
fue así que mientras un coro de monjes recitaba cánticos con el "Om Mani Padme Hum", conversaba con el monje que me había tocado... curiosamente los cánticos no eran molestos y hasta por el contrario, eran necesarios y adecuados... ellos repetían la plegaria una y otra vez en diferentes tonos, unos sentados en círculo y otros en esfera, al tiempo que otros giraban en contra de las agujas del reloj por siete veces, para luego hacerlo en sentido contrario por otras siete, repitiendo una y otra vez el ejercicio que entendí como "vibratio de Jericó"... porque cuando lo ví por primera vez eso fue lo que vino a mi memoria, sólo que allí no había trompetas ni de bronce ni de oro, siendo que distintos monjes sostenían tonos graves mientras los anteriores daban sus plegarias a un más allá intangible, pero de alguna manera perceptible...

el monje no guardaba rostro y el frío era realmente importante... dejando en claro que el Stupa del Itey permanecía en suspensión entre una y otra realidades, la terrestre y la contigua... en algún momento me parecía que allí no había piso (suelo) y que los muros en verdad eran parte del pensamiento de los monjes para repararse de un clima extremo, insoportable para cualquier humano en su condición de tal... ambos hablábamos en dirección a lo que aún no tiene lugar, eso que no ocurre porque no es el momento para que lo haga... se va en la dirección correcta pero se debe esperar por la manifestación de los hechos esperables, seguramente inesperados para hombres y mujeres de la Tierra, pero no para ése lugar desde donde se puede ver con suma claridad la vida de los otros mientras cursan sus destinos... no se puede intervenir excepto que "alguien" habilite a ello... sólo se puede observar y determinar las trayectorias de las intenciones, las conductas, las palabras y sus consecuencias... incluso se pueden ver los pensamientos mientras estos están teniendo lugar...

el monje no guardaba rostro, permanecía en trance compartido y el frío era realmente importante... pero también lo era la necesidad de permanecer descalzo... en un vaivén de ideas que sonaban a catarata, el monje habló y dijo: el estatus del "trakavango", ¿lo conoces?... el "trakavango" compone aquella realidad que no puedes modificar, excede lo humano... donde "traka" es realidad en aquel dialecto no humano que dio origen al sánscrito conocido... y donde "vango" es un plano de realidad inevitable que no debe ser ni puede ser alterada... revistiendo un carácter indefectible... escucho con atención... y sigue... el estatus del "trakasucho", ¿lo conoces?... el "trakasucho" compone la realidad en la que puedes intervenir sin participar, puedes desviar los hechos pero no puedes estar en ellos... puedes evitar algo desde lo intangible pero no puedes hacerlo manifestándote... donde "traka" es la realidad, apelando a un término propio del dialecto que dio origen al sánscrito humano, pero donde el dialecto no era humano... y donde "sucho" es un plano de la realidad potencialmente evitable, que puede ser alterada por motivos correctivos que afectan a la vida de los terceros en sus tránsitos, siempre que dichos terceros sean humanos viviendo sus destinos... donde ellos asumirán que "algo los salvó" en el momento preciso... siempre... siempre la intervención deberá proceder desde lo atemporal hacia lo temporal... y jamás el humano tendrá consciencia de que hubo una intervención... el humano asumirá el hecho divino, y luego olvidará y hasta negará que el hecho haya tenido lugar... atiendo las sentencias del monje del Stupa del Itey mientras el frío pende sobre el alma...

sigue... el estatus del "trakadengo", ¿lo conoces?... el "trakadengo" compone la realidad que pudiendo ser alterada no es conveniente que sea corregida... donde "traka" es realidad, término del momento antecesor a la lengua sánscrita... y donde "dengo" hace referencia al sentido de oportunidad donde un sabio entiende que no se debe intervenir y/o sí es conveniente hacerlo desde el plano de la observación contemplativa... la intervención significa afectación... porque si se interviene se modificará el curso de las experiencias tanto como de los acontecimientos y sus circunstancias... porque si no se interviene tendrá lugar lo que ya estaba escrito que debería suceder... reconociendo la importancia de lo "modificable" de aquello que no lo es porque reviste tal condición... ¿comprendes la diferencia?... pienso pero no respondo... allí las palabras están de más...

sigue... el estatus del "traka" tiene conexiones a la realidad que vibran en ondas que se traducen en frecuencias... luego aparece el plano del "trakasengho"... una latencia donde reconoces que no puedes intervenir en la simultaneidad de los planos porque las geometrías son asincrónicas... ¿qué es el sengho?, se trata de una realidad distorsiva... donde lo inevitable no puede ser siquiera tocado para producir un desvío... no puedes obviar los "momentos" del "traka"... porque los humanos pierden consciencia de ello cuando superan los cuatro años de edad y entonces "borran" la memoria del karma que los llevó a nacer, esto es el motivo que los movilizó a ser engendrados para participar del ilusionismo de la esperanza... en dicho plano pierden consciencia de la eternidad y se sumergen en el hoy, donde les pesará el pasado y los consumirá la incertidumbre del futuro que aún no tiene lugar... los humanos hablan de ello como la "duda"... pero dicho estado es una
especie de doble hélice de lo trascendente y lo intrascendente, formando un ovillo que no se puede dilucidar...

Árbol ginkgo de 1500 años de antigüedad en Enshi, Hubei
#autumn #Bellezachina

claro... desde luego... me quedo con el trakavango... y ya nada existe... una vez más Shangri-La regresa a lo invisible... una vez más estoy obligado a regresar a mi cuerpo... una vez más... ¿preguntas?, no son necesarias, me sobran las respuestas. ah!, me olvidaba decirte... las pirámides no son humanas, estaban aquí cuando los humanos fueron transplantados, y para entonces, ya eran antiguas. NOVIEMBRE 21, 2016.-
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