Queridas lectoras, queridos lectores

https://preview.mailerlite.com/s3o1k6p4t6/2208016522486487795/v0o1/ En Las perfecciones, Ana y Tom son una pareja de diseñadores gráficos que, cansados del provincialismo de la ciudad italiana en la que viven, deciden mudarse a Berlín, como han hecho tantos otros jóvenes europeos en la década de 2010. Allí los espera una comunidad de afines –artistas, dibujantes, creativos varios– con los que se encuentran en galerías de arte e inauguraciones. Entre ellos se relacionan únicamente en inglés, y chapurrean algo en alemán solo para superar la interminable cola del club Berghain. Estamos en esa época en que aparecen las primeras tiendas de cupcakes y los coworkings, donde este grupo de gente busca sin cesar la mejor conexión wifi; proliferan las monsteras, que, colocadas de manera debida, sirven para la foto perfecta del hogar perfecto, salido de un catálogo de Ikea. Pero el tiempo avanza, la mayoría de estos amigos extranjeros regresan a sus países y buscan rehacer su forma de vida. Ana y Tom, de repente, se encuentran delante de una realidad que se les antoja vacua y caduca, y deberán buscar un nuevo paso para sentirse completos.