LLAVE SIN PUERTA ©
By Víctor Norberto Cerasale Morteo®
El agujero del mate
[THE END-18]
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Carmen Conde Sedemiuqse Esquimedes
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Te he contado las raíces de mi locura… no te sirve para nada, no hace falta que lo digas, o tal vez, te sirva para mucho, y lo conserves a modo de secreto, cualquiera de las formas está fuera de mi alcance… no puedo saberlo… ¿sabes?, el camino a la locura es una decisión íntima… si tomas ese camino, debes sentirlo, debes saberte integrado, debes reconocer que formas parte del lado oculto, que guarda innumerables sinsabores, debes entender que las experiencias te conducirán al silencio profundo, y que eso mismo, te llevará a la soledad in extremis, debes saber que la locura duele, duele hasta que te despegas, y después se vuelve memoria… nadie olvida el paso previo, sólo aprende a vivir con ello… puedes convivir con el mundo, pero siempre será por lapsos breves, lo suficientemente cortos como para que nadie te lastime tanto, lo suficientemente cortos como para que alguien te recuerde y no sepas dónde estás… debes aprender a llorar esbozando una sonrisa… debes entender que las lágrimas, cuando se secan en la mejilla, dejan un residuo salado que no se comparte con nadie… salir lastimado es casi una consigna, pero uno se acostumbra al dolor en el alma, que es mucho más fuerte que cualquier otro dolor en el cuerpo… entonces, uno debe aprender a regular los daños, y al hacerlo, el sufrimiento será asumido con naturalidad, como parte del viaje… duele, pero si miras hacia adelante, se sufre menos y te ocupas en el devenir… algo necesario mientras se está entre humanos… algo innecesario cuando te liberas de la condición humana y te integras al cosmos al cual perteneces… no me siento un loco más, me sé “loco”, por lo tanto, escapo de cualquier indicio de cordura, y al hacerlo, huyo del razonamiento que conduce a cualquier error… mis errores lo son por mi grado de locura… siempre me dejé llevar por la intuición, y esta siempre estuvo conectada con mis ángeles, sin ellos, mis ángeles, esto jamás hubiese sido posible, sería incapaz de soportar semejante tragedia… la verdad, sencillamente, me dejé llevar por ellos (ángeles) y nunca me opuse a sus designios… aprendí a comunicarme con ellos… aprendí a escucharlos… cuando la voz interior decía que no, era que no, sin preguntas, sin cuestionamientos, sin dudas… cuando la voz interior me pegaba el empujón, me sumergía donde fuese que había un mandato… cuando la voz interior indicaba que había que irse, simplemente me iba, sin quejas, sin reclamos, sin consultas, sin preguntas, sin dudas, sin confusiones, porque entendí que no se puede preguntar sobre aquello que no amerita respuesta, ya que la respuesta siempre está implícita en las consecuencias… es de locos saber esperar… así es que no es prudente formularla (pregunta), porque las mismas circunstancias te darán su veredicto… entonces, el primer paso del aprendizaje es: “saber esperar”, te lo repito, por las dudas… aguardar que la frute madure, eso forma parte de un modo de ver la vida, siendo una ciencia en sí misma… para ello, es necesario tener una conexión con el árbol… para ello, hay que entender sus ramas… para ello, hay que reconocer los brotes y sus lapsos… para ello, hay que amar el instante en que la hoja, cada hoja, toma entidad… para ello, hay que entender que cualquier poda es de culto, un rito, donde debes pedir permiso… ningún árbol se podaba antes de los humanos… para ello, es necesario establecer un puente entre el árbol, sus capacidades, sus habilidades, y tus sentimientos… ese puente representa un hilo de plata, esto es, algo cósmico, algo que está más allá de los sentidos humanos… el árbol no está en la Tierra por casualidad, mientras que hay al menos una causa para que estés ocupando un cuerpo… el árbol no es algo inmóvil… el árbol tiene sentimientos, siente dolor, siente pena, siente cualquier sufrimiento, siente felicidad, siente afectos, siente conexiones, y todo ello recorre sus venas mediante la savia… debes entender que nunca conocerás sus raíces, porque ellas están sumergidas en un suelo que te resulta inaccesible… sin embargo, aunque no las veas, tú también tienes raíces, sólo que, a diferencia del árbol, tienes otro tipo de movimientos, pero dependes íntegramente de tu cuerpo, sin embargo, sin el cuerpo, sigues siendo energía circulante, pero no debes olvidas que dentro del árbol hay una energía que va más allá de la forma… de alguna manera, esto también forma parte del aprendizaje… hay evidencias precisas de que los sentimientos humanos son más débiles que aquellos que posee el árbol, no te olvides de esto, no lo omitas, porque allí reside la explicación de muchas cosas… matar un árbol, es suicidarse… ¿no lo entiendes?, no importa, ya te darás cuenta… para el humano respirar no es una prioridad, porque forma parte del inconsciente… -
No tengo dudas de que la Tierra es un laboratorio de ensayo de almas, no sólo de almas humanas, sino de almas que trascienden lo humano… muchas de ellas, sus razones mediante, terminan atrapadas en laberintos de los que no pueden escapar… alguien observa… alguien anota… alguien sabe… alguien analiza… alguien estudia… alguien no hace nada para evitar las circunstancias, o bien, alguien hace todo para corregir la consecuencias de los hechos… nadie sabe dónde está la diferencia, pero indudablemente, hay evidencias de que cualquiera de las opciones se relaciona con lo establecido en el destino de cada quien… en dicho laboratorio, también hay algo parecido a un zoológico, donde aparecen humanos fabricando jaulas para encerrarse dentro… muchos fabrican jaulas para ellos mismos, también para otros, porque el odio es un infierno con forma de jaula… todos padecen como consecuencia de sus hechos, pero nadie se da por aludido… la mayoría de los humanos están condenados a estar circunscriptos a un cuerpo, y al estarlo, dependen de él para cualquier cosa, nunca se imaginan que el cuerpo es un accidente del que se puede prescindir, entonces nadie transita la experiencia de desprenderse y regresar… dicha experiencia les valdría el poder verse a ellos mismos fuera del cuerpo, saber que existen sin el cuerpo… pero eso, sólo lo aprenden con la muerte, cuando ya es tarde, y cuando no se lo pueden contar a nadie… sin embargo, a pesar de la generalidad, el cuerpo es una circunstancia aleatoria, que funciona por sí solo, pero donde no están ni el alma, ni el espíritu, ni la consciencia, por consiguiente, en el cuerpo no están ni la esencia, ni el karma… aprender ello, es nada más que un despertar… comenzar el camino de desprenderse es aprender a liberar espacio, de alguna forma lo es… por ende, el cuerpo es un estuche transitorio que funciona a pesar de quien está dentro, lo hace por un lapso que parece largo medido en años, pero es extremadamente corto medido en términos universales, medido en espacios cósmicos… la vida, no llega a representar, siquiera, una milésima de segundo… alguien debería enseñar a los habitantes de la Tierra, que dicha milésima de segundo, debe ser honrada… pero la Tierra no tiene escuelas filosóficas que orienten a lo largo de la vida, algo que tuvieron los griegos hasta que se consumieron los motivos celestiales… la filosofía cuestiona la esencia humana, por lo tanto tiene mala prensa… desde entonces, los humanos se ven sometidos a los avatares de su mente, a las segundas intenciones, a los afectos que se extienden por lapsos cortos, a los desprecios que se convierten en un ejercicio, a la necesidad de odiar y hacer daño, a la necesidad mentir y ejercer engaños, a la necesidad de sacar ventaja y restar beneficios a otros… a la necesidad de competir para sentirse importantes… a la necesidad de reconocerse triunfadores de batallas que nunca existieron… a la necesidad de huir de la condición de perdedores… a la necesidad de sentir placer en el sexo, porque no se repite en otras circunstancias… a la necesidad de buscar denodadamente una felicidad que jamás se va a encontrar… a la necesidad de saberse con el resto económico suficiente como para poder sobrevivir… a la necesidad de saber que se sabe de todo, y que eso ofrece un estatus superior a la media de los demás mortales… todo lo que tiene un precio, desagrega valor a la evidencia… esa no es una consecuencia de la condición humana, sino de la necesidad del imperio de dominar y someter, algo que comenzó a cursar con el imperio romano, y se transformó en la miseria humana que domina a la raza y a la generación, que devora todo lo que toca, para no tener ningún provecho a cambio, y para facilitar la vida de reyes, políticos, jueces, y gentes imbuidas de soberbias académicas, que se apropian de las evidencias, y las registran bajo falsas leyes de propiedad intelectual, al modo de patentes, a efectos de facturar por servicios que son derechos universales de existencias… el imperio, de alguna forma nefasta, se ha comido a la civilización, y curiosamente, la civilización se ha dejado comer por el imperio… esto significa que el imperio ha arrasado con el conocimiento genuino, transformándolo en negocio para sí mismo… en ese conocimiento genuino, desaparecido, oculto a los ojos de los mortales, se sitúa la filosofía de las ciencias, una geometría que contiene todas las evidencias posibles, no para un humano con poder, sino para la posteridad de las herencias… en dicho conocimiento filosófico, se esconde la verdad inapelable de la LUZ… no la luz de la tecla… no la luz del farol a kerosene… no la luz de una vela… sino la luz auténtica que ilumina a las existencias… existencias que resultan ser cósmicas… porque dicha LUZ, también lo es… dicha luz no proviene de las estrellas, proviene de la sabiduría de la eternidad para ordenar todo lo que existe… en algún tiempo, el humano supo esto… en algún otro tiempo, la sabiduría se rompió y se volvió espejo… el espejo muestra los cuerpos y hace relucir el ego, pero desconoce el alma, y todo lo que verdaderamente compone la existencia de las energías en tránsito… ningún espejo enseña esencias… ningún espejo expone karmas… los espejos sólo muestran cuerpos en degradación… no existen espejos en ningún paraíso… el alma no se refleja… el espíritu no se refleja… la consciencia no se refleja… la esencia no se refleja… el karma, tampoco lo hace… dicho de otra forma, lo importante, no se refleja… el humano no sólo no lo ha aprendido… el humano, sin entenderlo, ha evitado saberlo, porque el ego se construye por arrastre… el ego suma todo lo aquello que no sirve para nada, y atrapa… el ego necesita que los demás lo aplaudan… el ego demanda reconocimientos devenidos en premios… el ego depende de su fama por ser reconocido… -
Ser anónimo tiene sus ventajas… pasas por la vida sin que nadie lo note… eres uno más de cualquier paisaje… -
Ser desconocido tiene su virtud… puedes caminar por la calle sin que nadie te pida una selfie, un autógrafo, un souvenir de recuerdo… no existes, por lo tanto, eres un náufrago más en el océano… -
Ser anónimo, o ser desconocido, facilita el poder ser loco… porque sólo lo notan los cercanos, que van asumiendo que eres una molestia conveniente, sólo por un tiempo… mientras te pueden saquear… cuando ya no lo pueden hacer, no pueden quitarte nada, simplemente te echan argumentando barbaridades que otros dicen creer, porque saben que, a su vez, alguna ventaja obtendrán… por lo tanto, al saberse loco, uno reconoce que está de paso, que está de viaje, que nadie pertenece a nadie, y que está dispuesto a enfrentar cualquier cosa que le proponga la vida… cuando te reconoces loco, sabes que la vida es un trayecto ficticio que tiene lugar dentro de un laboratorio de ensayos… -
Como ya te lo expresé, después de atravesar el primer portal, sea a consciencia, sea por casualidad, sea por causalidad, no vuelves a ser la misma persona… tienes el mismo cuerpo, pero dentro tuyo, en tu alma, y en tu esencia, ha sucedido algo que transforma la perspectiva, y también hace lo propio con la consciencia… darse cuenta es asumir tu entidad como energía cósmica… aquí, estás de visita, y dicha visita es demasiado corta… se hace necesario pensar en el después… -
Los que se adhieren al ego, necesitan saberse poderosos… pero eso ocurre mientras respiran, ya que cuando dejan de hacerlo, se vuelven energías oxidadas, débiles, incapaces de integrarse a ningún cosmos… fabricar armas no te hace más poderoso, te hace más estúpido… utilizar las armas en contra de otros, no te concede más habilidad, no te hace más inteligente, te hace más miserable… la cordura exhibe una condición miserable que la caracteriza… esa misma condición miserable, la define como tal… -
El portal es el paso siguiente al descubrimiento de las fuentes… pero para ello, en algunas otras vidas, tienes que haber estado conectado con la alquimia, con el mal llamado conocimiento oculto, y también, tienes que traer una historia filosófica que justifique la perspectiva, y todo ello debe suceder en un marco de dignidad, donde el alma está a resguardo de las conductas de los otros… allí intervienen los ángeles… -
Antes de las fuentes están las piedras, pero después de ellas (fuentes), también lo están, porque forman parte del hilo cósmico necesario para que la energía se deposite y viaje por el cosmos… luego, todo es un ejercicio de voluntades… a mayor dosis de voluntad, mayor proyección cósmica… cuanto mayor es la proyección cósmica, más solidaridad, más misericordia, más compasión, que permite ayudar a otros a intentar salir de sus varaduras, o permite ir en el salvataje de los náufragos, o permite colaborar con el despertar, con el darse cuenta, o quizás, habilita a llevar un mensaje que aclara los sentimientos de los desvalidos… como te dije, la Tierra es un planeta miserable, no por su propia condición, sino por lo que los humanos hacen de él, con él… de alguna forma, puedes convertirte en mensajero que explica los sueños ajenos… de alguna otra forma, puedes ser señalero de sendas oscuras… en cualquiera de los casos, nunca debes creerte nada, porque estás de paso, porque eres anónimo, porque eres un perfecto desconocido que sigue su propia senda, de camino a su propia eternidad… aquellos con quienes te cruzas, tienen sus propias tormentas, atraviesan sus propias tragedias, absorben sus propias energías, y son distinguidos por aquello que portan en sus esencias, esencias que son el reflejo del karma que tienen… algo conocido por la eternidad, y también, por los ángeles… -
La locura que porto me enseñó a ser feliz, aun en las peores circunstancias, atravesando las peores tribulaciones, soportando las peores tormentas… ser feliz, me condujo a comprender el valor de los silencios… estos, los silencios, me hicieron conceder valor a la soledad… ser feliz, me permitió dimensionar la importancia de las experiencias… cada una de ellas, las he tenido como una revelación… revelación que lleva a la siguiente… creando un camino que no tiene regreso, porque algo te empuja a seguir adelante… -
Nadie lo ha descubierto aun, pero la música, también guarda portales… ese, puede ser tu comienzo… lo fue del mío… pero nada te he dicho al respecto, ni siquiera lo he mencionado, porque se trata de un capítulo aparte… tal vez, quede para otro cuento, nunca se sabe… quizás, haya posibilidad de que escriba algún relato sobre el vínculo entre la música y los portales, pero, por el momento, no está en mi voluntad, no está en mis ganas… pero ello es complicado, porque se trata de un código oculto, y por serlo, superpuesto… cuya geometría resulta ser complicada, porque responde a un rompecabezas de números y formas que van más allá del pentagrama que manejan los humanos… todavía, nadie se dio cuenta que la música es un lenguaje universal, que no pertenece a la Tierra, mucho menos a los humanos, que se arrogan derechos de propiedad sobre ella… que facturan por derechos por algo que alguien pensó mucho antes que ellos existiesen… -
Cualquier portal que encuentres, conduce a la eternidad… no tengas miedo… -
FIN de LLAVE SIN PUERTA
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