lunes, 26 de junio de 2023

AL MARGEN DEL OLVIDO © By Víctor Norberto Cerasale Morteo® [MEMORIAS REVUELTAS]

AL MARGEN DEL OLVIDO © By Víctor Norberto Cerasale Morteo® [MEMORIAS REVUELTAS]
Imagen crédito: Carmen Conde Sedemiuqse Esquimedes https://www.facebook.com/sedemiuqse https://www.facebook.com/photo/?fbid=10226336513030911&set=a.3763479457252 Al detenerse, uno observa cómo se mueven las cosas, incluyendo en ello aquellas que parecen estar quietas… al detenerse, uno mismo observa cómo se mueven las personas dentro de sus circunstancias, siendo que algunas aceptan lo que les sucede, mientras que otras rechazan lo que les toca, algunas descubren las variables, mientras que otras se deprimen y se retuercen, cada actitud define lo que hay dentro de cada una de ellas, y esto pareciera ser inevitable, cada persona es un universo en sí misma, a veces un universo de luz y comprensión, a veces un universo oscuro donde nada es como se lo percibe… al detenerse, uno mismo observa que aquellas mencionadas circunstancias, también están sometidas a fuerzas cuyo origen es desconocido, fuerzas que despliegan energías que jamás son tenidas en cuenta por nadie, pero que alteran o modifican todo lo que tocan, todo lo que alcanzan, generando variaciones que van desde lo matemático hasta lo geométrico, y viceversa, perturbando mucho más que el ambiente, y creando una física que corre por fuera de las leyes de la física que se estudia entre los humanos imbuidos de soberbia académica, de vanidad, de engreimiento… claro está, los ojos no son suficientes para dimensionar el trastorno consecuente, por lo tanto, la persona suele quedar a merced de dichas fuerzas tanto como de dichas energías, ya que estas son invisibles, y nunca son consideradas, porque el ser humano no repara en lo que no ve… a veces, algo se percibe mediante la piel, pero nunca se descifra, por lo tanto el conjunto se disipa y mucho de lo que pudo afectar a las personas, se pierde en el olvido, porque nunca fue tenido en cuenta, pero, pero, sin embargo, sí tuvo lugar, sí sucedió, sí produjo una anomalía cuántica que derivó en un cambio que pasó desapercibido, pero que en algún lado está, ocupando espacio, generando un orden que sigue siendo imperceptible para todos, para muchos, para algunos, dependiendo ello de las perspectivas, las sensibilidades, las capacidades, y las esencias… cada circunstancia, cada hecho en el que uno está incluido, ofrece algo más de lo que se ve, sea mediante los ojos, sea mediante los sentidos… cada circunstancia ofrece un crecimiento, una involución, un estancamiento, o bien, una bifurcación que demandará una decisión, o bien, una alternativa superadora que adelanta el tiempo y lo modifica, o bien, una instancia donde reina la confusión y la persona permanece atrapada en su propio laberinto… todo esto parece ocurrir por fuera, pero en verdad, sólo tiene lugar dentro de la persona… la vida, al atravesar la existencia, le produce un desconcierto que puede ser momentáneo, prolongado, o constante, siendo que a veces se encuentra la claridad y todo se resuelve, o bien, siendo que a veces la claridad no aparece y no se encuentran salidas al atolladero, generándose un laberinto desde donde es imposible salir, o casi… a veces la salida aparece con el tiempo… a veces hay una inconsciencia atemporal que mantiene a la persona secuestrada… dichos escenarios se repiten con cierta regularidad y someten a las personas a un raro estrés donde se ven obligadas a optar por un camino, o bien, asumir una decisión que mude el sentido de la propia circunstancia, o bien, permanecen estancadas sin percibir, ni el túnel, ni la potencial luz al final del túnel… un papel fundamental lo juega la razón, mientras que otro papel fundamental, lo juegan las razones íntimas que dan forma a la esencia de dicha persona, mientras que, yendo más lejos, hay razones que emanan del razonamiento y el análisis, y no debe perderse de vista que, además, algo proporciona el instinto, ese algo indefinible que te hace sentir que la razón no encaja en la circunstancia, y por lo tanto, debe ser desechada… el instinto está en la esencia misma, mientras que la razón es un mecanismo de defensa que suele conducir a un extraño estado de error… Hay una búsqueda más o menos constante que refiere a la presencia de otros humanos… porque se entiende que otros humanos son necesarios, y de tanto imprescindibles para poder transitar la propia vida, muchas veces para justificar el sexo, muchas otras veces para “sentir” una compañía… ya que ciertos vínculos ofrecen reflejos de la propia vida… ya que ciertos otros vínculos proporcionan espejos de la propia vida… de los reflejos se obtiene cierta iluminación… de los espejos se consigue una comprensión de la existencia del sí mismo… a veces ello conduce a un mejor entendimiento del propio ser, y otras veces sólo contribuye a acrecentar la confusión, dependiendo ello de lo que hay dentro del uno mismo… un papel fundamental lo juega la memoria, cuando esta se revuelve… para dicha memoria, puede haber un pensamiento matemático que se adhiere al método y a la lógica, que no siempre, casi nunca, es filosófica… para dicha memoria, u otra, puede haber un pensamiento geométrico que tiene una clara noción de los espacios circundantes y los distantes… para dicha memoria, u otras diferentes, puede haber un despliegue de un pensamiento ordenado que aporta un paso a paso que conduce a la resolución de lo vivido… para dicha memoria, u otras semejantes, equivalentes, o parecidas, puede haber un raro estado de confusión coincidente con otro estado de aturdimiento, que impide entender qué es lo que sucede, y por consiguiente, obstruye u obtura cualquier posible salida… allí caes en la cuenta que a cada expresión de la memoria, hay signos que la definen, no se trata de una memoria, sino de varias… pareciera que se trata de memorias revueltas, pero en verdad, son planos de memoria donde cada ser resuelve su propia existencia, según lo que hay en la esencia de cada persona… allí, quizás, llegas a sentir que esas memorias revueltas tienen, o guardan, más de un plano geométrico, es decir, ocupan mucho más que un espacio, proporcionando reflexiones simultáneas que derivan en dudas y certezas que mueven el fiel de la balanza de las decisiones… pero, justo es reconocer, que también hay memorias revueltas que no tienen relieves, no guardan espacios, y sí aportan huecos que, a su vez, derivan en vacíos que confunden a la persona, paralizándola, inmovilizándola, o produciendo anomalías que van más allá del tiempo y del espacio de esa misma persona… en este punto uno podría concluir que las memorias revueltas se limitan a dos grupos, uno que aporta soluciones, otro que detiene y paraliza, pero la vida es demasiado compleja como para que la memoria sea una sola o al menos dos, porque una vez más, eso depende de lo que hay dentro de cada persona, de lo que hay dentro de la esencia, y en definitiva, de aquello que dicha persona porta en su alma… la conclusión resulta ser sencilla, la existencia de cada ser necesita de los demás seres para justificarse a sí mismo, pero dicha conclusión se vuelve compleja cuando caes en la cuenta que, cada ser viene provisto de al menos una memoria… una memoria que pareciera estar conectada con la mente, pero que en definitiva, no lo está… una memoria que pareciera ser parte del cuerpo que contiene a ese ser humano, pero que en verdad no está en él (cuerpo), sino en algo intangible que pertenece a los ámbitos del alma, o del espíritu, donde también reside la consciencia… una memoria que pertenece, a la esencia de esa misma persona, por lo tanto circula por fuera del cuerpo, del corazón, de la mente… donde, quizás, la mente justifica su existencia, pero allí, no está… Es sabido que nadie nace trayendo consigo un manual de instrucciones, mucho menos un manual de uso, ni siquiera un prospecto orientador… por lo tanto, se aprende a ser humano según se desenvuelven las experiencias, siempre de menor a mayor, desde el punto cero donde sé es engendrado hasta el nacimiento, y desde este hasta la muerte… de alguna forma, siempre traumática, se aprende a ser hijo, así como se aprende a ser padre, o madre, o abuelo, o abuela, con distintos grados de complejidad… tanto es así, que los adultos cuentan sus experiencias según lo que han vivido, esto es, según sus propias percepciones de lo que les ha tocado en suerte… según sus propias perspectivas… según el entendimiento que han tenido de sus circunstancias… lo cual proporciona numerosas distorsiones que casi nunca encajan con la realidad que circunscribe al recién llegado, al niño, o al adolescente, que entiende bajo parámetros que le son inherentes, esto es que le son propios, distintos a cualquier visión que provenga de un padre, de una madre, de un abuelo, de una abuela… simplemente, porque cada uno viene a transitar una realidad que le pertenece, y que, casi nunca coincide con cualquiera de las anteriores, que ya arrastran peores alteraciones… cada esencia es única, por lo tanto cada gracia es única, por lo tanto cada destino concedido es único… en dicho contexto, nadie tiene en cuenta la variabilidad de la memoria revuelta, por ese mismo motivo, ni siquiera se da cuenta que esa memoria revuelta, es, en realidad, una memoria generada desde distintos planos de una misma existencia, dando lugar a variadas memorias que suman y restan simultáneamente, o bien, que multiplican y dividen simultáneamente, condicionadas por diferentes fuerzas que responden a un orden que no está dentro de la persona, ni tampoco fuera de ella, sino en el cosmos al que se pertenece… como la conexión cósmica no se ve, a nadie le importa, a nadie le interesa, nadie la considera… limitadas por diferentes energías que emergen de un orden que trasciende cualquier estado de caos, que se manifiesta en cada circunstancia, pero que se mueve a merced de un viento cósmico que sólo está anexado a cada destino, siendo pasible, entonces, de variadas interpretaciones, tantas como humanos hay, tantas como esencias hay, tantas como karmas hay, o bien, tantas como memorias hay, cuidado con esto… una vez más, todo lo que parece estar fuera, en realidad está dentro, por lo tanto, tiene lugar en el seno del propio ser, no en su cuerpo que es prestado, sino en su fibra… esa realidad que parece externa, que se siente externa, es en verdad, interna, porque depende de la percepción de cada uno… depende de los registros de su memoria, no sólo de la memoria presente, sino de una memoria continua que está allí, nadie sabe dónde, pero que todo el mundo dice que pertenece a los ámbitos del cerebro, de la mente, lo cual es un error, porque ya existía antes de venir a vivir… entonces, el cerebro, la mente, como se le ha dado en llamar, no es más que una parte “más” de la máquina llamada cuerpo, que se asume al llegar, y que se descarta al partir… entonces, hay una evidencia notoria que indica que la memoria pertenece al ámbito del alma, no del cuerpo… entonces, hay una evidencia significativa de que dicha memoria viene con el espíritu, por lo tanto no pertenece al cuerpo… entonces, hay una evidencia complementaria que indica que la memoria está unida a la consciencia, más allá del cuerpo humano, y que recae en dicho cuerpo sólo circunstancialmente, hasta que se regresa a ser existencia sin cuerpo, luego todo regresa a la normalidad, y el ser, sin cuerpo, vuelve a su estado original, lumínico, gaseoso, o bien, neblinoso, espeso, o bien, oscuro, denso, dependiendo ello del cosmos del que se provenía desde mucho antes de nacer como humano… entonces, una nueva evidencia se pone de manifiesto… el ser no sólo se reinicia cuando nace, también lo hace cuando muere… entonces, otra evidencia se pone de manifiesto, cada circunstancia que atraviesa a dicho ser, o a cualquier otro, exige un reinicio cada vez que concluye un ejercicio de vida, demandándole al ser un cambio interno… entonces, se agrega una nueva evidencia, que dichos reinicios se suman a lo que ya había en el karma, modificando, por tanto, lo que había en la esencia… entonces, aprendemos algo de todo esto, que la condición humana es sólo algo circunstancial que hace a la experiencia de cada persona, en sí misma, alterando ya no su cuerpo, sino su esencia… Además de una memoria revuelta desplegada en varios planos, caes en la cuenta que el cuerpo sólo es parte de una circunstancia, la propia de cada ser que nace como humano, que se asume como tal, pero que no lo es… por lo tanto, hay tantas memorias como humanos que están viviendo… por lo tanto, el cuerpo sólo es una referencia para saberse humano… por lo tanto, la existencia excede a esto que se entiende como vida, prolongándose por fuera de cualquier cuerpo, sin necesidad de él, sin necesidad de sus funciones, sin necesidad de su metabolismo, sin necesidad de sus necesidades… mira que ocurrencia, resulta que los sentimientos pertenecen a la existencia, no al cuerpo… mira que otra ocurrencia, resulta que las sensaciones pertenecen a la existencia, no al cuerpo… pero mejor aún, es necesario detenerse y reflexionar, resulta que el entendimiento pertenece a la existencia, no al cuerpo, siendo que la perspectiva depende de sentirse constreñido dentro de un cuerpo, pero esa misma perspectiva se modifica, ampliándose, cuando el cuerpo queda por detrás y se regresa al estado original… en medio de ello, cada quien, cada ser, cada existencia, desciende a la Tierra portando su paraíso, o su infierno, tal vez su purgatorio… en medio de ello, cada quien, cada ser, cada existencia, desciende a la Tierra trayendo su jardín, o su hoguera… por lo tanto, al partir de este plano, regresa a su plano original, esto es que vuelve a su paraíso, o a su infierno, esto es que vuelve a su jardín, o a su hoguera… agregándole experiencia a la que ya se tenía, cuya memoria se había extraviado en el tránsito terrestre… te repito, el cuerpo no es más que una circunstancia… te repito, el alma tiene un valor intangible y poco trabajado por el ser humano en su propia condición, poco o nada elaborado, ni siquiera considerado, por ende nunca perfeccionado… pero te agrego algo más, lo descrito, lo dicho, lo expresado, vale para todo tipo de existencias, sea en la Tierra, sea fuera de ella, porque se trata de un régimen cósmico… así es que vale para los humanos mientras están dentro de esa condición… así es que vale para las mal llamadas especies animales, mientras transitan dicha condición… así es que vale para el mal llamado mundo vegetal, mientras transita dicha condición… así es que vale para las rocas tanto como para las piedras, vale para el pedregullo, tanto como para las arenas… pero yendo mucho más lejos, tiene vigencia para cualquier tipo de existencia que el ser humano ni siquiera imagina, porque no está en su memoria, como tampoco está en su esencia, mucho menos en su karma… el cuerpo humano es pobre en sensibilidades, y cuando no lo es, es porque se trata de un ser NO humano, que parece serlo a los ojos del resto de los humanos, pero que no lo es, tanto sea por esencia, como por procedencia, aun cuando haya nacido de madre… el cuerpo humano es pobre en sensaciones, y cuando no lo es, es porque se trata de alguien que ocupa un cuerpo humano, pero en esencia no lo es… el cuerpo humano, a pesar de las soberbias, es muy pobre en capacidades, y cuando es rico en ellas, es porque se trata de alguien que parece humano, pero no lo es… cuesta entenderlo, pero así es… cuesta aceptarlo, pero así es… cuesta admitirlo, pero así es… y las evidencias están delante de las narices de cualquiera, y tan evidentes son, que nadie las acepta como tales, por lo tanto, las niega, las disimula, y sigue de largo, a efectos de no tener que pensar algo que le cambiaría el contenido esencial, que se acepta tal cual es… te insisto, quien tiene dentro suyo un paraíso, permanece en él, pero quien está atrapado en su infierno, queda a su amparo, porque a pesar de las tribulaciones, se siente cómodo, y al hacerlo, se justifica a sí mismo… esas realidades, no se mezclan, porque son opuestas por el vértice… dichas realidades, sólo se combinan, en condiciones propicias, durante su estancia en la Tierra, pero apenas si lo hacen durante un corto trecho, donde el segundo oficiará de victimario, donde el primero cumplirá el rol de víctima, donde el segundo tomará todo lo que satisfaga su conveniencia, y donde el primero cederá lo necesario para quitarse de encima semejante molestia… en los hechos, en la práctica, ambos saldrán hechos, el resultado será igual a cero, y nadie habrá perdido nada, así como nadie habrá ganado nada, pero eso lo sabrán cuando ya no estén acá… lo que para unos es sinónimo de liberación, para otro lo es la comodidad del sometimiento… en la liberación debes cuidar tu propio jardín, mientras que en el sometimiento, te quedas en la propia hoguera… cada esencia sabe por qué lo hace… hay una dramática diferencia en la procedencia de las almas, y eso, justamente eso, no está en el cuerpo… otra evidencia demasiado “evidente”, que desde luego, ni siquiera está en la consideración de alguien… Me veo a mí mismo y tengo la percepción de que estoy en paz conmigo mismo… percibo una clara y definida paz de consciencia, que se traduce en sueños precisos… percibo una constante revisión de un pasado lejano en el que volvería a repetir las decisiones adoptadas oportunamente… percibo una prolija intromisión en el pasado cercano, en el que volvería a tomar las mismas decisiones que me condujeron al actual presente… además, soy consciente de he logrado sintonizar el sí mismo con el uno mismo, promoviendo un abrazo que no está en el cuerpo, sino en el alma… viéndome acompañado por un ser humano que me ama, y a quien amo con la misma intensidad, lo que me une a esta persona no está en la Tierra, puedo sentirlo… observándome rodeado de coincidencias que superan la estancia en la Tierra, y se extienden por el cosmos del cual provengo… sólo yo mismo sé cuánto hay de ese cosmos en mi alma, y no necesito que nadie me lo explique, ni que nadie me lo justifique, ni que nadie me diga qué hacer con eso… he logrado descubrirme, y estoy conforme con lo que he encontrado, porque soy yo mismo, sin contraluces, sin reflejos, y sin espejos, sin grises, sin negros… el papel de mi existencia se explica en lo filosófico, por lo tanto hay extensiones hacia lo físico, hacia lo alquímico, hacia lo astronómico, pero curiosamente, también hacia la condición humana y hacia su calidad perceptible en la Tierra, o bien, hacia su calidad perceptible fuera de la Tierra… desde luego, cada uno entiende lo que quiere de lo que quiere… desde luego, el que usualmente niega su realidad, jamás encontrará respuesta alguna… desde luego, quien utiliza la mentira como mecanismo de vida, niega cualquier evidencia… mientras quien logra descifrar una parte de su realidad, se acercará a alguna respuesta construida a la medida de su espíritu… la diferencia sigue siendo el cosmos del cual se procede… la diferencia sigue consistiendo en los valores que residen en el alma de cada quien… por lo tanto la diferencia, persiste en la existencia en sí misma, sin necesidad de que haya un cuerpo que lo justifique… cada persona es un mundo, dicen por ahí, pero nadie comprende que ese mundo al que se hace referencia, comienza y concluye en esa persona, y en ninguna otra… Las memorias revueltas hacen a cada existencia, y cada existencia tiene sus propias memorias… del mismo modo, las memorias revueltas pertenecen a un alma, a un espíritu, y a una consciencia, sólo una… por lo tanto, se infiere que hay tantas memorias como existencias hay, y que quede claro, cada memoria a su existencia, y cada existencia a su memoria, por lo tanto, esas mismas memorias están más allá de cualquier vida, por lo tanto, pertenecen a la existencia en estado cósmico… Pero se hace necesario ir más lejos… Las memorias revueltas tienen un lado plano… en dicho lado se sitúan las memorias lineales, esto es, las memorias que identifican los olores, las memorias que identifican los sabores, las memorias del sexo, del placer, del dolor, de la comodidad, de la incomodidad, y también las memorias de los sonidos, por lo tanto, la memoria de la música, asimismo la memoria del padecer constante o a intervalos, la memoria del sufrimiento, la memoria de la perspectiva sobre las cosas propias, y las de los otros, la memoria sobre las sensaciones inolvidables, la memoria sobre aquello que se quiere olvidar, pero sigue estando allí… todas ellas contribuyen a distinguir las sensaciones, identificando unas de otras y dándole al ser, un recuerdo de aquello que le permite elegir… las memorias lineales operan por acumulación y se reúnen por grupos, de satisfacción, o de insatisfacción… Pero las memorias revueltas tienen otro lado que no es plano… en este otro lado se acumulan las memorias que proveen relieves… se tratan de las memorias de los hechos, lo que esos hechos proporcionan a unos y otros, ofreciendo perspectivas al uno mismo, que recuerda lo bueno y adecuado de unas geometrías, y lo malo y desproporcionado de otras geometrías… donde, además, aparece la memoria de los tiempos que ofrecen muchos relieves, como por ejemplo el relieve que da sentido a los éxitos, o bien, el otro relieve inverso que da sentido a las derrotas, siendo que los primeros tienen un resultado placentero, mientras que los segundos son desagradables, pero caes en la cuenta que nada se borra, sigue allí aunque lo niegues… la memoria tiene recuerdos apacibles de los primeros, éxitos, pero también tiene registros desapacibles de los segundos, derrotas, aportando sensaciones disímiles que atañen a la experiencia… en este lado se sitúa la memoria del sufrimiento, no el lineal, sino el que tiene entidad propia, que se reconoce como algo inherente al propio ser, algo que está dentro del cuerpo y no se puede quitar… pero, quedan evidencias suficientes de que cualquiera sea la memoria en cuestión, esta no se borra, aunque sí se atenúa, permanece en latencia, y regresa cuando el ser identifica algo nuevo que sintoniza con otro algo que ya sucedió antes, y que le suena parecido… desde luego, a lo largo de cada vida, todo se mezcla… todo se combina… dando memoria a lo que arrastra cada quien… las memorias lineales tienen también sus relieves, y los relieves, a su vez, proporcionan secuencias planas y no tanto… así es que, cuando el ser vivo regresa a su estado de existencia, se lleva todo eso junto con su alma… de allí que haya portadores de paraísos y jardines… de allí que haya portadores de infiernos y hogueras… de allí, entonces, que cada uno de ellos regresa al cosmos al cual pertenece… de allí, entonces, que el cosmos de los paraísos no es el mismo cosmos de los infiernos… ni se mezclan, ni se combinan… tratándose de ámbitos opuestos… lo que sugiere pensar que se trata de espacios muy diferentes… y curiosamente, la diferencia se manifiesta en los sueños de los vivos… ya que allí se verifica que los que transitan sus paraísos, están en paz con ellos mismos y con los que sueñan… mientras que los que transitan sus infiernos, continúan beligerantes con ellos mismos, y con los que los sueñan… como ves, las evidencias son muchas, y están todas sobre la mesa… y por ser tan evidentes, nadie las acepta, nadie las admite, y nadie quiere pensar en ellas, porque alteran el equilibrio del propio ser… porque la memoria duele, aunque no lo creas, produce dolor a quien recuerda… Mis memorias me hacen reflexionar sobre lo que ya tuvo lugar, ocupando alguna geometría del pasado que me pertenece… algunas de dichas memorias me resultan indiferentes, mientras que otras son eminentemente reflexivas… pero muchas de ellas me proporcionan sonrisas, y un dejo de satisfacción, por haber aprobado mi propio examen, haber superado cada instancia es haber resuelto, al menos, una ecuación… una ecuación resuelta es dar un paso hacia un adelante necesario… cada examen resulta ser un paso en el camino de la vida… cada paso es un valor adquirido, no para el cuerpo, sino para el alma… dicho de otra forma, todo lo que suma, agrega valor… Allí me doy cuenta que las memorias de mis sueños, los que ya tuvieron lugar, siguen ocupando una geometría distinta a la anterior, ya que pertenecen a otra dimensión del mí mismo… los sueños que me pertenecen, permanecen, con huellas claras y precisas… son tan reflexivas como las anteriores, pero prolongan la necesidad de pensar en lo vivido en esa dimensión paralela… los sueños no son exámenes, he descubierto que se trata del lugar donde se tejen las ecuaciones que luego deberán ser despejadas… de alguna forma te anuncian lo que sucederá, y cómo debes sortearlo… pero no llega así como así, es necesario descifrarlo, y ello demanda tiempo humano… pero esos sueños, tienen lugar acá, durante la vida, no cuando se alcanza el estado cósmico… De las memorias, cualesquiera sean ellas, obtengo respuestas… no tengo necesidad de preguntas… no tener un plan, me ha salvado… he descubierto que los planes son actos fallidos… pero ese es mi registro, mi verdad, mi sencillez, mi simpleza, que no necesariamente te puede sonar tuya… te agrego algo, tengo una precisa memoria de mi muerte, que ya ocurrió una vez, de la que volví empujado por las circunstancias… gracias a ella, a mi memoria, no necesito explicaciones… AL MARGEN DEL OLVIDO © By Víctor Norberto Cerasale Morteo® [MEMORIAS REVUELTAS]

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