lunes, 1 de abril de 2019

Los restos tras el naufragio | Babelia | EL PAÍS

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Los restos tras el naufragio

Richard Stern disecciona en su obra cumbre, ‘Las hijas de otros hombres’, el proceso de aniquilación de la familia de un profesor tras su infidelidad con una alumna

El escritor Richard Stern.
El escritor Richard Stern.
En toda narrativa de un país hay libros que tienen, entre otras, la cualidad de ser singulares, únicos. Singular respecto a la época que narra es El gran Gatsby, pero también lo es como pieza literaria; lo mismo cabe decir de El guardián entre el centeno, que también se corresponde con una época americana. Las novelas singulares, como su propio nombre indica, no son corrientes, pero tampoco tienen por qué ser una cumbre literaria (el libro de Scott sí lo es; el de Salinger, no tanto) aunque siempre son textos de primera. Lo que los singulariza es la capacidad de representar un modo de escribir y de registrar la vida (o una época) con tanta naturalidad expresiva como carga simbólica, razón por la cual suelen quedar en la memoria de los lectores. Tal cualidad puede atribuirse sin duda a la novela objeto de este comentario, Las hijas de otros hombres, de Richard Stern. En su “feliz pequeña escala”, como precisó Philip Roth, es una novela singular que se desarrolla en un momento clave de la historia norte­americana, los años sesenta, los años de la libertad de costumbres, de la corriente hippy, del “haz el amor, no la guerra” y el choque de generaciones que sacudió seriamente la moral y costumbres de aquella sociedad. Un profesor de 42 años, Robert Merrywether, un científico, se ve arrastrado por aquella corriente y se deja llevar por su tumultuoso caudal sin acabar de entender lo que está sucediendo, mientras participa de ese momento histórico en los brazos de una alumna 20 años menor que él.

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