CONVERSACIONES DE ÁNGELES©…
Memorias de encuentros en el Tíbet
Autor: Víctor Norberto Cerasale Morteo®
DE LOS COROS (DE ÁNGELES)
Crédito:
Carmen Conde Sedemiuqse Esquimedes
Nadie lo imagina, o quizás sí lo hace… los ángeles se reúnen a medida que va amaneciendo en cada lugar de la Tierra… nadie los ve, pero se ellos se juntan en una playa o en una colina… se juntan al borde de un acantilado o en una llanura… se juntan en una pradera o en un valle… siempre encuentran el paralelo simultáneo que los recoge en el pensamiento… se juntan por muchos… en un rito que dura cuatro minutos terrestres… entonces, mirando hacia el SOL que despunta, se unen en una comunión donde el pensamiento agradece el nuevo día de los que están vivos, respirando, sus custodiados, aquellos de los que deben dar testimonio… elevan un sonido eterno como si se tratase de una tuba que va in crescendo, elevando el tono hasta que el sonido se expanda por el universo… agradecen por los inocentes tanto como por los conscientes… agradecen las bendiciones que reciben los que transitan sus destinos… agradecen las gracias concedidas y agradecen la gracias no otorgadas por motivos propios de cada eternidad… el rito sucede cada vez que amanece en algún lugar de la Tierra… y dicha elevación confiere sentido al día que atravesará a las almas… dado que la Tierra se mueve, los amaneceres se suceden y también los coros que lo reverencian… ése es un ejercicio de la eternidad…
Asimismo, nadie lo imagina o quizás sí lo hace… los ángeles, los mismos que participaron del rito del amanecer, se vuelven a reunir para despedir al SOL en el ocaso… nadie los ve, pero ellos se juntan otra vez en el opuesto del mismo lugar, playa o colina, borde acantilado o llanura, valle o pradera… se juntan por muchos para transitar los cuatro minutos que dura el ocaso… entonces, mirando hacia el SOL que se sumerge en el horizonte humano y terrestre, agradecen nuevamente por las gracias concedidas durante el día que se consume, así como agradecen por las gracias no otorgadas por motivos de karma o destino… agradecen las bendiciones recibidas por sus custodiados y agradecen por haber transitado un día más… preparándose para la etapa de los sueños pendientes que deben descender sobre cada espíritu mientras dura la noche… dado que la Tierra se mueve, los ocasos se suceden y también los coros en su honor… lo más valioso que el humano recibe al nacer, además de un don y un talento, es el tiempo del que dispondrá para hacer, mientras la vida lo atraviesa…
Los coros son intensos y los sonidos se expanden en la eternidad de la cual proceden las almas que respiran… es una elevación espiritual necesaria a los trayectos, a lo que ha sido en ese día, lo que se ha incorporado como experiencia, lo que se ha descubierto y lo que se ha revelado para contribuir a la suma de las fuentes de cada espíritu humano encarnado… una elevación que prepara el futuro pendiente para convertirse en el siguiente presente, ese que demandará un nuevo rito de amaneceres y un nuevo rito de ocasos… acondicionando las consciencias para las señales que recibirán en sueños prolijamente diseñados para cada navegante de la vida… tratándose de coros de luz donde se produce una comunión que se ubica por fuera del tiempo humano y dentro de un espacio cósmico que alienta a la próxima reunión…
Durante el ejercicio de los coros del amanecer no hay conversaciones entre los ángeles…
Durante el ejercicio de los coros del ocaso no hay conversaciones entre los ángeles…
La comunión consiste en la idea del amanecer y también, en la idea del ocaso… ya que amanecer es una réplica de nacer, de despertar hacia el siguiente paso, de alumbrar el día para alumbrarse en el día… transitar lo que ya está escrito es consumar parte de la ecuación de la vida… y luego, el ocaso guarda la significancia de haber atravesado un día más, cumpliendo con aquello que está anotado en el árbol de la vida… habilita al sueño donde constará un mensaje que se entenderá o no, que se descifrará o no… que se comprenderá o no… pero ello, indefectiblemente, conducirá al siguiente amanecer, algo que no podría tener lugar de no producirse el tránsito por el día presente… parece quizás una tontera, pero no lo es, porque guarda el significado que cada destino tiene para con el concierto de la eternidad de la cual proviene… sin omitir que en dicha eternidad hay espíritus que transitan sus paraísos, así como hay otros espíritus que hacen lo propio con sus infiernos… la eternidad contiene a los unos y a los otros, y cada uno de ellos, más allá de su condición tienen una tarea… una tarea que, en este lado denso, amerita el ejercicio de los coros…
Dar testimonio del amanecer es hacerlo de un nacimiento… un día más se suma a la luz…
Dar testimonio del ocaso es hacerlo de un tiempo que se ha consumado… un presente más se ha despejado, preparando el paso que sigue…
Los ángeles miran al SOL cuando amanece en su trayectoria de cuatro minutos… y los ángeles miran al SOL cuando cae la tarde en su trayectoria de cuatro minutos… en tanto, la órbita de la Tierra da sentido al día cursado por el ser humano… donde el humano entiende que se trata de un día más, siendo que en realidad se trata de un día menos… nadie sabe cuándo se inicia la luz, y nadie sabe cuándo esta caduca dando por consumado los tiempos de cada persona… ellos (los ángeles) pueden mirar al SOL siempre, ya que esa energía los nutre para el tránsito de los testimonios… esos mismos ángeles conocen el inicio del primer amanecer así como conocen el fin de los mismos…
Cada día agrega 1.440 minutos a cada vida… y cada día que transcurre es un día que se resta al tiempo concedido por y desde la eternidad…
Cada presente es una enseñanza…
Cada pasado es un agregado al karma…
El futuro pendiente demanda una sucesión de presentes que conduzcan a los sentidos potenciales del aprendizaje contenido en cada vida, en cada destino… en cada presente, aun cuando no haya consciencia de ello, hay una revelación… y dicha revelación porta algo que el karma de cada persona necesita para alcanzar eso que se conoce como futuro, que no es otra cosa que el presente que le sigue… cada presente contiene al menos una señal que el individuo tomará o no… cada presente contiene al menos una revelación que el individuo interpretará o no…
Mientras tanto las ecuaciones deben ser despejadas paso a paso… sin saltear paso alguno… ya que en ellas hay algo inherente al karma de la cual emanan… y así como no se pueden saltear los días, tampoco se puede adelantar el ejercicio matemático del sí mismo… donde la maduración siempre es una cuestión de azúcares…
Los coros dan sentido al día que llega y proporcionan un agradecimiento al día que culmina… hay una conexión cósmica en el coro del amanecer así como la hay en el coro del ocaso… dicha conexión es parte del karma hacia la luz y de esta con la eternidad… algo semejante a una señal de viaje… el viaje de la vida se produce cuando la vida atravesando a la persona va desenvolviendo el rollo del destino, el mismo que ante la muerte se revelará en una fracción de segundo, dejando establecido que todo lo vivido ha quedado estampado en la eternidad…
Los coros son una reverencia a la eternidad… siempre en nombre de quien está siendo custodiado y por quien se dará testimonio… la sucesión de amaneceres da forma a una cuerda, así como la sucesión de ocasos dan forma a una cuerda distinta, que unidas dan lugar a una especie de cinta de Moebius… una geometría que se cierra sobre sí misma…
Cada vida porta su gloria… y su mayor gloria es el silencio ante la eternidad…
Los coros representan una devoción ante los silencios y ante las pausas… la fe representa la comunión de los ángeles ante la eternidad que los contiene, porque ellos ya fueron, alguna vez, y la misión encomendada de custodiar almas es una tarea propia de la esencia de la luz… donde ésta se conjuga con el sonido que emiten los pensamientos al rosarse al modo de la música de las esferas…
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