domingo, 27 de junio de 2021

CONVERSACIONES ESTÚPIDAS 6© [INTRODUCCIÓN] (el comienzo no es más que una continuidad de lo que ya venía sucediendo) By Víctor Norberto Cerasale Morteo®

CONVERSACIONES ESTÚPIDAS 6© [INTRODUCCIÓN] (el comienzo no es más que una continuidad de lo que ya venía sucediendo) By Víctor Norberto Cerasale Morteo® Estimado lector, seguidor, buscador, amigo, hermano… (por favor, ubícate donde te sientas cómodo)… las CONVERSACIONES ESTÚPIDAS 1, 2, 3, 4 y 5, ya no me pertenecen, ahora son tuyas… por algún artilugio del destino, han salido de mi alma y se han incorporado a la tuya… algo ha traducido el pensamiento en sentimiento, y por algún motivo desconocido, las has hecho tuyas, propias, adoptándolas… algo te ha movido a ello… desconozco el motivo… has sintonizado con mis sentimientos, entonces hemos sintonizado los espíritus, aun a pesar de no conocernos… entiendo que desconoces el motivo, pero las cosas suceden por causalidad… en ellas, sus páginas, las de mis Conversaciones Estúpidas, se describen algunas perspectivas sobre circunstancias puntuales de mí vida, pero donde también se abordan temas que hacen al ser humano, a la condición humana, y a los humanismos necesarios para transitar la vida, esa “ilusión” que no existe, pero que nos invade y nos contiene durante un suspiro… somos mientras respiramos, pero cuando dejamos de ser, en realidad, seguimos “siendo”… Mi vida es igual a cualquier otra… parecida a cualquiera otra que se te ocurra… con agregados y desagregados… con fortunios e infortunios… con más fracasos que éxitos… y la comparto porque algunos amigos me señalaron la necesidad de hacerlo, tal vez porque les ha servido de inspiración, tal vez porque han hallado algo interesante, quizás porque han encontrado un espejo donde mirarse u otro donde reflejarse… no puedo saberlo… más de una vez lo he preguntado, pero las respuestas han sido esquivas… más de una vez me lo he preguntado, pero siempre termino dejándome llevar por mi instinto… me he limitado a escuchar los reiterados pedidos de unos y otros, y me he limitado a responder, escribiendo, traduciendo recuerdos, reproduciendo imágenes con las que me identifico, evocando la memoria, repasando tiempos idos, tiempos de vaivenes y conflictos, tiempos de paz y regocijo, tiempos de luz, y también de oscurantismos, ya que de eso se trata la vida de cada quien, un permanente contraluz que alimenta el alma y nutre el espíritu, a veces mucho, a veces poco, dejando siempre una estela que guía la consciencia… algunas personas toman las experiencias ajenas y las hacen suyas… al fin y al cabo, todo es una enseñanza, y de todo aprendemos, en especial cuando somos flexibles y aceptamos las ecuaciones que nos propone el destino… algunas veces le encontramos la vuelta, y la mayoría de las veces, nos perdemos intentando encontrar la puerta, cuando en realidad había que buscar una ventana, o bien, buscando una entrada cuando en verdad era necesario una salida… tengo la sensación que caminamos ladeados por muros interminables, en los que a veces aparecen puertas, otras veces ventanas, y en alguna ocasión, tal vez, un portal que conduce a la dimensión contigua… confieso que de todos los giros he aprendido algo, a veces a quedarme, muchas otras a irme, cuando he decidido quedarme, a veces me he sentido bien, y otras veces me he sentido incómodo, mientras que cuando he decidido irme, no he vuelto mi mirada para ver qué quedaba, sino que simplemente me he ido… confieso, además, que he aprendido unas veces a hablar, y muchísimas otras a callar… unas veces a escuchar y otras veces a huir despavorido, sin atender razones… siendo que a veces he reaccionado sin necesidad, y otras veces no lo hecho, cuando sí era necesario… pero el sentido de oportunidad es un eterno ejercicio en el que cada quien se vivifica… entender no es algo instantáneo, siempre demanda tiempo, y dicho tiempo se consume mientras tu aprendes… a veces te encuentras, a veces te pierdes y cuando lo haces, te buscas y te reencuentras… eso me ha sucedido una y otra vez… como sabes, he intentado no perderme de mí mismo… te lo he dicho y te lo repito, la llave de esta vida reside en comulgar el sí mismo con el uno mismo… unirse… encontrarse… reconocerse… los demás están para la película, pero el actor principal de tu propia película es tú mismo, y ningún otro, ninguno de los otros, ya que ellos transitan su propia película, que justamente no es la tuya… Muchos creen que por la paz que exhibo, mi vida ha sido un trazo de luz… la verdad es que dista de haberlo sido… tuve una infancia atroz… tuve una adolescencia dolorosa… y mi juventud y la consiguiente adultez temprana, muestran aristas calamitosas, no porque las haya buscado, sino porque estaban allí, inscriptas en mis circunstancias… curiosamente, siempre envuelto en la paz que me ha permitido adelantarme y observar cada problema desde afuera del mí mismo… lo que me ha servido para resolver más de un entuerto… y salir adelante, seguramente herido, pero con la frente en alto y la voluntad intacta… en todo caso, siempre he recurrido a las enseñanzas recibidas por árabes sirios y libaneses cristianos durante mi niñez… buscar estar siempre fuera del problema… asumir la vida con perspectiva… mirar las cosas, siempre, desde fuera del uno mismo… mirar los hechos y comprender su descripción, no sólo la que uno puede hacer, sino el contenido inherente a cada hecho en sí mismo… entonces, evitar ser parte del problema… ser siempre parte de la solución… no esperar, y proponer… dar siempre lo mejor de uno mismo… ser generoso con los otros… no esperar nada de nadie… dar de uno mismo todo lo que esté al alcance… desde luego, todo aquello que me ha servido para vivir, también me ha llevado a sufrir decepciones tempranas, decepciones tardías, frustraciones, y más de un golpe en la mandíbula, u otro en el hígado… una vez más, de todo se aprende… de todo se saca jugo, hasta de las piedras… no obstante ello, no tengo ni quejas ni reclamos, y si tuviese que repetir la vida, haría exactamente lo mismo que hice cuando se dio la oportunidad… léase, no me arrepiento de nada de lo cursado… todo lo que sucedió, lo hizo por algún motivo… aun en los defectos he podido encontrar enseñanzas y revelaciones… siendo, además, que he estado siempre atento a las señales… ese singular estado que te indica por donde transitar… qué hacer… en qué momento… invocando motivos místicos y/o cósmicos, no necesariamente zodiacales… cuando he acertado me he sentido feliz… cuando no he acertado he sacado voluntad de mi espíritu, y he seguido adelante como si nada hubiese sucedido… eso me ha servido para no detenerme, nunca… por otra parte, dada las condiciones que me impuso el destino desde mi más tierna niñez, no he tenido tiempo para perder, así es que desde que comencé a andar, nunca me detuve y siempre he perseguido la idea original que me impulsa… pretendiendo ser una buena persona que hace lo que dice, o simplemente hace, sin decir… en esencia, soy de pocas palabras y de muchas miradas… en esencia, soy de escuchar, y lamentablemente, entiendo lo que me dicen, y no me olvido de lo que he escuchado… Indudablemente, algo de dichas formas, ha llamado tu atención y me lo has dicho… una vez… más de una vez… muchas veces… algo que me ha gratificado en más de una ocasión… lo suficiente como para alentarme a continuar escribiendo… he escrito más de ochenta libros, la mayoría de ellos de temas vinculados con la salud pública y privada, pero una porción importante se la llevan los libros de la vida, los relatos, las novelas y hasta algún intento de cómic, donde me siento renacer en cada renglón, con cada palabra, con cada oración, con cada frase y aunque nadie ha dibujado mi historieta, sí he tenido la suerte de encontrar las pinturas de Carmen Conde Molins, española ella, en las que me veo reflejado… pero este ejercicio no es de ahora, ya en el último año de la escuela primaria escribía con frecuencia y construía libros de distintos temas, siempre bajo el amparo y el aliento de un maestro con mayúsculas, Don Antonio Fragalá, un maestro que marcó mis pasos allá en la vieja escuela N.º 22 del Consejo Escolar N.º 13, en el viejo barrio de Mataderos (sur)… un maestro que me hizo amar el magisterio… un maestro que soportó mi rebeldía temprana y sobre todo, mis risas, ya que siempre me tomé la vida con humor, riéndome de mí mismo… riéndome al descubrir la miseria humana… riéndome al descubrir la estupidez humana… debo confesarte que la miseria humana me ha sorprendido más de una vez… debo confesarte que la estupidez humana es algo que me harta, me cansa, me agota, y algunas veces, me agobia… cuando veo o detecto que la miseria humana viste a una persona y la disfraza de lo que no es, simplemente tomo distancia, me alejo, porque la miseria humana denigra, justamente, la condición humana, convirtiendo a las personas en seres indignos… después, la estupidez humana hace del ser humano, alguien insoportable, entonces suelo escuchar sin responder, hasta que encuentro la forma de irme lejos, y dejar a cada quien con sus egolatrías, con sus vanidades, con sus soberbias… no puedes cambiar al prójimo… apenas si puedes hacer algo por ti mismo, entonces es prudente tomar distancia de todo aquello que te molesta o incomoda… porque lo fundamental es aprender a vivir con uno mismo, es a ti a quien te debes, todo lo demás, puede ser una carga insoportable, o bien, puede ser valor agregado… diferenciar los aportes hacen al aprendizaje… Las Conversaciones Estúpidas 6 te seguirán acompañando por este raro viaje cósmico, donde los zodíacos juegan su parte, según las alineaciones, según las conjunciones, según las cuadraturas, según las angulaciones de galaxias que ni siquiera sabemos que existen, estrellas que no sabemos dónde están, astros invisibles a los sentidos humanos… como sabes, la magia no suele ser permanente, aflora, dura un lapso, se consume, desaparece, y se vuelve a reconstruir… deja de ser magia para tornarse realidad, y recomienza envolviendo las almas… por ende, lo mágico se despliega, toma entidad, es tomado por algunos y desechado por otros, se evapora, y el ciclo recomienza de una manera tan extraña como lo fue en la vez anterior, en la anterior de lo anterior, siempre… desde luego, la magia no es un juego de naipes, ni de conejos, ni de palomas, ni de personas suspendidas en el espacio, la magia es una sensibilidad que algunos portan por períodos cortos o largos, más cortos o más largos, donde el alma se manifiesta y se revela despejando caminos, quitando obstáculos, proporcionando luz, o simplemente, abriendo puertas donde había muros, abriendo ventanas donde había paredes, abriendo rendijas donde las piedras no te dejaban ver, produciendo algo semejante a un milagro… allí, no es el mago quien entra y quien sale, sino las almas convidadas, las invitadas a participar de esos hechos mágicos que allanan las sendas y permiten visualizar los horizontes, aunque más no sea por un rato, el suficiente como para completar el espíritu y hacerte saber, que Dios está allí, aguardándote… el suficiente como para que te des cuenta que siempre hay algo más allá… el suficiente como para que entiendas que los ancestros se fueron del cuerpo pero no del cosmos que los contenía, y te siguen viendo… el suficiente como para que comprendas que tu idea y tu motivo son tan válidos como cualquier otro, y que estás aquí en la Tierra, para justificarlos y sobre todo, para honrarlos… haciendo honor por la gracia recibida al nacer… haciendo honor por los tiempos respirables concedidos… algo que, el ser humano aun no llega a entender, cuyo valor no llega a dimensionar… ¿Sabes?, no en vano viajamos juntos, seguramente nos mueve el mismo anhelo por hacer el bien, seguramente nos mueve el anhelo de agregar valor a las circunstancias de la vida, donde otros conocidos o desconocidos pueden estar involucrados, directa o indirectamente… uno nunca sabe quién es el que va a llegar en la siguiente estación, sólo sabemos quiénes son los que se bajan del tren y se alejan hacia sus propios destinos… los que suben al tren, e ingresan en el vagón que tu viajas, representan una novedad a descubrir… Mientras tanto, mientras nos seguimos encontrando, mientras viajamos juntos, mientras navegamos juntos, te dejo un AMÉN, con mayúsculas… tu presencia, es lo que me justifica en estos tiempos de confusiones arraigadas y de frustraciones reiteradas… aparentemente, mi mensaje, es lo que buscabas para encontrarte, quizás, tal vez, posiblemente, vaya uno a saber… por todo ello, GRACIAS… es lo único que tengo para ofrecerte, pero justamente, es lo que andabas buscando… te repito, GRACIAS… el AMÉN, va por todos nosotros… nosotros, los que estamos siendo transitados por la vida…

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