La Residencia de Montaña de Chengde
La Residencia de Montaña de Chengde, en la provincia de Hebei, fue el refugio estival de los emperadores de la dinastía Qing y alberga el jardín imperial más grande que se conserva en el mundo. Desde 1994 forma parte del Patrimonio de la Humanidad.
La Residencia de Montaña de Chengde está ubicada al norte de la ciudad de Chengde, en la provincia de Hebei, a unos 230 kilómetros de Beijing. El que fuera tiempo atrás refugio estival de los emperadores de la dinastía Qing, donde veraneaban y administraban los asuntos políticos, alberga hoy en día uno de los jardines imperiales más grandes que se conservan en el mundo. Junto con el Palacio de Verano (Beijing), el Jardín del Administrador Humilde (Suzhou) y el Jardín de Liu (Suzhou), es uno de los cuatro jardines con más renombre de China.
Al hablar de la Residencia de Montaña de Chengde (承德避暑山, Chéngdé bìshǔ shān) es imprescindible mencionar el Coto de Caza Mulan (木兰围场, Mùlán wéichǎng), situado en el distrito autónomo manchú y mongol de Weichang, perteneciente a la ciudad de Chengde. Esta zona limita con las praderas de Mongolia Interior. Es por ello que, desde la antigüedad, ha destacado por tener un buen fengshui, así como por su variada fauna y abundante flora. Con el fin de intensificar la administración en las regiones de Mongolia y fortalecer la defensa fronteriza del norte, el segundo emperador de la dinastía Qing, Kangxi, mandó crear en 1681 un coto de caza imperial de más de 10.000 km2, conocido como el Coto de Caza Mulan. Su nombre proviene de una combinación de chino mandarín y manchú. En manchú, mulan “reproducir el sonido del ciervo” alude a un método de caza que consiste en imitar el sonido del ciervo mientras se portan unos cuernos en la cabeza; pero con el tiempo la palabra ha tomado un sentido más amplio y se refiere a la caza. La palabra weichang hace referencia al coto de caza.
En la etapa inicial de la dinastía Qing (清, 1644-1911), el emperador reunía anualmente a funcionarios de alto rango, nobles y soldados a dicho coto para realizar cacerías con el objetivo de entrenar a su ejército en tradiciones populares como el uso de la caballería y el arco. Esta actividad conocida como “cacería otoñal Mulan”, equivaldría a las maniobras militares que se realizan en la actualidad. De hecho, durante los más de 140 años que van desde los emperadores Kangxi hasta Jiaqing, se llevaron a cabo 105 cacerías imperiales en dicho lugar. Un ejemplo pictórico de ellas es el cuadro Cacería otoñal de Qianlong, que se encuentra entre la colección del museo de la Residencia de Montaña de Chengde, pues en él se esboza una grandiosa escena de caza de la época.
Con el fin de facilitar la organización de las cacerías y satisfacer las necesidades de alojamiento y comida para miles de personas y caballos, se construyeron varias residencias imperiales a lo largo del trayecto entre Beijing y el Coto de Caza Mulan. En 1703, el emperador Kangxi llegó junto con su equipo a la zona donde se asienta a día de hoy la Residencia de Montaña y decidió construir allí una nueva residencia imperial llamada Rehe (热河, literalmente “río caliente”; puesto que toma el nombre de las fuentes termales que desembocaban en el curso superior y medio del río Wulie que pasa por Chengde). La primera fase de la edificación terminó al cabo de 5 años, y constituye la base de la Residencia de Montaña de Chengde. Su dimensión definitiva ocupa el doble de la superficie del Palacio de Verano de Beijing. Desde entonces, los primeros emperadores de la dinastía Qing veraneaban allí año tras año, y no regresaban a Beijing hasta que la temporada de caza otoñal en Mulan terminaba. De hecho, los líderes de la corte pasaban casi medio año en esta residencia donde se encargaban de los asuntos administrativos, haciendo de este lugar el segundo centro neurálgico de la política china después de Beijing.
Este retiro estival se encuentra a poca distancia de Beijing, capital de la China imperial. Por el norte comunicaba con Mongolia, lo que facilitaba el contacto con las tribus autóctonas; y por el noroeste, facilitaba la comunicación con la etnia hui e incluso con Xinjiang. Además, la residencia conectaba con el noreste de China en dirección al este y también hacia el sur se podía manejar y controlar la situación de la Llanura Central. De esta manera, el emperador Kangxi logró combinar su sistema político con las complejas estrategias de carácter militar y lo escondió en este silencioso jardín situado fuera de la Gran Muralla.
La Residencia de Montaña de Chengde se caracteriza por la perfecta simbiosis entre pabellones imperiales y jardines reales. Las colinas que se alzan al noroeste recuerdan al Tíbet y Xinjiang; el jardín de árboles del centro de la residencia parece una miniatura de los prados mongoles o de los bosques del noreste de China; asimismo, los edificios destacan por el estilo típico del sur del país. La configuración del terreno que ocupa la residencia presenta un descenso lineal de oeste a este, una característica topográfica que coincide con el relieve territorial chino. Así, la Residencia de Montaña parece la imitación de una maqueta en relieve de China, que sigue el modelo del imperio unificado de la dinastía Qing.
Con una superficie de más de 5 millones de metros cuadrados, la Residencia de Montaña de Chengde se divide en dos secciones principales: la de palacios y la de jardines. La parte palaciega está integrada por cuatro conjuntos arquitectónicos: el Palacio Principal, el Pabellón Songhe, el Palacio Wanhesongfeng y el Pabellón del Este. La sección de jardines está compuesta por la zona del lago al sudeste, la zona montañosa al noroeste y la pradera al noreste. La residencia cuenta con 36 puntos paisajísticos bautizados por el emperador Kangxi y otros 36 por el emperador Qianlong, el conjunto de los cuales se conoce como los “72 paisajes de la Residencia de Montaña”.
La construcción duró casi 90 años, un periodo que precisamente coincidió con la “Edad dorada Kangqian (la época de gobernación entre los emperadores Kangxi, Yongzheng y Qianlong)”. Esta era conocida como “Gran Qing” por los historiadores occidentales y fue muy próspera para la dinastía Qing pues había un alto grado de estabilidad social, un elevado crecimiento económico y demográfico, y una considerable expansión del territorio nacional.
El emperador Kangxi demostró su afán de estudio y diligencia para gobernar el país así como su talento al diseñar estrategias. Convencido de los beneficios de la medicina moderna, él mismo aprobó la fabricación de medicamentos occidentales en la corte. Además, su afición por esta cultura le acercó a misioneros europeos como Ferdinand Verbiest, Tomás Pereira, Joachim Bouvet o Jean-François Gerbillon, para estudiar disciplinas tales como astronomía y el paso del tiempo, matemáticas, medicina, química, pintura y música. Durante sus estancias en la Ciudad Prohibida de Beijing y en la Residencia de Montaña de Chengde, el emperador Kangxi solía estudiar, tanto la geometría de Euclides como la de la obra del científico francés Ignace-Gaston Pardies, Élements de géométrie, con el objetivo de contrastar y comparar las diferencias. Mientras tanto, el emperador se encargaba de revisar las obras matemáticas occidentales traducidas al chino mandarín y al manchú, así como de impartir clases de matemáticas entre los funcionarios de la corte. Kangxi también ordenó la formación de delegaciones de misioneros y funcionarios chinos para viajar por todo el país con el fin de llevar a cabo un estudio topográfico y elaborar el “Mapa global del territorio imperial”, que constituiría el primer mapa chino que incluía longitud y latitud.
Durante la época de Kangxi, un misionero italiano llamado Matteo Ripa ejercía de pintor para la corte. El italiano llegó a China antes que su compatriota Giuseppe Castiglione, y fue él quien recomendó al emperador Kangxi a su paisano. Al terminar la construcción de los 36 puntos paisajísticos de la residencia de montaña, Kangxi le mandó a Matteo pintar cuadros basados en dichos paisajes. El resultado fue el Cuadro real de la residencia de montaña, una pintura de gran prestigio mundial, que fue grabada con ácido sulfúrico. Más tarde, el pintor italiano llevó este grabado en cobre a Europa, haciendo que, por primera vez, el arte de los jardines chinos pudiese aterrizar en este continente a través de imágenes. Casi en la misma época, las tradiciones folklóricas, la cultura, la construcción y la indumentaria de la dinastía Qing también se convirtieron en símbolos de moda en Europa e incluso el emperador Kangxi fue considerado en el continente como una figura oriental relevante.
Qianlong –el nieto del emperador Kangxi– recibió desde su infancia una educación basada en la cultura tradicional de la etnia han, lo que le hizo especialista en las obras clásicas más relevantes: poesía, canciones, caligrafía y pintura. La ampliación de la residencia se llevó a cabo por orden de Qianlong con la construcción de nuevos puntos paisajísticos. Mención especial cabe otorgar a la puerta “Lizheng”, una puerta sobre la cual hay una piedra con la inscripción “Puerta de Lizheng” (丽正门), tres caracteres tallados por el emperador en persona, y escritos en manchú, tibetano, mandarín, uigur y mongol. Ello pone de manifiesto que el Imperio Qing era una sociedad unificada y multiétnica. Durante su visita al sur de China el emperador Qianlong se quedó prendado del bosque de los Leones (狮子林, Shīzi lín) de Suzhou, y por ello ordenó realizar una réplica, el Wenyuan Shizilin (文园狮子林), al este de la residencia, y tomando como base los planos del jardín de Suzhou. Lo mismo ocurrió con el pabellón Wenjin (文津阁) dedicado a la colección de libros, réplica del pabellón Tianyi de la ciudad de Ningbo, en la provincia de Zhejiang.
El templo Putuo Zongcheng (普陀宗乘) es el más grandioso y con mayor superficie de todos los templos de la residencia. “Putuo Zongcheng” es la traducción de la palabra tibetana “Potala”, lo que revela que este templo, conocido también como el “pequeño Potala”, se construyó siguiendo el modelo del tibetano pero a escala reducida. Dentro del templo existe un pabellón donde se encuentran dos estelas enormes, en cuyos laterales hay inscritos textos elaborados por el emperador Qianlong en manchú, mandarín, mongol y tibetano. Estos grabados, titulados respectivamente “La memoria del retorno de Torghut” y “La memoria del bienestar de Torghut” relatan la historia del regreso de la tribu torghut a su patria, cuyos 170.000 miembros volvieron en 1771 desde el curso inferior del río Volga tras más de 140 años de exilio. Precisamente fue en el Jardín de Árboles y el pabellón Danbojincheng donde el emperador Qianlong atendió al líder de esta tribu, Wo Baxi, y le acompañó al templo Putuo Zongcheng para asistir a las ceremonias religiosas. Los cuadros elaborados por Giuseppe Castiglione El banquete en el jardín de árboles, El carrusel y Retorno hacia el este son un buen reflejo de esta historia.
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- Viajar a China con todos los reportajes de viajes la Revista Instituto Confucio – ConfucioMag
Publicado originalmente en: Revista Instituto Confucio.
Número 29. Volumen II. Marzo de 2015.
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