LLAVE SIN PUERTA ©
By Víctor Norberto Cerasale Morteo®
El agujero del mate
[DAY IN THE LIFE-13]
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Carmen Conde Sedemiuqse Esquimedes
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La locura exige un continuo aprendizaje, esto ya te lo dije, lo repito para que no lo olvides… mientras la cordura es estable y permanece inmóvil, a merced de las conveniencias, los intereses, y las razones, los argumentos y las excusas, la locura es un permanente impulso a dar el paso que sigue, salir del confort e ir hacia lo desconocido… dado que cada experiencia es una enseñanza, el alma se va acostumbrando a ver detrás de las paredes, a detectar lo que hay detrás de la espesura del bosque, a ver los movimientos que se producen bajo el agua, a sentir las brisas y anticipar los repentinos vientos, a precisar la trayectoria de los rayos, a observar la forma de las nubes y lo que van dejando a su paso, a sentir las raíces a partir de las hojas, a seguir las ondulaciones de los fuegos, el crepitar de los carbones, lo que hay en el suelo cuando sólo quedan cenizas, y más, mucho más, por ejemplo, intuir las mentiras que ni siquiera han sido pronunciadas, percibir las intenciones ocultas detrás de una maldad incipiente, así como detectar el falso disimulo, la burla gestada a las espaldas, y hasta, por qué no, la trampa que aún no tuvo lugar, pero que se sabe, se avecina… todo dice algo, porque todo enseña algo… lo sabían los ancestros, lo sabían los viejos de tiempos antiguos, lo sabían los oráculos, lo olvidaron las prisas de los tiempos nuevos… la humanidad está atrapada en el negocio de los pocos, también lo está en el negocio que ha inventado el imperio para alimentar a unos pocos vagos que se han apropiado de la historia, del presente continuo, y del futuro imperfecto… en dicho contexto, muchos son los que naufragan y otros tantos los que se ahogan sin siquiera llegar a divisar una isla, sin siquiera haber descubierto que vivían… el laboratorio de ensayos somete a los humanos a mucha presión, para ver qué emerge de las esencias, exprime esencias para, muchas veces, no encontrar nada… por lo tanto, en la mayoría de los casos hay zozobra… también desesperanza… también incredulidad… también desconfianza… la duda carcome el alma, y esta se inmoviliza por el miedo consecuente… hay evidencias de que el miedo paraliza… cuando el ser se incapacita para crear, se transforma en algo inerte, sin vida, respira, pero no vive, está bloqueado, lo dominan las circunstancias… mientras se viaja por la Tierra, la locura toma apuntes de todo lo que se le cruza… toma nota de lo que llama la atención de un loco donde todas las barreras han sido quebradas… el estado de contemplación se torna minucioso, profundo, y se va perfeccionando con el transcurrir de los hechos… la locura te abstrae del mal llamado tiempo, te saca de allí y te coloca en otro contexto que se va descubriendo paso tras paso… en dicho proceso, nunca se regresa al paso anterior, no hay tiempo para revisar lo ocurrido, como tampoco lo hay para refrescar la memoria, comprendes que los espacios son tan relativos como la percepción que hay de ellos… lo vivido, se ha consumado, y es imprudente quedarse quieto… algunos dirán que la locura es un estado de agitación permanente, pero en verdad, se trata de la elevación de la propia vibración, algo que también eleva la frecuencia, algo que te coloca en órbita, con una trayectoria cósmica… la locura demanda elevar la vara, siempre… -
De alguna forma te das cuenta que la puerta es un escollo… de alguna forma te das cuenta que lo que queda detrás de la puerta es el lado que no quieres ver del uno mismo desencontrado… una vez que te descubres, te abrazas, y al hacerlo te vuelves parte de ti mismo… allí dimensionas el significado de lo ajeno… miras a los demás y te encuentras con huecos y vacíos, pero, además, te encuentras con laberintos y muchas puertas que más vale la pena no abrir… no es posible dar la mano a quien no la quiere recibir… no es posible ayudar a quien no quiere ser ayudado… no es posible abrazar a quien no quiere ser abrazado… la vida va enseñando, y cada quien va aprendiendo… -
De alguna forma te das cuenta que la llave no cierra la puerta, sino que aísla las reservas que uno mismo tiene de la realidad que fabrica, intentando modificar la realidad a la que estás expuesto… muchos asumen que son dueños de su realidad, pero eso forma parte del error de la perspectiva… en ese punto, todavía no se han dado cuenta que están corriendo dentro de un laberinto del que no lograr salir… o bien, que están atrapados en la jaula que ellos mismos construyeron… -
De alguna forma te das cuenta que las cadenas te atrapan, y simultáneamente no impiden que otros puedan entrar rompiendo los candados… los otros, los que rompen las cadenas y los candados, necesitan apoderarse de lo poco que puedas tener, porque para ellos el éxito reside en quitarte lo que tienes, se trata de almas que no valoran el “valor” de las significancias ajenas, entonces toman posesión de todo lo malo que hay en que lo que te sustraen… te sacan lo tienes, pero también te quitan el problema que había en ello… sucede lo mismo con la estafa… sucede lo mismo con el sexo fingido… sucede lo mismo con la mentira elaborada con tiempo, y también se repite con la mentira espontánea que busca esquivar la confianza para llevarte por delante y obtener algún resultado mezquino que les habilite a saberse más inteligentes de lo que tú eres, para ellos, eres un pobre infeliz… la mezquindad resulta ser parte de la miseria humana, de un humano estúpido que no se da cuenta que se va encerrando en el laberinto donde consumirá sus días hasta que se ponga en evidencia su fecha de caducidad… la miseria humana se funda en la mentira que conduce al quiebre de los estados de confianza… cuando ya no hay confianza, la mirada se modifica, los oídos escuchan sutilezas, la piel siente diferente cualquier cosa que ocurra en el ambiente, los gestos se vuelven adustos, y la existencia se transforma en algo impenetrable… la cordura conduce a fingir comodidad donde en verdad no la hay… el razonamiento impone el uso de disfraces y máscaras para desvirtuar las miradas de los otros, distraer los objetivos y entretener a los ansiosos… la locura, en cambio, empuja a tomar distancia, a ver desde lejos, a evitar participar en el mundo de los cuerdos, porque allí los peligros acechan más que en cualquier otra parte… y yendo más lejos, la razón impone un método que lleva a esquivar las preguntas incómodas, esas mismas que producen respuestas inconvenientes, porque ponen todo en tela de juicio, incluyendo en ello a las supuestas verdades inapelables… entonces, como buen loco que te reconoces, miras alrededor y ves el vacío que contienen los laberintos por donde los cuerdos corren alegremente a engañarse a sí mismos cada vez que se estrellan en algún pasillo… allí, en ese punto, asumes que es necesario dirigirse en la dirección opuesta, y que además, necesitas de horizontes amplios, donde se verifique que hay trescientos sesenta grados de capacidad de visión… allí, otra vez, en ese punto, caes en la cuenta que los ojos proporcionan una visión limitada, pero descubres que tienes un ojo en la frente, oculto, pero que todo lo ve, y además, descubres que en el alma tienes ojos que ven más allá del horizonte que enfrentas… darte cuenta de todo eso, es algo tan fuerte como una patada en el trasero… cuando te das cuenta, no vuelves más… porque comienzas a divisar un mundo humano en al menos dos dimensiones, que luego pueden transformarse en tres, continuando hacia cuatro o más… ves que el humano es previsible en sus conductas miserables… compruebas que el ser humano es estúpido en sus procedimientos recurrentes… entiendes que la mezquindad domina todos los actos humanos… y compruebas que no se trata de un ser humano haciendo mal las cosas, sino de la mayoría de los humanos procediendo al revés de lo que indican las circunstancias, yendo en contra de ellos mismos… en un momento, te detienes, miras a tu alrededor, y compruebas que los que se dicen familia te están mintiendo, procediendo de la misma forma que lo hacen los de afuera, los otros, los demás, los desconocidos, los ajenos, los extraños… no dices nada, y el alma aprende a tomar distancia, se pone a resguardo, y busca un lugar donde poder dormir tranquilo, sin necesidad de tener que hacerlo con un ojo abierto… como te dije antes, la locura es un proceso que no tiene regreso… si te detienes, inmediatamente te captura la cordura, te secuestra la razón, y te esclaviza la estupidez… cuando eso ocurre, has perdido la senda que te cobijaba, la cordura te atrapa, y te vuelves estúpido… cuando razonas lo inevitable, eres un idiota que niega la evidencia… a partir de allí, hay un empecinamiento en evitar lo que inevitablemente tendrá lugar… cuando descubrí la ecuación matemática de la mentira, decidí huir hacia el otro lado, lo más lejos posible… cuando descubrí la geometría de la mentira, decidí que no me perdería en ella, y opté por escapar el opuesto por el vértice… realmente, la mentira tiene una ecuación que la define, precisa su contenido, y determina su consecuencia… cuando encuentras qué sucede matemáticamente con el alma, después de la primer mentira, si estás debidamente loco, no quieres verte atrapado en el resultado… porque la mentira llevará a una mayor, de mayor tamaño, de mayor envergadura, de mayor magnitud, y dicho efecto se multiplicará hasta el infinito… entiendes que de allí no sales… entiendes que de allí es imposible escapar… entiendes que se trata de un laberinto aberrante… la alquimia que me hizo descubrir el valor matemático de la mentira, me llevó a determinar cómo era su geometría… su geometría es tan intrincada como su fórmula matemática… es logarítmica… y su proyección sujeta al alma y la somete… entonces, no hay manera de desandar la mentira… es sencillo, cuando lo entiendes, vas para el lado inverso, para ponerte a salvo… -
Una vez que cruzaste por primera vez una dimensión… supones que hay más de una dimensión… entiendes que superaste una barrera que parecía infranqueable, pero en verdad no lo era… cuando atravesaste por primera vez una dimensión, comprendes que el cuerpo sigue existiendo solo, pero está vacío de tu entidad, está vacío de tu alma, está vacío de tu espíritu, está vacío de tu consciencia, pero además, está vacío de tu esencia, y te das cuenta que tu karma, la historia de tu esencia, está contigo, sin tu cuerpo… el cuerpo, puedes verlo, se mueve, es decir, sigues respirando, el corazón late, las funciones están intactas, pero sucede que no estás dentro de él, sino fuera… léase, existes más allá del cuerpo… léase, existes por fuera del cuerpo… te sabes energía que vibra… te sabes energía que flota en el espacio, pero dicho espacio, no pertenece al espacio que ocupa el cuerpo… te sabes energía porque descubres que eres una carga eléctrica que tiene “momentos” cuánticos… eres consciente de que existes sin necesidad de un cuerpo… piensas sin necesidad de la mente… imaginas sin necesidad de una mente… tienes ideas que, curiosamente, sientes de dónde viene… dicho de otra forma, te sabes ajeno al cuerpo, y al reconocerte, descubres que tienes una carga energética que es única, que te identifica, y que, además, hace que otros en tus mismas circunstancias te reconozcan… -
No estás en ningún castillo en Transilvania, por lo tanto, no chupas la sangre de nadie… -
No eres un súper héroe ni nada que se le parezca… -
Más aún, puedes divisar tus otras vidas, las que arrastras en el propio karma… -
Se trata de un aprendizaje que comienza con un reconocimiento… estás fuera del cuerpo, pero sigues existiendo… no necesitas respirar… no dependes de un corazón que late… no tienes excreciones ni fluidos corporales, pero aún así, existes… reconoces el lugar en el que te encuentras, que no es el lugar donde está tu cuerpo… reconoces que el lugar en el que te encuentras, hay otras energías semejantes que puedes reconocer, así como otras no… no necesitas de un rostro, pero sabes quienes son los otros, los demás, y también descubres que hay otras energías que no sabes quienes son… como te digo, es un aprendizaje… has cruzado una dimensión y te encuentras en otra, aparentemente contigua… comprendes que puedes alejarte hasta donde se te ocurra, pero que allí los planos resultan ser diferentes, porque si lo deseas, puedes ver tu cuerpo, así como puedes ver a cualquiera de los que conoces desde que comenzó la vida… una vida de la que te has alejado, pero que aún guarda un cuerpo intacto, un cuerpo donde no te encuentras tú mismo… la disociación, también es parte del aprendizaje… -
Atravesar la primera dimensión es una enseñanza… no hay recetas… no hay guías… no hay prospectos… nadie te lo enseña… nadie te recibe… sólo sales de la realidad en la que estaba el cuerpo, y vas hacia una realidad donde eres energía pura… una energía que tiene valencia propia… una energía que es identificada por los otros que allí están… una energía que puede pensar a pesar de no tener una mente… una energía que tiene ideas, imaginación, voluntad, esfuerzo, sin depender de ninguna realidad humana… una energía que puede calcular y dimensionar… una energía que no necesita hablar porque se comunica mediante pensamientos… te sientes feliz… estás alegre de saberte existiendo… te sientes liberado de algunos dolores del cuerpo… te sientes desprendido de los sufrimientos humanos… de alguna forma, entiendes que estás fuera de un destino… entiendes que estás dentro de un paralelo donde las cosas existen de otra forma… no hay puertas, no hay llaves, no hay cadenas, no hay cerrojos, no hay candados, no hay puentes levadizos, no hay muros, no hay laberintos, no hay jaulas… miras hacia abajo y ves a los humanos atrapados en sus circunstancias, te espantas, pero no puedes ayudar a nadie, tampoco les puedes decir nada que les modifique la realidad en la que están inmersos… al saberte energía viva, existencial, decides irte, aunque de alguna manera sabes que todavía puedes regresar al cuerpo que dejaste atrás… te das cuenta que nadie se ha dado cuenta que no estás… te ríes de ti mismo… resultó tan fácil escaparse, y nadie se ha dado cuenta… pero entrar en la dimensión contigua no es una aventura… es un aprendizaje que comienza con el reconocimiento de la propia energía… eso no lleva tiempo, consume espacio… comprendes que en el paralelo simultáneo no hay tiempo, el tiempo no corre, no hay relojes, no hay almanaques, no hay días, ni horas, ni años, los minutos no pasan, nadie cuenta los segundos, nadie pregunta cuánto falta, nadie reclama por tareas pendientes, no hay jefes, nadie manda, nadie dirige, nadie condiciona, nada intenta quedarse con lo que no le pertenece, porque no hay puertas, ni ventanas, que impidan el acceso de nadie… asimismo, te das cuenta que los que están allí, lo hacen en tu misma sintonía, pero algunos están vivos y disponen de un cuerpo en la otra dimensión, pero otros no, han dejado atrás el cuerpo y dependen de la energía que contienen… es una revelación… darse cuenta… ficha tras ficha, es una revelación… -
En el primer paso hacia la dimensión contigua, me di cuenta que en el paraíso no hay mosquitos… -
Curiosamente, me di cuenta que en el paraíso hay hormigas, hay abejas, y hay alguaciles… las hormigas no se alimentan de rosas… las abejas se bañan en polen… pero los alguaciles no anuncian lluvias… -
En el primer paso hacia la dimensión contigua, me di cuenta que en el paraíso no hay garrapatas, ni chinches, ni vinchucas, ni cucarachas… están inhibidos de chupar sangre o limpiar excrementos… -
Curiosamente, me di cuenta que en el paraíso hay colibríes, y otras aves que visitan tu jardín… dichos colibríes no se alimentan de aguas endulzadas… mientras que ninguna ave se alimenta de ningún insecto… -
El día que dejas de estar en tu cuerpo, dejas de pertenecer a él… ese día, comienzas a transitar tu existencia… -
LLAVE SIN PUERTA ©
By Víctor Norberto Cerasale Morteo®
El agujero del mate
[DAY IN THE LIFE-13]
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