedar atrapados entre arenas era moneda corriente… la mayoría de los vehículos disponibles eran de procedencia inglesa, y en menor medida, francesa… las fuentes de combustible eran escasas, así es que había que estar prevenidos con bidones suficientes… a mayores distancias, mayor era la complejidad…
Mucho calor, agobiante…
Ellos ataviados con ropa de algodón…
Uno miraba y trataba de descubrir las miradas de los otros…
La distancia entre la ciudad de El Cairo y la pirámide de Kefrén, es de casi diecinueve kilómetros… viajando por la carretera 75, pero eso es hoy, no en aquellos años… eso demanda treinta y cuatro minutos de viaje, pero eso es hoy, no en aquellos años… desde luego había caminos alternativos… caminos que demandaban casi una hora de viaje… sofocante ambiente… pero, reitero, por entonces nadie visitaba las pirámides que no estaban acondicionadas para ningún turismo… el desierto ocultaba el pasado, y todos los egipcios estaban felices con ello…
La distancia entre El Cairo y Luxor, otro ángulo de memorias, es de seiscientos sesenta kilómetros… con caminos dificultosos… por entonces el viaje llevaba doce horas largas, a veces más… hoy se ha simplificado y muchos prefieren los vuelos… o bien, hasta el tren… lo mismo ocurría con el viaje a Karnak, a casi la misma distancia, y por el mismo tiempo… claro está, entre Karnak y Luxor hay apenas unos cuatro kilómetros… algo que hoy demanda no más de quince minutos de conexión… peor era el viaje desde El Cairo hasta Aswan… los lugares estaban separados por casi novecientos kilómetros, y el viaje era imposible… y más allá, hacia el sur, ya era una utopía destinada para pocos…
Aventurarse hasta Sudán, era pensar en casi dos mil kilómetros desde El Cairo…
Pensar en viajar hasta Etiopía, implicaba considerar casi cuatro mil kilómetros de peripecias…
En África todo quedaba muy lejos… hoy no tanto, pero en aquellos años eran muchas las cosas que no podían perderse de vista…
A los británicos les encantaban las aventuras… a los franceses, también… pero ellos estaban dedicados al saqueo… y siempre encontraban una excusa para adentrarse en regiones inhóspitas y obtener algún rédito impensado… la pobreza de los egipcios habilitaba a cualquier acuerdo que fuera pagado con libras esterlinas frescas, o bien, con francos franceses… por aquellos años, la actividad económica estaba lejos de cualquier punto a lo largo del Nilo, concentrada en El Cairo, así es que todos entendían que más allá de sus límites, sólo había desierto y olvido…
La providencia acercó a ese egipcio…
Hablaba árabe, por supuesto, pero curiosamente, hablaba inglés, francés, alemán, italiano, y también, algo de español… no hablaba de su pasado… no se le conocía familia, así es que no había padres, no había abuelos, no había esposa, no había hijos, podría decirse que él no era otro que él mismo… ¿dónde había aprendido todas esas lenguas?, parecía una gesta imposible para su edad… no era viejo… no era joven… su edad era una incógnita… lo había encontrado por una extraña causalidad, en un giro inesperado de la vida, de la vida de él, y de la vida propia… como si supiera, habló de las raíces libanesas… por entonces, Egipto y el Líbano eran socios diplomáticos ante el mundo de la guerra fría… en El Cairo había muchos servicios de inteligencia operando, vaya a saber para qué, pero allí estaban… no había terroristas islámicos, y por entonces, el Islam era buena palabra… los horarios de oración estaban bien determinados y a la hora señalada, cada quien miraba hacia La Meca, postrado en el pensamiento… el mundo árabe representaba la conjunción de intereses entre Francia, el imperio Británico, y como no podía ser de otra manera, la singular presencia diplomática de los Estados Unidos de Norteamérica, siempre dispuesta a beber la sangre ajena…
Parecía ser un hombre sin historia, que se había hecho presente por una rara circunstancia…
Estrechó la mano mirando a los ojos… parecía ser un egipcio genuino, pero seguramente era más que eso… su mano era áspera… rugosa… como quemada por el Sol…
Su cutis era eminentemente egipcio, pero sus ojos eran azules…
No preguntó de dónde venía… él sabía de dónde venía… su túnica relucía… el calor era insoportable, y por aquellos años, cualquier occidental vestía traje de corte inglés… el ambiente era agobiante… ¿para qué había ido a Egipto?... para encontrar a este interlocutor, por supuesto… cualquier otro motivo para un viaje de esa naturaleza, era falso… era una excusa… la corporación decía no estar en Egipto, pero estaba… la corporación decía no estar en numerosos países, pero estaba… la segunda guerra mundial había obligado a los alemanes a repensar el mundo… pero más allá, la guerra fría estaba impulsando a todos a repensar el mundo… la duda nuclear estaba detrás de la nuca de cada persona… se habían construido refugios para esquivar la locura atómica… sin reflexionar que una bomba atómica más y no quedaba nada ni nadie… lo que había sucedido en Japón era un disparate, pero occidente suponía que gracias a ello se había acabado la guerra, gracias a la rendición de los japoneses… una mentira más de los aliados… una mentira más de las tantas, repetidas hasta el hartazgo… occidente siempre vende una visión deformada de la realidad que inventa para continuar con la debacle de los otros…
Algunos de sus hijos, no son sus hijos, dijo… no agregó nada más… nadie hizo preguntas, así es que nadie supo a quien se refería… no saber, es parte del entender…
Usted está solo en el mundo, hasta que ciertas cosas se desaten, dijo… no agregó nada más… no hubo necesidad de preguntas, cualquier duda se había despejado a sí misma…
La soledad era una consigna…
El silencio era otra consigna…
La visión cósmica de la vida, también era consigna…
La procedencia estelar, era otra consigna…
El karma arrastra a la memoria cósmica… la pertenencia a las estrellas es un hecho irrefutable…
La esencia sabe y reconoce, así es que no es necesario despejar ninguna ecuación…
El egipcio dijo: “vamos, lo llevo a conocer las pirámides” … nadie podía resistirse… era una visita obligada…
Las arenas estaban desordenadas… a nadie le importaba el desierto, justamente, porque el desierto era parte de la vida de cualquier egipcio… El Cairo no tenía edificios altos… lo poco que había era señorial y acondicionado para ingleses y franceses… alrededor podía verse la omisión y el olvido, pero nadie se quejaba… era lo que había, y se vivía con ello…
Parados al lado de la pirámide Keops, conocida como Jufu, dijo: “¿sabe?, hubo que repensar la Tierra” … “¿sabe?, hubo que acondicionar la Tierra para recibir a los humanos” … “lo que usted sabe, es justamente todo lo que sucedió” … “a los humanos se les nubla la mente al nacer y ellos andan a tientas” … “todo esto estaba aquí, en el mismo lugar, cuando aun no había gente, cuando no había personas, cuando no había civilización humana, cuando no había historia humana” … “los humanos imaginan verdades mentirosas, que jamás existieron” … “nunca hubo esclavos” … “nunca hubo rampas” … “nunca hubo esfuerzos estúpidos” … “no había faraones, ni reyes, ni príncipes, tampoco había títulos nobiliarios” … “la ingeniería de esa obra nunca fue terrestre ni humana” … “tampoco fue como hoy es” … “el olvido le ha ganado al recuerdo, los que fueron trasplantados se sorprendieron al ver semejante obra” …
Escuchar agudiza los recuerdos…
La presencia se produce en simultaneidad con otras ausencias… para estar ausente de alguna parte, se hace necesario estar presente en alguna parte de la geometría pendiente… sin embargo, suele haber almas que tienen muchas presencias simultáneas… ya que, muchos humanos, suelen estar ausentes aun exponiendo el propio rostro…
Parados al lado de la pirámide de Kefrén, conocida como Jafra, dijo: “¿sabe?, la Tierra necesitaba de aire para que los existencias respiren, la Tierra necesitaba de agua para que las existencias vivan, la Tierra necesitaba de suelos donde poder colocar las semillas, la Tierra necesitaba de los fuegos, que implicaran un recomenzar” … “estas pirámides sirvieron para eso, para acondicionar la vida” … “estas pirámides estaban recubiertas de mármoles pulidos a espejo, y estas mismas pirámides respiraban” … “estas pirámides generaban el clima necesidad para que la vida se expanda en el tiempo” … “por entonces no había tiempo, por lo tanto, todo estaba en reposo, suficiente reposo como para entender la quietud” … “no había pasado, y el futuro no era necesario, porque nadie disponía de un presente continuo” … “nadie había nacido, aun, como tampoco nadie había muerto, aun” … “la música en la Tierra todavía era inaudible, por lo tanto no había como ejecutarla” … “nadie comía, nadie era comido” … “la música celestial circula por el universo, pero eran otros quienes le prestaban su atención” … “los humanos estaban pendientes de ser capaces de ser, pero todavía no tenían donde ser, así es que aguardaban las obras de los otros, los seres guardianes del cosmos” …
Si usted siente, usted se da cuenta… si usted no siente, usted no se da cuenta… la sensibilidad es algo muy importante, usted nació con ella… estaba en su karma… pertenece a su esencia… en verdad no hay paredes, si usted sabe mirar, no hay nada que se interponga entre usted y el horizonte… además, nada queda lejos, alcanza con tener la voluntad suficiente para estar donde el alma lo necesita…
La Tierra de este año que corre, está densa…
Pero la Tierra de los años por venir, se pondrá mucho más densa…
Todo se irá saturando progresivamente…
Parados al lado de la pirámide de Micerino, conocida como Menkaura, dijo: “¿sabe?, “la mentira humana se ha extendido por siglos, y se ha vuelto oficial, hasta el punto que se estudia como si se tratase de una verdad indiscutible” … “la mentira humana dio por supuesto que se trataba de tumbas, pero jamás lo fueron, porque por entonces no había a quien enterrar, porque nadie había muerto, todavía” … “desde aquí se fabricaba el clima propicio, se creaban nubes, el aire se expandía, y todo era puro” … “el ser humano ha descubierto sólo el uno por ciento de los conductos internos, y todavía no se ha dado cuenta que estas pirámides fueron construidas desde dentro hacia afuera” … “a pesar de los miles años cursados desde que el ser humano pulula por la superficie del planeta, todavía no se ha descubierto que la pirámide visible es sólo la mitad de la que hay debajo” … “este conjunto es una geometría elaborada para dar lugar al comienzo” …
Nadie necesitó agregar nada más…
Las pirámides fueron recorridas en sus contornos…
Fueron admiradas por ojos de almas que habían estado allí, en el inicio de los tiempos…
La arena se metía en los zapatos… la arena se metía en la ropa… había necesidad de cubrirse los ojos… en las orejas había arena…
Pocos han sido los que han encontrado el sentido original… quienes lo han hecho, han encontrado el portal de salida…
¡Ah!, aquellas pirámides, las del comienzo, hablaban…
Aquel Egipto, no tenía egipcios… tenía seres cósmicos que trabajaban para crear una civilización humana… pero esta estaba pendiente… aun permanecía en reposo, en algún rincón de la eternidad inesperada… todavía no había mentiras… todavía nadie había sido engañado… todavía nadie se había sentido traicionado… todavía nadie había sido decepcionado… todavía no había frustraciones… nadie había reído… nadie había llorado… nadie había huido… nadie se había apropiado de nada… el todo estaba en camino, pero aun estaba pendiente… nadie era sabio… nadie era perspicaz… nadie era mago… eso vendría después…
Los otros todavía no existían, así es que no había mensajes que llevar, ni traer… los humanos no pueden entender que la Tierra, esa misma que pisan, alguna vez estuvo en silencio…
Curiosamente, en el cosmos, los mensajeros son venerados… del mismo modo que lo eran los escribas…
MENSAJERO, la búsqueda del otro © [8]
By Víctor Norberto Cerasale Morteo®
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