lunes, 4 de julio de 2022

CONVERSACIONES ESTÚPIDAS 8© [6] By Víctor Norberto Cerasale Morteo®

El viaje de un alma humana a la Tierra se extiende a lo largo de nueve meses… que a veces son ocho meses y a veces, siete meses… como se ve, nada es espontáneo, y todo lleva su tiempo, madurar el alma y acondicionar un cuerpo, también… el viaje de un espíritu humano a la Tierra demora un lapso aproximado de nueve meses… que a veces son ocho meses, y a veces, siete meses… llegar a la Tierra demanda la construcción de un cuerpo, lo que se ha dado en llamar, baño de madre… la madre representa la condición determinante para la vida del que viene… pero el alma existía antes, desde antes, desde mucho antes… pero el espíritu existía antes, desde antes, desde mucho antes… es decir, se trata de un viaje en el que suceden cosas mientras se aguarda por el cuerpo necesario para permanecer en la Tierra… asimismo, el viaje de una consciencia humana a la Tierra, se extiende a lo largo de nueve meses… que a veces son ocho meses… que en otros casos son siete meses… en la eternidad, aquella alma, aquel espíritu, y aquella consciencia, estaban indisolublemente unidos a una esencia que revela lo que hay en ellas… en la eternidad, aquella alma, aquel espíritu, y aquella consciencia, estaban indisolublemente unidos a un karma que revela la historia de las sucesivas vidas, esas que aquí no se recuerdan, pero que sí tuvieron lugar, y pertenecen a la trilogía alma, más espíritu, más consciencia, en las comarcas de la eternidad… algo así como aquello que identifica al ser en sí mismo… léase, alma, esencia, karma son la misma cosa en la impermanencia, eso que sucede cuando no se está aquí… eso que sucede cuando se está allá… eso que sucede cuando las cosas parecen no ser tangibles… léase, espíritu, esencia, karma son la misma cosa en la impermanencia, eso que sé es cuando no se está acá, respirando… léase, consciencia, esencia, karma son la misma cosa en la impermanencia, eso que ocurre cuando no se ocupa un espacio en la Tierra… o en cualquier otro planeta… ello para ubicarnos en un espacio donde no hay tiempo… ello para situarnos en una dimensión que no es esta, la de las cosas tangibles… ello para situarnos en un paralelo indescriptible desde el acá denso… ello para darnos cuenta que estamos trascendiendo en sucesivos viajes, donde el alma, el espíritu, y la consciencia forman una unidad atemporal, que sí ocupa un espacio en algún lugar de un más allá que no es para todos el mismo… que no es el mismo para todos… la gente cree que muere y desaparece, pero no es así… otra gente cree que muere y regresa al lugar de donde vino, y esto se aproxima a la realidad, aunque no tanto… algunos piensan que mueren y se evaporan, pero las cosas están lejos de funcionar de dicha forma… mientras que otros piensan que al dejar de ser aquí, se deja de existir en el universo, siendo que tampoco es así… occidente tiene ideas distorsionadas de la vida, tanto como las tiene de la muerte… occidente no entiende la vida y en general, la sacrifica, la pierde, la extravía en un laberinto de perversidades que se corresponden con el ego pero no con el alma… mientras que en el oriente hay diversas ideas de cómo se llega a la vida, así como las hay de qué sucede después de la muerte… curiosamente, entre las culturas orientales, es el Tíbet el que supo tener la visión más clara de la vida y de la muerte… curiosamente, entre las culturas antiguas, los egipcios eran quienes más entendían de la vida y de la muerte, aunque no los egipcios del turismo y los sarcófagos, sino los egipcios anteriores a aquellos de los cuentos arqueológicos y los relatos antropológicos… como sea, el planeta humano se ha vuelto denso, y a la gente le interesa nacer, pero no le interesa morir… como sea, el planeta humano se ha tornado hostil, inmóvil y pesado, y cierta gente está apurada por vivir, para coleccionar cosas que, más tarde, no se podrá llevar… como sea, el planeta humano se ha vuelto aberrante, y muchos de los que nacen no saben a qué vienen, como tampoco saben por qué se van, asumiendo que nacer un castigo, y morir es la sucesión de un mismo u otro castigo… en dicho punto, aparecen las diferencias entre las esencias, esas mismas que hacen que un alma no sea igual a otra, ni siquiera equiparable… la esencia define el ser… Las almas, antes de nacer, son preparadas para el viaje denominado baño de madre… ya que hay que conectar la consciencia de quien viene, con la otra alma, que pertenece a un ser vivo que sí está en la Tierra, respirando… El espíritu, antes de nacer, es acondicionado para el viaje denominado baño de madre… ya que es necesario conectar el espíritu de quien pretende nacer, con el otro espíritu, que pertenece a un ser vivo que está transitando sus días en la Tierra, sintiendo y disponiendo de sentimientos… La consciencia, antes de nacer, es amoldada para el viaje denominado baño de madre… ya que, la consciencia del ser por existir, debe ser unida a la consciencia del ser que lo va a recibir ya que, durante nueve, ocho o siete meses, estarán juntos, madurando el acceso a la vida… El baño de madre es un tiempo de maduración… donde se forma un cuerpo necesario para adecuar la estancia en la Tierra… durante dicho lapso la madre es una cápsula del tiempo… un tiempo que se inicia en el preciso instante en que sé es engendrado… un tiempo donde antes, antes del momento de ser engendrado, se produjeron una serie de sucesos de los que no hay memoria… hay sensaciones, pero no recuerdos… hay sentimientos, pero no evidencias… Cuando se produce el alumbramiento, se establece un despegue de cuerpos, pero permanece, en la mayoría de los casos, un sentimiento de pertenencia que incumbe a la madre tanto como al recién llegado… algo los une pero nadie sabe bien de qué se trata… la madre recordará los avatares del embarazo… y el nuevo ser perderá rápidamente la consciencia de qué sucedió mientras estaba en el útero de su madre… de hecho, el nuevo ser tendrá estados de consciencia transitorios de los sucesos previos al nacimiento, pero al no poder expresarlos, pero al no poder traducirlos, los irá olvidando rápidamente y ello quedará como una nebulosa de la existencia… esto sucede en algunos casos, la mayoría, pero no en todos… las diferencias residen en la esencia tanto como en el karma… las diferencias residen en lo que hay dentro de cada alma… las diferencias residen en lo que hay dentro de cada espíritu… las diferencias residen en lo que hay dentro de cada consciencia… pero todo ello está determinado por las diferencias de lo que arrastra cada karma… en su esencia… A la Tierra muchos llegan para crear y sostener un ego… llegan, ego mediante, a juntar dineros, bienes, bienestares, comodidades… llegan, ego mediante, a acumular poder… llegan, ego mediante, a asumirse superior a los demás… mientras tanto, otros llegan para construir alma… no pocos llegan para construir espíritu, así como otros lo hacen para construir consciencia… cada uno de ellos atados a su propia esencia… cada uno de ellos atados a sus propios karmas… algo de lo que es imposible despegarse, porque la esencia y el karma definen al ser en los estados de impermanencia, así como también los definen en los estados de permanencia en la Tierra o donde sea… La Tierra no es el único lugar donde existen los humanos… Muchos seres humanos creen que el único que lugar que los contiene es la Tierra, pero esto dista de ser exactamente así… El universo es demasiado grande como para que la vida se limite a un solo planeta, por caso, la Tierra… El universo es demasiado complejo como para que la vida se manifieste en una sola forma, según lo entienden los seres humanos… Simultáneamente, el universo es modelo que se perfecciona a sí mismo constantemente, por lo tanto, las formas de vida hacen lo propio a lo largo y a lo ancho de todo el universo visible, y de los intangibles también… Por lo tanto, las almas van y vienen en sucesivas búsquedas de la expansión del sí mismo… no hacer más grande el sí mismo, sino perfeccionarlo para que sea capaz de crear en favor de los otros… Por lo tanto, los espíritus van y vienen, sumando experiencias que los nutren para agregar valor a todo lo que existe… sin perder de vista, que todo lo que existe, se perfecciona a sí mismo por sí solo… Asimismo, las consciencias van y vienen, nutriéndose de diferentes grados de sabiduría… la sabiduría de reconocerse como algo que existe y tiene presencia sin necesidad de un cuerpo disponible… Entonces, el más allá, es algo apropiado para contener la impermanencia de las existencias… todo lo impermanente existe prescindiendo del tiempo… todo lo impermanente existe sin necesidad de disponer de un cuerpo… entonces, el cuerpo eventual es algo ocasional, dado para permanecer en un lugar, pero el mismo será efímero, y terminado su plazo, se regresará al estado normal, aquel que llamamos impermanencia… Previo a la vida, hay un acondicionamiento para ella… Posterior a la vida, hay un acondicionamiento para ella, donde dejar el cuerpo atrás, también demanda un aprendizaje… Los sabían los antiguos… no los antiguos reconocidos por la arqueología y por la antropología, sino los verdaderos antiguos… aquellos que vinieron antes de la historia, justamente, a crearla, a fundarla, a fundamentarla… aquellos que fueron trasplantados desde otros mundos para formar tribus aquí en la Tierra, o bien, aquellos que fueron trasplantados para dar forma a una civilización, la humana… o bien, aquellos que fueron trasplantados para fundar polos de creación dentro de diferentes sociedades humanas donde se mezclan, los que vienen a fabricar egos, con aquellos otros que vienen a reconocerse a sí mismos a partir del descubrimiento de su espíritu… Lo que se ve en la Tierra, no se da en otros planetas… lo que se aprecia en la Tierra, no se detecta en otros planetas… hay muchas formas de vida y no todas son visibles al ojo humano… hay muchas formas de vida, y no todas son detectables por los pobres sentidos humanos… hay muchas formas de vida, y la estática no permite que el ser humano las descubra… porque para el ser humano, todo representa una competencia por existir, algo que no se repite en el resto en el universo… En el resto del universo no hay un afán por competir, sino por existir para el bien común… En el resto del universo hay polos de desarrollo de las almas, y las almas se concentran en ser mejores almas… En el resto del universo, hay polos de crecimiento del espíritu, y estos se empeñan en superarse para beneficiar al conjunto social mientras se existe… En el resto del universo, hay nodos de perfeccionamiento de la consciencia, no para destacarse mediante triunfos, sino para alentar a los otros a mejorar los estados de consciencia social… Todo eso lo sabían los muy antiguos, los antiguos anteriores a los antiguos reconocidos… Egipcios y tibetanos son una muestra menor de un remanente… de algo que se extravió por la soberbia de los egos, por la perversidad de los egos, justamente, cuando el hombre y la mujer abandonaron el concepto de alma, para incorporar el concepto de ego… dejo de pertenecer a una sociedad, o a una tribu, para ser yo más que el prójimo… dejo de tener lo que tienen todos para tener poder sobre los demás… Cuando abandonaron el alma, se hundió la Atlántida… Cuando abandonaron el espíritu, se hundió la Lemuria… Cuando abandonaron la consciencia, la competencia reemplazó al perfeccionamiento social… Cuando se comenzó a construir el ego, se perdió la civilización y se arrasó la Tierra… pero está claro que antes hubo otra humanidad, con otros principios, otros dogmas, otros pragmas, otros códigos de vida… Entonces, los antiguos sabían y reconocían qué les sucedía a las almas que descendían a vivir… Entonces, aquellos antiguos, sabían y reconocían que les ocurría a las almas que abandonaban el cuerpo para dejar de ser, y al mismo tiempo, seguir siendo de una forma distinta, en otro estado de la materia… Así es, previo al baño de madre, previo al nacimiento, el ser es preparado para “existir”… prepararse para existir demanda hacerlo para un viaje donde habrá que esperar por el acceso a un cuerpo… mientras tanto, los “preparadores” le hablan al alma para que esta sea consciente que iniciará un viaje que en el allá es instantáneo, pero que en la Tierra, en la madre, demora nueve meses… nueve meses es el tiempo que demanda un cuerpo para ser capaz de contener un ser… durante dicho lapso, el alma está allá, así como está acá, dentro de la madre… durante dicho lapso, el espíritu está allá, así como está acá, dentro de la madre… durante dicho lapso, la consciencia oscila entre el allá al que pertenece, y el acá representado por el útero de la madre… durante dicho lapso, la música de las esferas parece intensificarse, volviéndose audible para el ser en viaje, no así para la madre, que sólo sabe que hay cambios dentro de ella… durante dicho lapso, los ancestros que alguna vez fueron, asisten al viajero en un estado intermedio donde se oscila entre el allá y el acá… allá no hay tiempo, pero sí hay espacio… acá hay un tiempo humano, y se ocupa un espacio que molesta a los demás… incomoda a la madre… pero será una suerte de incomodidad para los otros, los terceros, que deberán ceder un lugar para que este nuevo humano ocupe el suyo… Previo al baño madre y durante él, se construye un destino… un destino que se corresponde con la esencia y con el karma… la esencia como algo que representa a la conjunción de alma, espíritu y consciencia, definiéndola… el karma, como el contenido de aquello que se arrastra desde el más allá… representando lo recogido a lo largo de cada vida… El destino es una consecuencia de la esencia y del karma, y para un terrestre cursando su existencia, esto representa una demora de nueve meses… un tiempo que en realidad no existe en el allá… un tiempo que en realidad no existe en el universo… ya que la vida, no es más que un destello… un destello que no representa, siquiera, una fracción de segundo… En el viaje de la vida, hay un camino del medio… un camino que conduce a la paz del sí mismo… un camino que conduce al encuentro del uno mismo con el sí mismo… un camino que conduce a la iluminación que es el descubrimiento del sí mismo… un camino que conduce al perfeccionamiento del ser preparándolo para su “existencia” en el más allá… Pero en el viaje de la vida, hay quienes recorren caminos laterales… Pero en el viaje de la vida, hay quienes andan por la banquina… Pero en el viaje de la vida, hay quienes andan despistados… Pero en el viaje de la vida, hay quienes no encuentran no sólo el camino, sino ningún camino… Pero en el viaje de la vida, hay quienes oscilan entre permanentes bifurcaciones… Pero en el viaje de la vida, hay quienes confunden camino con desatino… Pero en el viaje de la vida, hay quienes confunden camino con perversidad… Pero en el viaje de la vida, hay quienes asumen que el placer es un camino de salvación… pero el placer les dura segundos, y luego van por más, pero insatisfechos repiten la experiencia, para inmediatamente sentirse frustrados, y reiterar la búsqueda y su satisfacción… Pero en el viaje de la vida, hay quienes compran y venden miseria humana… y se ufanan de ello… Pero en el viaje de la vida, hay quienes comercian con la estupidez humana que ostentan… y se enorgullecen de ello… Pero en el viaje de la vida, hay quienes encuentran sólo un laberinto en el que viven encerrados luchando contra fantasmas… fantasmas que son propios… fantasmas que le son inherentes a la esencia… fantasmas que coexisten con el karma donde anidan… fantasmas que están dentro de la consciencia… fantasmas que se multiplican en el espíritu… fantasmas que se replican dentro del alma que no encuentra paz ni se identifica consigo misma… Pero en el viaje de la vida, hay quienes se meten en un callejón y quedan allí dando vueltas, repartiendo culpas a quienes se les cruzan, de aquellos males que ellos mismos fabrican para justificar su existencia… fabricar males explica su existencia y se transforma en una búsqueda constante de problemas que afecten el camino de los otros… Dicho de otra forma, hay quienes descienden a la vida a fabricar dolor, para sí mismos y para los otros… mientras que hay quienes descienden a la vida a fabricar sonrisas, para sí mismos y para los otros… la diferencia emana de la esencia y se arrastra desde el karma… y allí reside la diferencia entre hallar un camino o perderlo… y allí reside la diferencia entre encontrar el propio camino o fabricar un laberinto donde permanecer encerrado padeciendo los tormentos… Los que fabrican poder, viven atado a ello… les resulta imposible despegarse y siempre necesitan ir por más poder, porque ello les justifica la existencia… el poder está directamente relacionado con la construcción del ego… el ego necesita del poder, y el poder demanda enaltecimiento del ego… Los que fabrican sensibilidad, viven adheridos a una sensación de paz que no se compara con nada… con ninguna otra cosa… y derraman tanta paz como la que contienen… y eso se siente… lo perciben los otros que suelen sentirse recogidos, acogidos y protegidos por esos seres de luz que diseminan tranquilidad sea donde pisen… alrededor de estos seres hay un algo donde las almas se renuevan… Curiosamente, el poder no se lleva de cara a la eternidad… el poder permanece adherido a los humanismos distorsionados de la Tierra… pierde poder quien se va, y adquiere poder quien se queda… pierde poder quien se va, y asume el poder el oportunista de turno… el poder es una perversión del ser humano atrapado por el ego, en la Tierra… Curiosamente, también, la sonrisa y la paz interior, sí viaja con el ser portador hacia la eternidad de la cual proviene… lo que se cultiva para el alma, en el alma permanece… lo que se cultiva para el espíritu, en el espíritu permanece… lo que se cultiva para la consciencia, en la consciencia permanece… todo aquello que se siembra en el uno mismo, permanece en el sí mismo, y eso sí que te lo llevas donde quiera que vayas… pertenece a la esencia y está adherido al karma… El viaje a la vida demora nueve meses, pero se inicia mucho antes, en un paralelo donde no hay tiempo, donde el tiempo no se consume, donde el tiempo no pasa, donde las cosas que pasan no están atadas a ningún tiempo… la preparación para nacer es tan intensa como la preparación para la muerte… como te dije, la preparación para nacer comienza mucho antes de que seas engendrado… porque es necesario entender la espera… porque es necesario comprender que el alma queda a merced de la voluntad de la madre portadora, de su sensibilidad, de sus afectos, de sus sentimientos, de sus intenciones, así como de sus tiempos… el alma que va a iniciar el viaje no depende de ningún tiempo, pero el alma que cobijará al ser durante nueve meses, sí está inscripta en un tiempo terrestre que es inherente a lo humano… Del mismo modo, la muerte demanda reconocer que el ser ha muerto… los vivos entienden la muerte como el deterioro del cuerpo, pero en verdad, el alma permanece intacta, así como el espíritu permanece intacto, así como la consciencia permanece intacta, así como la esencia se retira habiendo sumado experiencias, así como el karma se va nutrido con todo lo sucedido a lo largo del “destino” … el cuerpo es abandonado, pero todo el ser que ingresa a la impermanencia, permanece incólume… Para los verdaderos egipcios, el regreso del alma a sus estancias cósmicas, demoraba nueve meses terrestres, pero eso era solo para algunos, para otros demoraba menos, y todo ello dependiendo de la calidad de la esencia, de los contenidos del karma… sin embargo, el allá no tiene tiempos, por lo tanto resulta difícil determinar un tiempo terrestre para un viaje que no está inscripto en ningún tiempo… de hecho, las descripciones del libro de los muertos de los egipcios, así lo expresan… el tiempo de acá, no existe allá… aquí rige un tiempo humano… allá rige un espacio cósmico que está libre de tiempos… la diferencia hace al viaje… el alma se traslada en su barca cósmica, la barca Selquet, y esta está por fuera de cualquier tiempo, atada a la eternidad y sus vientos, atada a la eternidad y sus brisas, atada a la eternidad y sus mares, atada a la eternidad y sus islas, atada a la eternidad y sus continentes, atada a la eternidad y sus fuentes… donde queda claro que el regreso depende de la esencia de cada ser… donde queda más claro aún que el regreso depende de lo que se ha incorporado al karma… ya no importa el cuerpo que ha quedado atrás, importan los contenidos del alma… importa la siembra en el espíritu… importa lo que la consciencia haya recogido… el alma se acerca a la orilla del océano cósmico y encuentra su barca Selquet… dicha barca siempre estuvo allí, aguardando al ser, hay una barca por cada alma, hay una barca para cada espíritu, hay una barca por cada consciencia… esperando que el ser regresara de su viaje por la vida… el alma sube a dicha barca y se traslada por la eternidad a la que pertenece, dejando en claro que la pertenencia es una cuestión de esencia y de karma… el alma no se puede desprender ni de la esencia ni del karma, porque se pertenecen… por lo tanto, la eternidad que contiene un alma, puede no contener a otra semejante… por lo tanto, se infiere que las eternidades son muchas, tantas como almas hay… en la consciencia de que no solo se trata de almas humanas, sino de almas en general… almas de seres existentes que “existieron” en su tiempo, pero dejaron de hacerlo y regresan a sus respectivos lugares de iniciación… cada esencia se encuentra en una etapa de iniciación, por lo tanto los lugares de procedencia determinan los contenidos de cada destino… qué se vino a hacer con la vida, por la vida, durante ella… lo que se haya sembrado es aquello que se lleva… Nacer es un momento sagrado… Pero ser engendrado, también es un momento sagrado… Vivir es un tiempo sagrado, al que el ser humano no le confiere valor alguno… sólo pocos humanos se dan cuenta y asumen el valor de su tiempo de vida… Por lo tanto, morir también es un momento sagrado… Para los que están viviendo, la muerte aparece como algo trágico, cuando en verdad se trata de algo natural… esto es que se consumó el destino pendiente y es hora del regreso a la eternidad… es hora del regreso a la impermanencia… El destino es un rollo que llega con el momento de ser engendrado, y se va desenrollando poco a poco, lentamente, un poco más rápido, volviéndose vertiginoso, y después ralentizándose a medida que se envejece… allí el destino se enrolla nuevamente y se va con el karma y con la esencia… regresa al cosmos… regresa a la eternidad… regresa al lugar de donde emergió oportunamente… cada alma vibra junto a una estrella… cada alma gira junto a un planeta que no es éste, la Tierra… el movimiento es parte del secreto de la existencia universal… todo se mueve, por lo tanto, cada ser también lo hace… Para los tibetanos, el conocimiento de la muerte es similar al de los egipcios de las pirámides… aquellos egipcios del inframundo son contemporáneos de los tibetanos, ya nadie recuerda a qué tiempo pertenecieron… existieron en otro contexto humano y en otra realidad terrestre… Los egipcios de las pirámides no son los egipcios de los arqueólogos, tampoco el de los antropólogos, mucho menos el del turismo, por lo tanto dichos conocimientos no pueden ser datados ni atados a ninguna dinastía de las reconocidas por la historia… sólo Dios sabe a qué tiempo pertenecen, pero indudablemente, el tiempo de las datas no se corresponde con el de aquellos conocimientos… y seguramente el libro de los muertos, mal traducido a los distintos idiomas actuales, encaja sólo con el tiempo de las pirámides… de hecho, nadie sabe nada acerca de ellas, las pirámides… y ellas hablan por sí mismas, del mismo modo que lo hace el libro de los muertos… así como las pirámides representaron una fuente de vida para una etapa humana perdida en la noche de los tiempos, del mismo modo, el libro de los muertos fue un mensaje para reconocer la importancia que tiene la misma de cara a la presencia de la esencia en la eternidad… La muerte era muy importante entre los antiguos egipcios, mucho más que la propia vida… la vida era un juego, mientras que en la muerte se revelan los verdaderos contenidos del espíritu, del alma y de la consciencia… La muerte era muy importante entre las culturas antiguas, mucho más que la propia vida, y así dejaron testimonio de ello a cada paso… un conocimiento que la humanidad perdió con el advenimiento del imperio romano y la aparición de la iglesia católica… ambos contribuyeron a que dichos conocimientos se extraviaran, se confundieran, se volvieran trágicos… a partir de ellos, la muerte dolió en los vivos y fue incomprensible para los muertos… Entre los antiguos tibetanos, los de los reinos desaparecidos, también la muerte figuraba entre los conocimientos fundamentales… la vida no era tan importante como la muerte… y así como nacer demandaba tiempo cósmico y tiempo terrestre, morir demandaba tiempo estelar y universal, y así dejaron constancia de ello en su reconocido libro de los muertos… En el libro de los muertos, el regreso a la eternidad demanda pocos días humanos, algunos días humanos, muchos días humanos, dependiendo ello de los contenidos de la esencia, dependiendo ello de los contenidos del karma, dependiendo ello de lo que se haya sembrado en el alma, en el espíritu y en la consciencia… tres días humanos… siete días humanos… nueve días humanos… o quizás meses si el alma estaba extraviada al momento de la muerte… lo que se recita es el encuentro con el “túnel” y el viaje a la eternidad portando el rollo del destino debidamente cumplimentado… el “túnel” es en verdad un cordón umbilical con el más allá del cual se provino… dicho cordón umbilical es parte de la eternidad de la cual se proviene, por lo tanto sólo se cierra cuando se produce el regreso, nunca antes, nunca después… siendo que dicho cordón umbilical permanece abierto desde el preciso instante en que sé es engendrado y hasta que la existencia se consuma con la muerte… el destino se conecta con la existencia a través de dicho cordón umbilical, que las personas identifican como el “túnel” … para quienes lo recuerdan gracias a alguna experiencia límite… para quiénes lo han visto y han relatado dicha experiencia… para quiénes lo sienten unido a sus respectivas almas… para quiénes lo perciben presente adherido al mal llamado tercer ojo… de hecho, el túnel existe y se trata de un cordón umbilical cósmico que conecta a la eternidad con el ser existente… cuando se consuma el destino, el ser deja su condición para regresar a la impermanencia que lo caracteriza… hasta la próxima vida… La impermanencia se vincula a lo cósmico… un alma en su universo… un espíritu en su universo… una consciencia en su universo… una esencia en su universo… un karma en su universo… por lo tanto, cada alma regresa al universo al que pertenece… universos que no pertenecen a esta dimensión… universos que no figuran dentro de este paralelo de existencias… universos donde las cosas funcionan de manera muy distinta a como funcionan las cosas en la Tierra… En el cosmos de la impermanencia, no hay ego que valga… no hay ostentaciones del poder ni hay muestras de ello, porque no hay a quien gobernar, porque no hay a quien mandar, no hay quien someter, no hay a quien despojar, no hay nadie para poder quitarle nada, no hay bienestares que avasallen a los otros, no hay comodidades que apabullen a los otros, no hay bienes ni cajas de seguridad, no hay bancos ni dineros que destaquen a los unos por sobre los otros… no hay piletas de natación ni baños… por lo tanto las almas se reúnen según sus estados de consciencia… los estados de consciencia se identifican con la calidad de las esencias… la calidad de las esencias se corresponden con los contenidos de los karmas… por lo tanto, donde va uno no va el otro… por lo tanto reinan las afinidades tanto como las correspondencias… por lo tanto dominan los contenidos de las siembras, la condición de los huertos, las semillas sembradas en ellos, los cuidados que recibieron los brotes, y numerosos etcéteras que hacen a la existencia de las personas… https://www.facebook.com/sedemiuqse ► La pintura pertenece a María del Carmen Conde Quintela (Sedemiuqse) | ESPAÑA, Galicia http://carmenmolins1.blogspot.com/ https://sinaclaraciones.blogspot.com/ Regresar al cosmos, es entonces, regresar a la verdadera vida… La muerte no es una condena sino una revelación… La muerte no es una tragedia sino una liberación… La muerte es un salto de calidad hacia un tiempo donde el mañana no existe… En realidad, no se trata de ningún libro de los muertos, sino de libros donde se cuenta cómo es la vida eterna… En verdad, no se trata de la tragedia de la muerte, sino de las vicisitudes del regreso a la calma… La impermanencia es la verdadera vida… lo de la Tierra, no es más que un destino aprobando exámenes…

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