Josep Pons: “El Mediterráneo, teñido de marcha fúnebre, merece una sinfonía”
El director musical del Liceo estrena el próximo viernes una nueva temporada del teatro de Barcelona
Josep Pons. SETANTA
Josep Pons, director musical del Liceodesde 2012, cree que de no dedicarse a la música podría haber sido un buen arquitecto. Quizá con ese espíritu ha levantado la nueva temporada de la institución barcelonesa, que arranca el próximo viernes con Don Quijote, de Minkus, a cargo de la Compañía Nacional de Danza.
¿Qué o quién le llevó a la música? A estudiarla, un maestro de escuela, Ramón Benet, que me preparó para ingresar a la Escolanía de Montserrat. Pero a la música, mi familia, por el amor que sentían hacia ella.
¿Qué obra le ha conmocionado últimamente? El estudio de Katia Kabanova, de Janáček. Y referente a una interpretación, la nuestra de Tristan Und Isolde de Wagner, que nos sacudió a todos.
¿Y su favorita de todos los tiempos? No tengo una sola, pero para entrar en el juego, la Octava sinfonía de Mahler.
¿Qué le gusta escuchar en casa? Si no escucho música clásica, escucho jazz.
¿Qué historia actual merecería una sinfonía? Lo que sucede en nuestro amado Mediterráneo, ahora teñido de marcha fúnebre.
¿Un libro sobre música para todos los públicos? Contar la música, de Jesús Ruiz Mantilla. O ¿Y tú, qué escuchas? de Víctor García de Gomar.
¿Y una película? El silencio antes de Bach, de Pere Portabella.
¿Qué canción escogería como autorretrato? Me gustaría Hier Ist Die Aussicht Frei, de Schumann en las Escenas de Fausto, ya en el tramo final de ese recorrido hacia la “célula más alta y más pura”.
Si no fuera director de orquesta, ¿qué le gustaría ser? Seguro que algo vinculado al arte. Quiero pensar que hubiera podido ser un buen arquitecto.
¿A qué compositor vivo le daría un Nobel? Se lo daría como compositor a George Benjamin y como intérprete a Daniel Barenboim.
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