Celia Rico: “Aborrezco el cine que te lo da todo mascado”
Su primer largometraje, ‘Viaje al cuarto de una madre’, opta este sábado a la mejor dirección novel en los Premios Goya
Literatura y cine se funden en el trabajo de la joven guionista y directora Celia Rico (Sevilla, 1982). Su primer largometraje, Viaje al cuarto de una madre, en el que disecciona con gran delicadeza la relación entre una mujer y su hija, opta este sábado a la mejor dirección novel en los Premios Goya.
¿Qué o quién le llevó al cine? Mi padre es maestro y me dio clases en el colegio. Hicimos algunas obras de teatro en las que los alumnos pintábamos los decorados mientras mi madre ayudaba con el vestuario. Creo que allí estuvo el germen de todo. Luego, más tarde, una prima me llevó al cine a ver algunas películas que quizá ni entendí —por la edad que tenía—, pero algo muy poderoso de esa experiencia que es entrar en la sala oscura para meterse en las vidas de otros, caló hondo en mí.
Estudió también literatura comparada. ¿Puro placer o lo hizo para formarse mejor como guionista? Ambas cosas. La literatura me ha permitido pensar el cine desde la escritura. Quería ser guionista, pero no me apetecía estudiar guion. A veces, prefiero no tomar las líneas rectas.
¿Cuánta literatura hay en un guion de cine? La justa y necesaria para que no se convierta en un texto para ser leído y pueda ser la guía para filmar la película deseada.
¿Cuál es la última película que le ha gustado? De las que se han estrenado este año, me han gustado L’amant d’un jour, de Philippe Garrel, y Lazzaro feliz, de Alice Rohrwacher. De las españolas, Entre dos aguas, de Isaki Lacuesta.
¿Y su favorita de todos los tiempos? Viaggio in Italia, de Rossellini, y Cuentos de Tokyo, de Yasujiro Ozu.
¿Qué tipo de cine aborrece? El que te lo da todo "mascadito" o está lleno de estereotipos, juicios de valor y moralina. En general, el que no confía en la inteligencia del espectador.
Opta al Goya con la historia de una relación entre una madre y una hija. ¿Es una historia sobre la familia actual o más bien sobre dos mujeres de diferente generación? Más bien lo segundo. Aunque, a pesar de las diferencias entre madre e hija, la película invita a tender un puente entre generaciones: cuando ambas se separan por primera vez, descubrimos que, en el fondo, no hay tantas diferencias entre ellas. Las dos han de afrontar una vida incierta en la que, a pesar de todo, se tienen la una a la otra.
¿Qué novela le gustaría llevar al cine? En una habitación y media, de Brodsky, aunque no es una novela, es una mezcla entre ensayo y memoria personal.
¿Qué canción escogería como autorretrato? Train song, de Vashti Bunyan.
Si no fuera directora de cine, ¿qué le gustaría ser? Me gustaría cantar y tocar todos los instrumentos musicales posibles.
¿Qué está socialmente sobrevalorado? El liderazgo, el éxito y la belleza física.
¿Qué encargo no aceptaría jamás? Uno en el que haya que contratar a una actriz de treinta años para interpretar a un personaje de cincuenta.
¿A qué cineasta le daría un premio Nobel? A Jonas Mekas, que nos ha dejado recientemente y que nunca abandonó su cámara en la búsqueda de lo invisible, de lo personal. En sus propias palabras: "Apuesto por el arte que hacemos los unos por los otros por amistad, por sí mismo (...) porque el batir de las alas de una mariposa sobre una pequeña flor, en alguna parte, basta, yo lo sé, para cambiar a fondo el curso entero de la Historia".
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