https://www.anagrama-ed.es/libro/argumentos/la-semilla-inmortal/9788433905482/A_198
Dos familias —o dos clanes, dos comunidades— están enfrentadas por un desacuerdo. Entre dos de sus integrantes, uno de cada parte, nace una inevitable atracción. El encuentro de los dos amantes está enmarcado por la dificultad y por el conflicto, pero también por la posibilidad de reconciliación. Este es el argumento de Romeo y Julieta, la famosa obra escrita por Shakespeare alrededor de 1594, pero que ya había aparecido en varios relatos anteriores como los de Masuccio (1476), Luigi da Porto (1530) y el Romeo e Giuletta de Matteo Bandello (1554). Un relato que, a partir de entonces, ha dado pie a tantas otras historias de amor tan dispares como West Side Story, de Robert Wise, China Girl, de Abel Ferrara o Abismos de pasión, de Luis Buñuel. Es lo que podríamos llamar uno de los argumentos fundacionales de la narrativa tradicional que ha ido germinando y adaptándose a nuevos terrenos, pero que permanece a su vez eterno e inalterable: una de las semillas inmortales.
El concepto de «semilla inmortal» aparece en el ensayo sobre cine que Jordi Balló y Xavi Pérez publicaron en 1997 traducido por Joaquín Jordá —y que en catalán se publicó como La llavor immortal—, libro que se ha convertido en uno de nuestros long sellers y que hoy recuperamos en este espacio para reencuadrarlo y constatar así cómo el tiempo ha reafirmado su vigencia.Dos familias —o dos clanes, dos comunidades— están enfrentadas por un desacuerdo. Entre dos de sus integrantes, uno de cada parte, nace una inevitable atracción. El encuentro de los dos amantes está enmarcado por la dificultad y por el conflicto, pero también por la posibilidad de reconciliación. Este es el argumento de Romeo y Julieta, la famosa obra escrita por Shakespeare alrededor de 1594, pero que ya había aparecido en varios relatos anteriores como los de Masuccio (1476), Luigi da Porto (1530) y el Romeo e Giuletta de Matteo Bandello (1554). Un relato que, a partir de entonces, ha dado pie a tantas otras historias de amor tan dispares como West Side Story, de Robert Wise, China Girl, de Abel Ferrara o Abismos de pasión, de Luis Buñuel. Es lo que podríamos llamar uno de los argumentos fundacionales de la narrativa tradicional que ha ido germinando y adaptándose a nuevos terrenos, pero que permanece a su vez eterno e inalterable: una de las semillas inmortales.
El concepto de «semilla inmortal» aparece en el ensayo sobre cine que Jordi Balló y Xavi Pérez publicaron en 1997 traducido por Joaquín Jordá —y que en catalán se publicó como La llavor immortal—, libro que se ha convertido en uno de nuestros long sellers y que hoy recuperamos en este espacio para reencuadrarlo y constatar así cómo el tiempo ha reafirmado su vigencia.