Yonqui William S. Burroughs

https://www.anagrama-ed.es/libro/cm50/yonqui/9788433902504/CM50_22 Pero, según Yehya, no es hasta la última década del siglo XIX que aparecen los primeros registros modernos de escritura vivencial de la experiencia psicotrópica, «experimentos autoinfligidos [que] seguían un protocolo definido, como si se tratara de inmersiones en lo desconocido, que se relataban en primera persona, usualmente a partir de anotaciones hechas durante el viaje con papel, pluma y cronómetro» (Zambra usará año más tarde el mismo proceso, aunque recurriendo esta vez a los sms que manda a sus conocidos bajo los influjos del teonanácatl). Así, el primer autor moderno que detalló su experimentación con drogas es Silas Weir Mitchell, escritor y médico, considerado el padre de la neurología estadounidense, que en 1898 describió sus viajes con la mescalina. Desde entonces, el género se ha nutrido de plumas tan ilustres como las de Antonin Artaud, que en 1936 contó sus prácticas con el peyote en Los Tarahumara; Simone de Beauvoir, que en 1960 describió en La plenitud de la vida el mal viaje de su compañero Jean-Paul Sartre (también con la mescalina); William Burroughs, que narró su experiencia con la ayahuasca en Yonqui y en la correspondencia con Allen Ginsberg que se publicaría bajo el título Las cartas de la ayahuasca; y tantos otros más como Anaïs Nin o Aldous Huxley.