sábado, 7 de septiembre de 2019

LA LUNA EN EL CORÁN – La Voz del Árabe

LA LUNA EN EL CORÁN – La Voz del Árabe

La Voz del Árabe





LA LUNA EN EL CORÁN

 
La luna creciente o medialuna  se considera como un símbolo que representa al Islam, pero el creciente y la estrella juntos son de principio tradicionales símbolos de la identidad turca.
Quizá ningún otro objeto natural ha sido tan reverenciado, desde periodos tan antiguos, como la Luna. Por regla general su símbolo ha sido la medialuna creciente, ya que el círculo que representa la luna llena podía confundirse con los símbolos solares.
LA MEDIA LUNA ES UN SÍMBOLO MUY COMÚN EN EL MUNDO ÁRABE. Erróneamente se piensa que la luna creciente, así como la estrella, son símbolos oficiales del Islam, pero no es cierto.
La luna creciente o medialuna  se considera como un símbolo que representa al Islam, pero el creciente y la estrella juntos son de principio tradicionales símbolos de la identidad turca.  Ambos eran, simplemente, el símbolo del Imperio Otomano y no del Islam, pero dada la hegemonía que éste tuvo en el Mundo Árabe y musulmán, tanto la luna como la estrella fueron adoptadas posteriormente por muchos países árabes en sus banderas
El origen de este símbolo, la medialuna, hay que buscarlo en la tradición pre-islámica, si bien alcanzó auténtica repercusión en los siglos XII y XIII, con el advenimiento del Imperio Otomano en Asia Menor, la cual figuraba en su bandera, y sigue figurando en la de la actual Turquía. Algunos autores buscan su origen hasta en la tradición sasánida.
La adoración lunar se practicaba en la península arábica al menos desde el año 2000 antes de la era común. Su símbolo más utilizado era el de la media luna creciente. En la Arabia pre-islámica la diosa luna era tan importante que su emblema llegó a representar el país entero, y lo sigue haciendo, como muestra la luna creciente de las banderas islámicas. Como Manat, la vieja madre luna de la Meca, alguna vez reinó en la fe de todos sus hijos, quienes también la llamaban Al-Lat, la Diosa. Este nombre fue masculinizado como “Allah”, quien prohíbe a las mujeres entrar a las mezquitas que algunas y más antiguas fueron construidas sobre templos de las sacerdotisas de la luna.
Los babilonios y asirios, del creciente fértil (una región entre el Tigris y el Éufrates) adoraban a la diosa luna Manat, al menos en sus principales ciudades como Ur o Hannan y que denominaban bajo nombres como Sin, Suen o Nannar. Su simbolismo, el de la media luna creciente. En la Meca pre-islámica, existía un dios llamado Hubal que presidía el culto a los 360 ídolos que allí se daba, Hubal era el dios de la luna (masculino) este ídolo lunar se colocaba sobre el tejado de la Kaaba, lugar de peregrinación idolátrico de las tribus pre-islámicas de Arabia.
El Corán mismo emplea un simbolismo lunar. La luna (en arábico Qamar) se menciona muy frecuentemente en el Corán. Como el sol, es uno de los signos del poder de Allah. Creada por Allah, la luna le rinde homenaje. Allah, la ha sometido a los hombres para medirles el tiempo, en particular mediante sus fases. Su ciclo permite el cálculo de los días. Pero en el día del juicio se verá partirse la luna, se juntará con el sol y se eclipsará. Existen dos calendarios en el islam; uno solar, para las necesidades de la agricultura; otro lunar, por razones religiosas, ya que la luna regula los actos canónicos.
Las fases de la luna y la media luna evocan la muerte y la resurrección. Ibn al-Mottaz, diez siglos antes que Víctor Hugo, dio con esta imagen célebre: Contempla la belleza de la medialuna que, recién aparecida desgarra con sus rayos de luz las tinieblas. Como una hoz de plata, que entre flores que brillan en la obscuridad, cosecha narcisos.”
Lo primero que nos llega a la mente cuando se quiere describir una cosa excesivamente bella y mostrar su extrema perfección es decir un aspecto semejante a la luna. Para los pueblos del desierto, nómadas y caravaneros, la noche trae el reposo y frescura que no tienen durante el día, la noche es contenedora y dulce. Se le considera el guía de las noches. Al parecer, la idea del destino del hombre en la tierra, la transitoriedad de la vida y la luna llamaron la atención de la imaginación de los beduinos y se convirtieron en uno de los temas más frecuentes de la poesía árabe. No es, pues, de sorprender, afirma Jairath Al-Saleh en su libro “Ciudades fabulosas, príncipes y yinn de la mitología árabe” (cuarta edición 1990/28, edit. Anaya) que Manat, la diosa de la luna, la muerte y el destino, fuera una de las divinidades más antiguas de Arabia.
Los musulmanes dan mucha importancia a la luna y sus apariciones y sus puestas en casas para construir su calendario. El calendario musulmán es lunar, y los meses empiezan con la aparición de la luna creciente.  En el Islam además hay  un calendario lunar para las festividades religiosas y otro solar para la agricultura. Las letras del alfabeto se diferencian en solares y lunares.
El Corán emplea un simbolismo lunar en que las fases de la luna y la media luna evocan la muerte y la resurrección. Aquí tenemos una hermosa frase de Jalal-od Din Rumi (muerto en 1273), dice: “El Profeta refleja a Dios como la luna refleja la luz del sol. Así el místico que vive del fulgor de Dios se asemeja a la luna, por la cual se guían de noche los peregrinos”.
En la religión islámica el hilal o luna creciente es uno de los símbolos más sagrados del Islam, su grosor determina cuándo se deben realizar ciertas prácticas religiosas. El Corán dice que “existen estaciones fijas para la humanidad y la peregrinación” (2:189), así la aparición del hilal representa la llegada de un nuevo mes en el calendario islámico que se rige por las fases de la luna donde el primer día lunar es marcado por la peregrinación de los musulmanes hacia la Meca.
“Ellos preguntarán acerca de las fases de la luna, di: sirven para indicar a los hombres el tiempo y la peregrinación”  (2:189).  En la lengua árabe, la luna se diferencia en sus tres etapas, la luna desde su nacimiento, es decir, el día de su salida como media luna pequeña hasta que toma su forma final circular, para llegar a esta última etapa.
  1. Su forma en los primeros días (media luna) ” HILAL”
  2. Cuando la luna representa justo un medio circulo se llama entonces ” BADR”
  3. Cuando toma su forma circular se llama “QAMAR” (luna)
El hecho de que la Luna parezca hilar y deshilar en ese cambio de fases, da la idea de que detrás de ese astro que es uno, hay también tres. En su libro “Las Madres”, Briffault ve detrás de la diosa Madre de Arabia, Manat, (la deidad mencionada al principio), vista bajo la forma de tres vírgenes sagradas que Muhammad admite en la primera versión del Corán: Al-Ilat, Al-Uzza y Mawat (consideradas como hijas de Allah). El profeta alaba su función mediadora pero luego se retracta viendo que la mediación de estas figuras, por más que en jerarquía estuvieran muy por debajo de Allah, socavaba de alguna manera la supremacía única de Dios.
A continuación una aleya el Corán donde Allah dice: “Y a la luna le hemos fijado casas [Veintiocho casas por las que va pasando cada día del mes lunar: Se corresponden con las constelaciones en las que se proyecta. Luego deja de verse un día o dos hasta aparecer de nuevo en el creciente del nuevo mes lunar.], hasta que se hace como una rama de palmera vieja (40) No procede que el sol alcance a la luna, ni que la noche se adelante al día. Cada una va en una órbita”. (Corán 36:39-40).
LA MEDIA LUNA convivió durante mucho tiempo con otros símbolos, algunos muy populares, como la “Mano de Fátima”, inscripciones del Corán “estandarizadas”, animales y bestias: leones, águilas, perros, dragones (introducidos por los turcos), o los variados símbolos usados por la élite de los mamelucos entre los siglos XIII y XVI.
Con el tiempo parece que la media luna se ha ido consolidando como símbolo musulmán por excelencia. Actualmente es considerada como un símbolo del Islam. Generalmente se coloca un “alem” al tope de los minaretes que tiene esta forma. El islam cree que la adoración a símbolos u objetos materiales va en contra del monoteísmo. Si bien no son aceptados como símbolos religiosos, sí se les puede considerar parte de la simbología de la cultura árabe.
NOTA: El Islam  es una religión monoteísta abrahámica cuyo dogma de fe se basa en el libro del Corán, el cual establece como premisa fundamental para sus creyentes que «No hay más Dios que Allah y que Mohammed es el último mensajero de Allah». La palabra árabe Allah, significa ‘Dios’ y su etimología es la misma de la palabra semítica El, con la que se nombra a Dios en la Biblia.
En las imágenes podrás ver las banderas árabes que llevan la media luna.
Imagen: LVÁ / Información: EL SANTUARIO DEL ALBA: El Santuario del Alba – Wikipedia – 2:189 – Sagrado Corán – Luna (Jean Chevalier – Alain Gheerbrant, diccionario de símbolos) – Briffault, Robert | Ediciones Siglo Veinte., 1974. – The Oxford Dictionary of Islam (2013).
La Voz del Árabe (LVÁ) – ISLAM – Cd. de México, julio 26 del 2019

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