La gran Fiesta del Agua de la etnia ‘dai’
La Fiesta del Agua (泼水节) es la celebración más importante de la etnia dai (Xishuangbanna, Yunnan). Cada año, durante los últimos diez días del sexto mes de su calendario tradicional, que coincide con la festividad de Qingming (清明节) del calendario lunar (5 de abril de 2018), celebran su año nuevo durante tres o cuatro días lanzándose agua unos a otros.
La Fiesta del Agua de la etnia dai tiene su origen en la India y consistía en una ceremonia religiosa hinduista que fue asimilada posteriormente por el budismo. A través de Myanmar, llegó hasta esta etnia de la región de Yunnan. Para la etnia dai, la Fiesta del Agua es comparable a la Fiesta de la Primavera o Año Nuevo Chino
La etnia dai habita las bellas tierras de la prefectura autónoma dai de Xishuangbanna, en la provincia de Yunnan. Desde tiempos antiguos, los dai han tenido creencias budistas y, al mismo tiempo que continuaban la tradición, también daban lugar a nuevas leyendas. Una de estas cuenta que hace mucho tiempo, el territorio de los dai estaba gobernado por un demonio de fuego, despiadado por naturaleza, que hacía que nunca lloviese para que así la gente no pudiera cultivar y sus vidas fueran un constante sufrimiento. Siete hermanas que se habían casado con ese demonio de fuego presenciaron su maldad y empatizaron con el pueblo, así que decidieron deshacerse de él para devolver la paz a la gente. Idearon un brillante plan: cuando estuviese borracho, le cortarían la cabeza utilizando su propio pelo. Así, un día prepararon un banquete y aprovecharon que estaba ebrio para quitarle un pelo y rebanarle el pescuezo. Como era de esperar, la cabeza del demonio cayó instantáneamente al suelo, pero de pronto comenzó a rodar y a arder, prendiendo fuego allá a donde iba. Con el fuego extendiéndose, la hermana mayor reaccionó con rapidez y atrapó la cabeza del maligno a pesar del peligro que suponía. Para sorpresa de todos, tanto el suelo como la cabeza dejaron de flamear. Para que este incidente no volviese a suceder, las siete hermanas se turnaron para sostener la ardiente cabeza del demonio y rociarla con agua hasta que esta se convirtió en polvo.
Para conmemorar el espíritu valiente de las siete hermanas, los dai se mojan unos a otros cada año en el día en que estas acabaron con aquel demonio. Con el paso del tiempo, este popular y centenario festival acuático se ha convertido, cada vez más, en una cita imprescindible en el año nuevo de este pueblo.
Antes de la jornada festiva, los dai limpian sus hogares y negocios, van de compras y preparan la comida del Año Nuevo. La mañana del día señalado todos se visten con atuendos típicos de la etnia y comienzan un itinerario. Primero llevan agua fresca al templo para lavar a Buda: ponen diferentes flores en el agua para darle un agradable aroma y, a continuación, se mojan con ella las manos para limpiar la figura del Iluminado; después, todos recogen hojas y las mojan para salpicar delicadamente al miembro más anciano de la familia, así como a los amigos a los que se quiere desear un buen año. Se felicitan mutuamente el nuevo ciclo y se dan y reciben buenos augurios. Más tarde, en la calle, gente de cualquier edad y condición se mojan unos a otros como símbolo de favorables deseos, sin importar si se conocen o no, celebrando el nuevo año. Para la etnia dai, el agua es un símbolo de pureza, precisamente porque solo puede haber vida si existe el líquido elemento. Por eso, la persona que más mojada acaba recibe una mayor bendición divina.
También hay otras actividades típicas de esta celebración. Al caer la noche, los jóvenes van al río o al lago para encender farolillos flotantes en los que escriben en recuerdo a los difuntos o formulan deseos para el año nuevo. Enseguida se ilumina el agua por estrellas de fuego que ofrecen una hermosa imagen. Después, todos se reúnen en una plaza donde han preparado un gaosheng (高升) al que prenden fuego para pedir deseos. El gaosheng es un tipo de fuego artificial inventado por los daiy que se fabrica introduciendo pólvora dentro de cañas de bambú que conectan con mechas; después, se insertan en una estructura de bambú y se les prende fuego, haciéndolas estallar en el cielo a varios metros de altura. En todos los pueblos se recogen los gaosheng fabricados y se prenden juntos haciéndolos volar muy alto. Cuanto más alto llegan, mejor será la cosecha ese año. Más tarde, se organiza una hoguera y todos cantan y bailan frente a ella sujetados por las manos.
En la Fiesta del Agua se llevan a cabo, además, espectáculos artísticos y literarios, regatas de las Barcas de Dragón y maravillosas danzas típicas de la etnia dai, como la de la pata de elefante (象脚舞) o la del pavo real (孔雀舞).
Cuanto más grandiosa es la Fiesta del Agua, más gente acude a las prefecturas de Xishuangbanna y Dehong, en Yunnan, para familiarizarse con este carnaval oriental.
Publicado originalmente en: Revista Instituto Confucio.Número 43. Volumen IV. Julio de 2017.
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