Tíbet es un lugar misterioso… para occidente es impenetrable… inalcanzable… para oriente es un lugar inaccesible… hace demasiado frío, y la vida allí es imposible… muchos, cuando hablan del Tíbet, sólo se refieren al monte Everest… algunos, cuando hablan del Tíbet, en realidad están hablando de Nepal, que queda lejos del Tíbet… otros, cuando hablan del Tíbet, en verdad están hablando de la India, que también queda lejos del Tíbet… no falta quien se refiera al Tíbet, pensando en Bután, que queda en la región, pero no es el Tíbet… no faltará entonces, quien hablará del Tíbet haciendo referencia indirecta a los reinos de Ladakh, o bien, de Zanskar, o bien, de Mustang, o bien de Sikkim, sin embargo seguirá estando lejos del Tíbet… por lo tanto, Tíbet sigue siendo un lugar misterioso donde habitan monjes “raros”, o “medio locos”, o representantes de una cultura que está fuera de la comprensión occidental de la vida… para oriente, el oriente actual, Tíbet es China… nada más alejado de la realidad…
En octubre de 1950, China invadió Tíbet… un raro estatus quo de vaivenes se mantuvo desde 1951 hasta la revuelta de 1959… luego de ella, la antigua región autónoma de Tíbet comenzó a desintegrarse, para formar parte de la República Popular China… para China, el Tíbet es un negocio turístico y mucho más, minero… para China, los tibetanos son una molestia… para China, la región es de interés superlativo… China invadió el Tíbet, pero sucede que hay más de un Tíbet…
Si bien la historia del Tíbet está llena de vicisitudes y conflictos… más o menos documentados desde el siglo VII de la era cristiana… la realidad de la región ubicada al noroeste del Himalaya, es bien otra, bien distinta, bien diferente a lo que se ha contado de ella, tanto en occidente, como en oriente… para occidente sigue siendo una excursión al Everest (8.848 msnm), cuya altura y cima atrapan al aventurero, tanto como al escalador profesional y/o amateur… el grado de dificultad del ascenso, hacen del monte Everest algo a vencer, en especial por aquellos que están envueltos en sus egos… desde luego no es el único monte que llama la atención, pero sí es el más conocido… marcando la frontera entre China y Nepal… a su lado, otros montes presentan semejante dificultad, Lhotse (8.516 msnm), Nuptse (7.855 msnm), Changtse (7.580 msnm), y una vez más, no son los únicos…
En Tíbet, el Everest se denomina Chomolungma, que significa “madre del universo”… mientras que en occidente el monte se llama Everest, gracias al topógrafo real británico sir George Everest, nombre dado en 1865 por el topógrafo sir Andrew Waugh, sucesor de aquel… como ves, a occidente jamás le interesó la historia tibetana… como ves, al imperio le interesan los nombres concedidos por el reino… todo lo demás, no guarda importancia alguna… y esta visión se repite vayas donde vayas… como si la historia comenzara cuando el imperio Británico llegó a cada parte de importancia estratégica en el mundo… de alguna forma, el Everest es una excusa occidental para demostrar que se tiene más poder que la montaña, sin embargo, la montaña suele demostrar en reiteradas ocasiones que la que manda es ella, seleccionando a quien llega y quien no… los que llegan se creen triunfadores, pero en verdad sólo están dominados por sus egos… de hecho, el monte Chomolungma estaba allí antes de la humanidad, y lo estará después de ella… de hecho, una vez más, el que escaló la montaña, fue incapaz de escalar su propio espíritu… lo cual lo coloca en desventaja del sí mismo…
Entre Katmandú (Nepal) y la ciudad de Lhasa (Tíbet) hay seiscientos cuatro kilómetros en línea recta… pero hay muchísimos más kilómetros si vas atravesando caminos, donde el viaje se hace largo, pudiendo alcanzarse las dieciocho horas… pero no es eso lo que te quiero contar… no pretendo darte una clase de geografía… apenas quiero ponerte en el escenario de la historia, como para que puedas percibir el frío brutal del Himalaya, una región conocida como el “tercer polo”… por lo inhóspito de sus terrenos… un mundo congelado y donde convergen varios paralelos simultáneos… Tíbet tiene cerca de un millón doscientos veinte mil kilómetros cuadrados y fue una región autónoma hasta la dominación china… semejante extensión en semejante distorsión climática, hace que la densidad poblacional no supere los 4 habitantes por kilómetro cuadrado… es decir, demasiado poca gente… lo cual habilita a que sucedan cosas que nadie ve… que nadie detecta… que nadie percibe… que nadie tiene en cuenta… que nadie considera… o bien, la suficiente gente como para saber que en dicha región hay algo más… a la que la generalidad de los mortales no tiene acceso… ni aún estando allí… ni aún pasando por allí… ni aún creyendo conocer el territorio… ni aún ufanándose de haber alcanzado la cima de algunos de los montes mencionados, o de otros cercanos o lejanos…
Entre sus extrañas condiciones, el Tíbet contiene reinos perdidos… reinos que han sido visitados por muy escasos (contados con los dedos) occidentales, de los que algunos han vuelto, y otros no… algunos de dichos reinos se hacen visibles a algunos elegidos… pero, en general, permanecen en una especie de dimensión paralela… así es que puedes estar parado sobre el lugar donde estos existen, y ni siquiera verlo… ni siquiera sentirlo… ni siquiera saber que allí está algunos de ellos… uno de ellos, es el reino de Mustang, que a veces se abre a ciertos visitantes, pero la mayoría de las veces permanece oculto a los ojos deformados por los egos… también se encuentra el reino de Guge, del que sólo se ven sus ruinas… aunque, a pesar de verse abandonado y olvidado, sigue existiendo en otra dimensión, donde sus habitantes transitan las rutinas mientras les dura la vida… finalmente, aparece Shambhala, otro reino extraviado en la historia, donde sus habitantes viven en tiempos de paz de eternos, conservando saberes y conocimientos que describen la historia humana desde su llegada a la Tierra… desde luego, te menciono tres, sólo tres, pero hay más, ya que al menos se habla de los siete reinos perdidos… reinos que alguna vez estuvieron en esta dimensión, pero que con los avatares humanos de guerras, conflictos, invasiones y genocidios, se fueron diluyendo del espacio visible, para preservarse en un paralelo al que nadie tiene acceso… lo cual no significa que no existan… lo cual no implica que no ocupen lugar… lo cual habla de geometrías del espacio tiempo que están fuera de la Tierra, sin dejar de hacerlo dentro de un mismo paisaje… dicho de otra manera, Mustang, Guge, y Shambala, existen en una tierra paralela… los otros cuatro a los que no hago mención, también… esto es que alguna vez estuvieron de este lado, pero las miserias humanas los empujaron a hacerse invisibles… intangibles a los deseos… inaccesibles a los egos… debe entenderse, entonces, que los chinos ocupan un territorio cuyas propiedades y condiciones son desconocidas… debe entenderse, entonces, que los chinos explotan el turismo y la minería de una región donde se abren y se cierran portales… debe entenderse, entonces, que los chinos construyen obras hidráulicas y de transporte sobre una realidad paralela… el Tíbet ocupado por China es un “mundo de melancolías”… donde las almas asesinadas a fines de los años cincuenta en el siglo pasado, vagan guiando a los elegidos a descubrir “puertas” que abren un universo de visiones a un cosmos donde está vigente una paz singular… un universo donde la meditación es consigna… un universo donde los sueños conservan su valor… un universo donde las labores conducen a la elevación… un universo donde la rueda de la vida de cada quien puede verse tal cual es… karma… esencia… destino… o bien… esencia… karma… tiempo respirable… continuidad… eternidad… en definitiva, un universo donde no hay monedas ni tampoco rigen las economías… en definitiva, un lugar donde hay espacio para la miseria humana… en definitiva, un lugar donde no hay lugar para la estupidez humana… en definitiva, un lugar donde los habitantes parecen humanos, pero distan de serlo… en definitiva, reinos donde el ego ha quedado atrás… lejos de actual Lhasa que se ha vuelto un pobre recuerdo de tiempos de gloria y memoria eterna…
Por mi parte…
Siempre supe que había reinos perdidos en el Tíbet…
Siempre reconocí el valor de los ojos del alma en cada ser humano… siendo que la mayoría de los humanos, ni siquiera intuye que los tiene… siendo que la mayoría de los seres humanos, de saber que dispone de ojos en el alma, inmediatamente los utilizaría para sacar ventaja de sus prójimos…
Siempre entendí que el “tercer ojo” no es figurativo, sino real…
Siempre entendí que se puede ser monje sin portar túnica…
Siempre entendí que el nacimiento es una continuidad del karma…
Siempre entendí que la vida es una revelación de la esencia de cada quien…
Siempre entendí que la muerte es un cambio de estado… donde se pierde un cuerpo, pero se gana un espíritu…
Siempre entendí que la consciencia permanece por fuera del cuerpo humano…
Siempre entendí que la consciencia es un campo (huerto) a cultivar a lo largo de la vida… antes de ella… después de ella…
Siempre entendí que la consciencia está atada al desarrollo espiritual, y que éste, viene con un karma elaborado…
Siempre entendí que, para exhibir un desarrollo espiritual, te tiene que sobrar alma… y “sobrar” alma, se relaciona a la condición de dar, de conceder, de dispensar,
de crecer ofreciendo crecimiento al prójimo…
Siempre entendí que es imprescindible ponerse en el lugar del otro, aún cuando el otro no sepa ponerse en tu lugar… no quiera ponerse en tu lugar…
Siempre entendí que lo que se carga (compra vende) se transforma en una mochila que va inmovilizando al ser, hasta paralizarlo… cuanto más se tiene, más paralizado se está… cuanto más se carga, más detenido se está…
Siempre entendí que el alma debe estar en movimiento, siguiendo el movimiento continuo del universo que te contiene…
Siempre entendí que el espíritu debe estar en movimiento, vibrando al son del alma… siendo que ambos, alma y espíritu, están por fuera del cuerpo, permaneciendo unidos a la eternidad de la cual provienen y hacia la cual se dirigen…
Siempre entendí que la consciencia debe vibrar en consonancia con la eternidad a la que pertenece…
Siempre entendí que la Tierra es una escuela… donde algunos aprueban sus experiencias… y donde la mayoría reprueba sus exámenes, viéndose obligados a volver, una y otra vez, a repetir los mismos hechos, las mismas circunstancias, las mismas realidades…
Siempre entendí que la Tierra es un mundo donde transitan los humanos nacidos de madre…
Siempre entendí que la Tierra es mucho más que la registran los sentidos… habiendo más de una Tierra… habiendo mucho más de una realidad… habiendo mucho más que una vida…
Siempre entendí que en el Tíbet hay un conocimiento ancestral que supera el sentido de las magias, también el del misterio…
Siempre entendí que el Tíbet es netamente espiritual, por lo tanto, dista de ser algo humano…
Siempre entendí que los ojos no muestran la realidad que el alma transita… al menos no toda…
Siempre entendí que no atraviesas la vida, sino que la vida te atraviesa…
Siempre entendí que la realidad que se transita depende de la perspectiva…
Siempre entendí que la perspectiva debe nutrirse del encadenamiento de los hechos previos a cualquier circunstancia…
Siempre entendí que es necesario reconocer las causas para poder dimensionar las consecuencias…
Siempre entendí que el alma está envuelta en la música de las esferas que la trajo a vivir… la música es inaudible, imperceptible mediante los sentidos, pero ocupa un espacio cósmico y genera una geometría matemáticamente genuina… develada por un número o más de uno…
Siempre entendí que dicha música de las esferas es previa a la vida…
Siempre entendí que dicha música es posterior a la vida…
La frecuencia de dicha música define el número como revelación del alma…
El número es secreto y está oculto a los ojos del otros…
El verdadero zodíaco de cada alma se relaciona con el universo visible y con un sin número de universo inalcanzables…
El horóscopo humano es pobre en esencia… tan pobre que no revela ninguna coincidencia cósmica… las coincidencias cósmicas (no las solares) son las que determinan el sentido de las circunstancias… por lo tanto, la vida no es la que quieres, sino la que tienes por derecho de karma…
Siempre entendí que los reinos ocultos del Tíbet estaban ocupados por monjes humanos (nacidos de madre) … por monjes no humanos (con forma humana pero procedentes de otras geometrías, quizás nacidos de madre, o no) … seres alienígenas (no humanos provenientes de otras dimensiones) … seres extraterrestres (no humanos provenientes de este lado del universo visible, pero de otros sistemas planetarios) …
Lo que sucede en Tíbet, queda en el Tíbet…
Siempre entendí que Tíbet invadido, ha derivado en un Tíbet disperso, que pareciera estar desconectado, pero que, sin embargo, sigue estando conectado en lo esencial…
A diferencia de el reino de Mustang, a diferencia del reino de Guge, Shambala siempre estuvo en una Tierra paralela… a la que se llega mediante un portal que se abre sólo a elegidos… en dicho reino, Shambala, están conservados el verdadero libro de los muertos… donde se revela la importancia de no tener un cuerpo… donde se revela importancia de tener entidad como espíritu… donde se enseña a transitar los espacios sin tiempos… y además, el genuino Tipi Taka (también conocido como el Canon Pali)… un libro donde se relata la presencia humana en la Tierra desde que los seres humanos fueron trasplantados a este mundo, para concederles un lugar para respirar por un lapso, lapsos y la mitad de un lapso… en la dimensión de los objetos visibles, tiempos relativos de sesenta años, setenta años, ochenta años, noventa años, y hasta cien años, se traducen en una fracción cósmica inferior al segundo… es decir, se consumen al mismo tiempo que toman entidad… parece mucho, pero no representa nada más que una estampida… algo que se enciende y se apaga inmediatamente…
Muchos han querido, pretendido, deseado, alcanzar los reinos tibetanos, a efectos de conseguir el poder de las magias, el poder de los saltos cuánticos, el poder de los milagros, y más… muchos han idealizado las energías que en ellos residen… pensando que todo esa fuerza puede ser utilizada para el beneficio de incrementar el tamaño del ego… pensando que toda esa energía permitiría acceder a la inmortalidad, mediante el tener todo aquello que se desee… nada más errado… la inmortalidad reside en el “ser”, no en el “tener”… y para “ser” es necesario asumir la verdadera dimensión del espacio y sus geometrías, a sabiendas que nada te pertenece, y que sólo perteneces… mientras las geometrías te habilitan… algo finito por excelencia…
El reino de Mustang estuvo en la Tierra, pero ya no está en ella… sino en un paralelo…
El reino de Guge estuvo en la Tierra, pero ya no está en ella… sino en un paralelo…
El reino de Shambala, jamás estuvo en la Tierra, sino en un paralelo… por lo tanto está fuera del alcance de los egoísmos… fuera del alcance de la miseria humana… y fuera del alcance de la estupidez humana…
Algunos de los que han llegado al reino de Shambala, permanecen en él para siempre… unos pocos han podido regresar a la dimensión humana, pero ya no han sido los mismos… porque no se puede seguir siendo el mismo, después de semejante experiencia…
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La pintura pertenece a María del Carmen Conde Quintela (Sedemiuqse) | ESPAÑA, Galicia
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Algunos de los reinos, todavía figuran en los mapas… no así el reino de Shambala…
Los que han conocido las ruinas de los reinos, se han sentido conmovidos…
Los que han conocido las ruinas de los reinos visibles, han modificado su manera de pensar, y además, su manera de enfrentar la vida…
Los que han conocido los reinos genuinos, los que están en otra dimensión, han sentido la necesidad de permanecer en ellos… los pocos que regresaron a la realidad humana, se han sumido en la soledad y se han guardado en el silencio…
Pregunta: ¿crees que alcanza con creer?... Respuesta: pues no, creer no es suficiente…
Pregunta: los monjes tibetanos que viven occidente, ¿son mensajeros de los monjes encerrados en los reinos paralelos?... Respuesta: no, pertenecen a distintas realidades… en los reinos paralelos el espacio tiene otro sentido… en los reinos paralelos no rige ningún tipo de tiempo…
Pregunta: ¿por qué el Tíbet está a resguardo de sus invasores?... Respuesta: porque allí vaga el espíritu humano original…
Pregunta: ¿qué hay en los reinos que los hace tan diferentes a la realidad humana?... Respuesta: la esencia sin el ego…
Pregunta: ¿por qué hay tanta añoranza sobre los reinos?... Respuesta: porque en ellos ha residido el espíritu supremo…
Pregunta: ¿por qué en dichos reinos se conservan los libros de la historia humana?... Respuesta: porque allí está registrada la verdadera historia humana, la que no se cuenta, la que se niega, la que se ha sido borrada de las memorias de los karmas viajeros… justamente, para que dichos recuerdos no se contaminen con los hechos de las miserias humanas que emanan de los espíritus miserables que pululan en la Tierra…
Pregunta: ¿cuáles son los siete reinos del Tíbet, además de los mencionados Mustang, Guge y Shambala? ... Respuesta: Amdo, al norte… Kham, al sureste… U-Tsang, al suroeste… Changthang al noroeste… se trata de regiones, porque los reinos son inaccesibles… pero, esos no son sus verdaderos nombres…
Pregunta: ¿a cada reino su espíritu?... no hay respuesta… no para las almas densas… no para los espíritus envueltos en piedra… no para las consciencias vestidas de hogueras…
Pregunta: ¿dónde está el camino al cielo?... no hay respuesta… quizás en ninguna parte… pero es necesario que te mires adentro… ya que es posible que el camino al cielo resida sólo en el alma… y si no lo encuentras allí, no lo encuentras en ninguna parte… una vez más, nada está afuera, todo está adentro del uno mismo…
Pregunta: ¿hay magia en los reinos?... Respuesta: no, sólo saltos cuánticos…
Pregunta: ¿dónde comienzan los reinos?... Respuesta: en la eternidad…
Pregunta: ¿dónde terminan los reinos?... Respuesta: en la eternidad…
Atiende lo que quieras entender, y lo que no quieras entender, simplemente no lo entiendas… las evidencias siempre son sencillas de ver y de entender… la dificultad está en cada uno de nosotros… en el interior… en el adentro… en los vericuetos de la mente… sobre todo, en los vericuetos del alma… cuando no hay suficiente alma, no hay nada que entender… no hay necesidad de entender… porque te crees que sabes todo… porque te crees que conoces todo… porque entiendes que nadie puede enseñarte nada, porque ya has aprendido todo lo que importa… tener para ser… tener para estar… usar y descartar… la miseria humana ha vestido la Tierra, y la Tierra está vestida de miseria humana… entonces, la gente asume que la miseria humana muestra al “humano real”, y que ser miserable es seña de normalidad…
Cuando hay suficiente alma disponible, la necesidad de entender, es imperiosa… necesitas descubrir dónde estás parado y hacia dónde te diriges… necesitas encontrar un camino que es único… el camino propio lo diseña uno mismo… hay ayudas externas, pero pertenece sólo al uno mismo… si no vas por allí, no vas a ninguna parte…
Cuando entiendes, ya sabes que no hay nada más que agregar… que todo aquello que te puedan decir, no modifica lo que sientes… y si no lo hace, no tiene importancia… donde sobran las palabras, faltan los hechos… donde abundan las palabras, los hechos están ausentes… donde se declama la vida, la vida permanece paralizada… es así, te guste o no… todo lo que cargas, quiebra el movimiento necesario… entonces, dejas de vibrar… entonces, dejas de oscilar… entonces, te inmovilizas… y el orden universal indica que el movimiento es imprescindible… y el orden universal indica que todo debe moverse y dejarse llevar…
El orden nace por sí mismo… y se ordena a sí mismo… todo lo que intenta modificar el orden, finalmente lo altera, y al hacerlo, lo quiebra… y al hacerlo, lo rompe… y cuando lo rompe, extermina el sentido del ser… el ser que se aleja del orden del cósmico, se consume a sí mismo…