viernes, 5 de julio de 2024

Cuentos completos Grace Paley Grace Paley «Un conocimiento de la soledad, la lujuria, el egoísmo y la fatiga que resulta espléndidamente cómico» (Philip Roth).

https://www.anagrama-ed.es/libro/compendium/cuentos-completos/9788433926524/CP_30 Cuenta Grace Paley en el prólogo de sus Cuentos completos que, tras años de entrega a la poesía, empezó a escribir cuentos por un golpe del destino: se puso enferma, «lo bastante para que los niños [sus hijos] se quedaran durante varias semanas en el centro cívico de Greenwich House después del colegio realizando actividades extraescolares hasta la hora de la cena, pero no tanto como para no poder sentarme a la mesa del salón y pasarme allí todo el día escribiendo a mano o a máquina». Esto le ayudó, según dice, a encontrar lo que ella llamó «el otro oído», un oído «que recordara la lengua de la calle y de la casa, con sus acentos yiddish y ruso, una lengua que mis primeros personajes conocían bien, la única lengua que yo hablaba. A un escritor le es útil tener dos oídos, uno para la literatura y otro para el hogar». Así describió la escritora su acercamiento al relato, el género que la haría célebre; una anécdota que da cuenta de varios aspectos fundamentales de la genial autora norteamericana: su vinculación con la realidad y con el entorno, con la calle, con la cotidianidad (ella llamaba a sus relatos «historias sobre gente normal», y Joyce Carol Oates la definió como «lyricist of the domestic life»); la influencia de su herencia judía y centroeuropea; y también su maternidad, su vínculo con el legado familiar y la casa. https://www.lrb.co.uk/the-paper/v20/n08/joyce-carol-oates/soft-speaking-tough-souls Hay otro rasgo determinante que define a la autora, que marcaría su vida y su obra y que supo conjugar a la perfección con esta imagen familiar y maternal: su compromiso y activismo político. Feminista, «pacifista provocativa y anarquista cooperativa», como ella misma se definía, Paley colaboró en la organización de uno de los primeros mítines a favor del aborto en Estados Unidos en los años cincuenta, participó en las protestas contra la guerra de Vietnam en los sesenta –por las que fue detenida y encarcelada–, se manifestó contra las centrales nucleares en los setenta, se opuso a la intervención militar de Estados Unidos en Centroamérica en los ochenta, se manifestó contra la guerra de Iraq en los noventa... Pero también se involucró en su ciudad: consiguió, junto con la activista Jane Jacobs y otras madres que conoció en Washington Square, detener los planes del director de obras públicas, Robert Moses, de atravesar con una autopista esa plaza en la que jugaban sus hijos.

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