martes, 15 de junio de 2021

CONVERSACIONES ESTÚPIDAS 5© [10] By Víctor Norberto Cerasale Morteo®

CONVERSACIONES ESTÚPIDAS 5© [10] By Víctor Norberto Cerasale Morteo® El camino llama a las distancias, mientras que el camino convoca a nuevas presencias, algunos te ven alejarte, concediendo sentido a la ausencia, cuando el tiempo oportuno se cierra, el paso que sigue te desprende e inmediatamente te eleva, dando lugar a la siguiente circunstancia donde se refleja el encuentro de personas sin sus vallas… pareciera que el camino te lleva, pero en verdad es la vida la que te atraviesa… pareciera que el camino te conduce, pero en realidad es la vida que te seduce… pareciera que eres tu quien encara hacia adelante, pero en verdad es la vida la que te alcanza, te entrelaza, te envuelve, justo donde la senda se empalma… allí descubres el árbol, sus raíces y sus ramas… pareciera que te estaba esperando… es a ti a quien aguarda… vivir es un giro constante… donde la espiral asciende para quien te llama… donde la espiral desciende para quien te abraza… todo es cuestión de pecharla… de ir descubriendo el presente que se desenlaza… no es bueno recorrer el presente huyendo hacia el mañana… este llega a su tiempo, volviéndose presente justo cuando no lo esperabas… pero de eso se trata el camino, moverse siempre mientras la idea te ampara… moverse siempre mientras el motivo te salvaguarda… el paisaje se renueva mientras parece que avanzas… si te detienes a admirar lo que se te muestra, aprendes el sentido de las alabanzas… subes, bajas, mientras aprendes qué es lo que la ecuación te depara… si la despejas, bien… si no lo haces, también… de eso se trata… es bueno ser prudente e ir despacio… porque el apuro desorienta… porque la urgencia extravía… porque lo que se pierde, desgrana… ir paso a paso de la esperanza se acompaña… cada presente justifica su siguiente mañana… cada presente te obliga a dilucidar la trama… tu eres el intérprete, lo que tomas lo llevas, lo que dejas se hace llama… Tres cosas me han movido a lo largo de mi vida… el amor al prójimo, una infinita necesidad de ayudar, de sumar, de contribuir, de colaborar… ello me ha llevado a terribles decepciones, pero también, a inmensas satisfacciones… no he juntado resultados, ni tampoco los he contado, no tengo un registro de ellos, simplemente me he limitado a ser feliz con ello y por ello… reconocer el alma y descubrirla… reconocer el espíritu y descubrirlo… reconocer la consciencia y descubrirla… aprender a ver el aura, y sorprenderme… en dicho viaje, muchas cosas no tienen precio, pero se reflejan en valores recogidos… en dicho viaje, muchas otras cosas no tienen precio, pero aprendes de las conductas de los otros… cómo responden… cuándo lo hacen… cuánto tiempo se toman… cómo los mueve la indiferencia, cuando entienden que eso es inteligencia… cómo hablan para justificarse o cómo lo hacen para diferenciarse… y luego, descubrir qué es lo que hacen con la ayuda, qué es lo que hacen con la ecuación y qué es lo que hacen con la fórmula, qué hacen cuándo la toman y qué hacen cuándo la dejan… dónde portan la contribución y en qué momento la arrojan… dónde se llevan la colaboración y qué hacen con ella, hasta que se cansan y la olvidan… sin embargo, aprendes a diferenciar entre aquellos que les queda un remanente en el espíritu, y esos otros que toman lo que les conviene, lo demás lo descartan, e inmediatamente olvidan la fuente de la que han tenido posibilidad de beber… esa diferencia los distingue así como lo hace de sus presencias… así es que hay personas que pasan como vendaval… así es que hay otras personas que permanecen sólo por un rato… así es que hay algunas personas que se quedan a tu lado y te acompañan, a veces se alejan un poco, pero inmediatamente regresan, y curiosamente, aún habiendo estado lejos, las has seguido sintiendo cerca… hete aquí la diferencia, y de ello vas aprendiendo, quien es quien, quien está por conveniencia, y quien lo hace porque lo mueve un singular sentido de pertenencia… cuando das de motus propio, recibes cosas inesperadas, que producen una rara satisfacción en el alma… asimismo, también te ayuda a darte cuenta cuando te usan y luego te descartan… eso también sirve para aprender a diferenciar las intenciones que carga cada alma… porque es necesario reconocer que las intenciones no coinciden con las palabras, así como también es necesario entender que muchas de las intenciones se ocultan, siendo que las palabras muestran lo que hay en la superficie pero no lo que se despliega en el interior de la gente… y eso lleva su tiempo… el aprendizaje no es espontáneo… va sucediendo a medida que las cosas te van ocurriendo… La búsqueda de conocimientos ha sido mi segunda gran movida… a veces explicable… a veces inexplicable… a veces traducible, a veces injustificable… pero una cosa sí debo reconocer, no he sido yo quien ha ido por ellos (conocimientos), sino que ellos son los que han venido por mí, sosteniendo mi movimiento, manteniéndome en movimiento… impulsando el descubrimiento… empujándome a estudiar una y otra vez… entonces comencé por la astronomía… por la astrofísica… por la radioastronomía… siendo que por aquellos años románticos, los sesenta y los setenta, se abrían oportunidades para ser llamado, para ser convocado, para ser incluido, para ser comprendido, para viajar en un barco con velas desplegadas… nunca pude explicarlo, pero desde aquel socio 2814 (2315) de la Asociación Argentina Amigos de la Astronomía, algo se abrió para entender el juego cósmico de las galaxias y las estrellas, lo que sucede en el espacio que no difiere en mucho con lo que le sucede al ser humano… lo demás lo llevo conmigo, y me reconozco parte de ellas (galaxias y estrellas)… asimismo en el comienzo de los setenta, algo me atrapó de la salud, y algo más de la medicina, lo que siguió fue un empujón hacia un mundo por el que no sentía afinidad, sino curiosidad… de menor a mayor… desde lo simple a lo complejo… desde la simple lectura de lo pasado hasta el entendimiento de las sabidurías acunadas en lo añejo… lo demás fue un sumergirse cada vez más, desde aquel extenso aprendizaje en la Comisión Nacional de Energía Atómica hasta Alemania, y viceversa… desde la extensión de aquel singular acercamiento y pertenencia a la Organización Internacional de Energía Atómica, otra vez hasta Alemania, y nuevamente, viceversa… escenarios repetidos para paisajes repetidos… jamás resistidos… muy acompañados… fue como subirse a una montaña rusa y dejarse llevar… lo demás, ni siquiera puedo explicarlo… una extraña afinidad por la antropología con y sin el ser humano… podría decirse una antropología cósmica… una extraña sensibilidad hacia antropología filosófica y hacia los hechos del hombre antiguo, de la mujer pasada, del ser humano evaporado, de los sabios perdidos y de los otros encontrados… de los profetas dichos y de los otros hablando… como te digo, no fui hacia ello, sino que ello vino por mi… no lo busqué, sino que todo eso me encontró, y estando allí no me quedó más remedio que ingresar y formar parte… una cosa llevó a la otra, y descubrirse es una manera de encontrarse… y cuando te encuentras, todo se explica mejor, y todo se hace más fácil… En el medio del viaje, aparecieron yacimientos arqueológicos de la alta cordillera, y de ellos fui tomando piedras y trozos de cerámica olvidadas… tal vez meteoritos… quizás piedras enviadas… dejando en el descanso a las almas… respetando el ser invitado a reconocer los pasajes y también las distancias… los ancestros son curiosos cuando te llaman… te seducen, luego te descalzan… a veces te empujan, a veces descansas… a veces te conducen, a veces te rajan… pero en los hechos, no debes tomar nada que no te llame… en esos mismos hechos, no debes llevarte nada más que lo que te dejan, porque de alguna manera perteneces a la tierra que pisas, y allí, cualquiera sea el lugar, conectas con las raíces de quienes tuvieron raíces en ellas… esa conexión trasciende los tiempos y también hace lo propio con los espacios… entiendo que se trata de un nexo cósmico… y que por algún motivo, te empujan a agacharte y recoger algo… todo eso lo atesoro, esperando que se de el momento para regresarlo a su propio lugar, su propio espacio… cuando estás en esos lugares, entiendes lo que significa el sentido de “santuario”… entonces comprendes que estás allí porque te han invitado… entonces comprendes que te han llevado hasta allí para ser convidado… y eso me ha sucedido muchas veces a lo largo de los años… lo he sentido ante antiguas ruinas romanas… lo he sentido ante antiguas ruinas indias… lo he sentido cada vez que fui llamado… algo equivalente a saberte “identificado”… saber que fuiste parte… saber que los ancestros te están mirando… luego, el conocimiento se te va pegando, se va adhiriendo, y lo importante es irse entregando… La tercera de las movidas no se puede definir con palabras, pero lo intentaré… algo me ha hecho sentir el “padecer” de otros humanos… no he tenido hambre, pero he sentido el hambre de los otros… siempre tuve un lecho donde descansar, pero he sentido lo que significa ser despojado y no tener donde reposar… nunca me faltó vestido, pero he sentido lo que es no tener acceso a la vestimenta y al calzado… y eso he tratado de suplirlo a como se pueda… dando… repartiendo… supliendo las faltas… devolviendo algo de aquello que se me ha dado… allí también aprendes el quien es quien de los que reciben… quien valora y a quien no le importa… quien respeta y quien desprecia… quien lo asume como una bendición, quien lo hace como gracia, y quien desmerece lo que la “señal le señala”… me he preguntado una y otra vez los por qué de tanta injusticia humana, y he comprendido que todo es cuestión de lo que arrastra el karma… no hay una justicia humana, y de haberla es demasiado perfectible… luego, la justicia divina, si es que la hay, es incomprensible… porque descubres que algunos nacen para padecer algo que está más allá del entendimiento humano, más allá de la comprensión humana, más allá del discernimiento humano… de allí el arrastre del karma… de allí la esencia embarrada… entonces, entiendes que no debes buscar una explicación ni tampoco una justificación, simplemente debes dejarte llevar por tu alma, y proceder en consecuencia… a veces lo que das es una solución, un agregado de valor… a veces lo que das empeora la situación, y ocurre algo semejante a una disrupción… algo que debía suceder y no ocurre… algo que no debía ocurrir, y sucede… en ambas circunstancias, la paradoja se hace presente, y tu debes resolver en tu interior lo que la ecuación provee… en ese momento descubres por qué algunos reciben algo como si se tratase de una gracia, y por qué otros lo asumen como una desgracia… en ese momento descubres quien es quien dentro de cada circunstancia… quien te ve como una salvación oportuna… quien te ve como una presencia inoportuna, como una desgracia… entonces, entiendes que sí se trata de una cuestión de karma, y que hay infiernos en la ostentación tanto como en la falta… entonces, entiendes que sí se trata de algo que tiene que ver con la esencia de cada espíritu, y que eso es en sí mismo inaccesible… puedes ayudar pero estás impedido de entrar… puedes extender tu mano, pero no puedes hacer nada si la toman o si la dejan… puedes poner el hombro, pero dicha contribución no tiene nada que ver con la aceptación o no de lo que aportas… es decir, te dejan acercarte al infierno del otro, pero no dejan que lo toques… es decir, te dejan acercarte al purgatorio del prójimo, pero no puedes hacer nada más que lo que te dejan hacer… no puedes participar ni del infierno ajeno, ni del purgatorio ajeno… no puedes modificar lo que contiene cada alma… no puedes hablarle al espíritu, porque él está encerrado en lo que trae, en lo que porta, en lo que lleva… tampoco puedes modificar la consciencia, porque ella depende de su propia esencia, y esta es intocable… en cada una de las circunstancias que me han tocado enfrentar no he sentido angustia, sí he estado envuelto por la piedad y la comprensión… jamás he sentido desesperación, pero sí me ha envuelto la esperanza de agregar valor sembrando algo en el huerto ajeno… no obstante, dado que soy de pocas palabras, nunca me he sustentado en los dichos, sino en los hechos… eso me ha costado más de un disgusto, pero así son las cosas… A estas alturas de la vida, creo en los afectos genuinos, los auténticos, esos que no necesitan traducción ni explicación alguna… el afecto auténtico conduce al éxtasis… un estado de felicidad indescriptible que se funde en la propia alma… luego, creo en los silencios… esos momentos donde no necesitas decir nada porque todo está explícito… esos momentos donde no hay que pronunciar palabra porque cualquier cosa que se diga, estaría demás… esos momentos cuando sobran las miradas… esos momentos donde hasta se explica el darse la espalda… esos momentos donde se justifican las presencias a través de las distancias… esos momentos donde las ausencias son un reflejo de elegancia… esos momentos donde no estando cerca, se siente el abrazo intenso, el singular abrazo de las almas… A estas alturas de la vida, también creo en la soledad y sus fuentes… sólo estás cerca de quien te hace sentir bien… sólo quieres estar cerca de aquella sintonía donde conectas para seguir existiendo… no sé si eso es realmente amor, creo que lo trasciende, que lo supera… es mucho más que amor… es una conexión con la eternidad… es una comunión de karmas en su viaje ancestral… es una poesía sin estrofas y sin versos, algo que ya fue dicho antes que todo fuera dicho… algo que ya fue revelado antes que todo fuese revelado… la soledad es un profundo sentimiento de compañía consigo mismo y con aquello que trasciende la eternidad… y eso que trasciende la eternidad está más allá de las personas, en el plano de las almas, en el plano de los espíritus, en el plano de las consciencias… a veces eso se traduce en la presencia de una persona… a veces se trata de una conjunción de silencios con la soledad de una compañía… donde el amor es monumento… donde el amor es una geometría del universo… El alma de los seres humanos no tiene explicación… El espíritu de los seres humanos no guarda explicación posible… La consciencia de los seres humanos está más allá de cualquier entendimiento… Mientras tanto el conocimiento se mantiene en el plano de lo alcanzable mediante la mente… pero el conocimiento no conduce a la felicidad, tampoco a la estrellas, ni siquiera a las galaxias, ni qué hablar de los planetas… el conocimiento conduce hacia la geometría donde calza la numerología, o bien, conduce hacia la ecuaciones que deben ser despejadas según las circunstancias de cada quien… quizás se trate de la misma ecuación para distintos resultados… quizás se trate de distintas ecuaciones para un mismo un resultado… eso sólo lo sabe quien ha descubierto el plano y sus relieves… eso sólo lo sabe quien ha descubierto los relieve y sus planos… ya que al verdadero conocimiento hay que rendirle tributo mediante el honor y la honra… cuando el conocimiento no se honra, no pasa de ser un mero negocio, donde el alma está capturada por la compra venta, pero donde dicho conocimiento no es más que un hueco… curiosamente, sucede lo propio con el vapuleado amor… curiosamente, sucede lo mismo con la vapuleada compasión… cuando no se honra la esencia de los contenidos, sólo hay huecos en sus desvaríos… donde se recita una cosa pero se hace exactamente lo contrario… Me he reconocido transportado hacia las estrellas, pertenezco a ellas… Me he reconocido atravesado por el conocimiento, que ha venido a buscarme a través de los sentimientos… Me he reconocido llamado por el sufrimiento ajeno, y me he acercado tanto como he podido, o tanto como me han dejado… ello me ha ayudado a entender que mi dolor era pasajero, pero que había otros que eran eternos… Me he reconocido convocado por los sentimientos, y en ellos, la sensibilidad ha sido la isla de mi naufragio… hasta ella han llegado todo tipo de almas… y la vida me ha enseñado a discernir las unas de las otras… las eternas de las pasajeras… las presentes de las ausentes… dejándome en claro que la isla me pertenece, pero que sólo es concedida por un rato, para discernir la calidad y la condición de aquellos que hasta sus playas se acerquen… más tarde, todo se va, o todo vuelve… al modo de mareas… todo lo que te entregan, finalmente, siempre se devuelve… Lo que me llevo es todo aquello que he alcanzado por mi mismo… lo que quede por aquí, seguramente será repartido… entre aquellos que lo merezcan, o aquellos otros que se vean sorprendidos…

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