Jorge Eduardo Benavides y la maldición de ‘El collar de los Balbases’
La nueva novela del escritor peruano se sitúa entre la decisión de modernidad o absolutismo del siglo XIX madrileño
Madrid
El escritor Jorge Eduardo Benavides en el Palacio de San Bernardino, Madrid. ÁLVARO GARCÍA
Sentado en los mismos sillones en que 200 años atrás lo hizo uno de sus protagonistas, el escritor peruano Jorge Eduardo Benavides presenta su nueva novela, El collar de los Balbases. El escenario es el Palacio de San Bernardino, en el número 14 de la calle con el mismo nombre, que en el siglo XIX, en el que se sitúa la novela, era propiedad del Duque de San Carlos. Y el personaje histórico que visitaba a su vecino era el XI Duque de Osuna.
“Un famoso ladrón, un duque enamorado y un inglés políglota”, junto a la joya que da nombre a la novela, son los tres personajes que dan vida a una obra ambientada en la primera guerra carlista. Durante la presentación, Benavides recuerda que entonces era conocida como la guerra civil española, tan solo 100 años antes de la que ahora conocemos con ese nombre. Entre los aspectos de la novela, el autor pone de manifiesto el ambiente y recreación de ese periodo “oscuro y convulso, en transición de la política y sociedad española”. El autor reconoce sentirse atraído por ese momento en que España tenía que decidir si pertenecía al grupo de Estados formado por Francia o Inglaterra o a ese otro compuesto por Prusia o Austria-Hungría: “La lucha entre modernidad y absolutismo".
En este escenario, del que aparte del conflicto bélico apenas quedan referencias históricas puntuales, Benavides aúna a personajes no solo de la vida política y aristócrata, sino también a intelectuales, como el escritor Mariano José de Larra. En esta obra que el autor describe como histórica y la editorial de aventuras —y que no deja de ser una combinación de ambos géneros—, Benavides hace hincapié en la veracidad de los hechos para otorgar verosimilitud. “No hay invención, más que para rellenar los espacios”, afirma.
Benavides avistó por primera vez la posibilidad de esta obra cuando estaba inmerso en otra, El enigma del convento (2014). También de género histórico y ambientada en el mismo siglo, se enmarca entre la España de Fernando VII y la América Latina sembrada de focos independentistas. Lo que comenzó, un poco sin querer, en la Biblioteca Pública de Nueva York, continuó con dos años de investigación y notas en la Biblioteca Nacional de Madrid, y año y medio de escritura. Un proceso creativo parecido a los de la novela de la que nace, pero “mucho más”, resalta Benavides: “Porque ya aprendí a documentarme”, añade.
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