‘Nanyin’: un estilo musical milenario
La música nanyin de Fujian es un arte interpretativo en el que el canto y la música instrumental se dan la mano para producir lentas y elegantes melodías. Es un estilo de música de origen elitista, cuyo aprendizaje puede llegar a durar toda una vida y que utiliza un dialecto diferente al chino mandarín. Desde 2009 forma parte de la la lista del Patrimonio Cultural Inmaterial de la UNESCO.
La música del sur o nanyin (南音), es típica de la región de Minnan, situada en la provincia de Fujian. A menudo se la etiqueta como un vestigio vivo de la cultura china pues, tras haber acumulado una historia milenaria, se ha convertido en la actualidad en la expresión musical del pasado mejor conservada. Su mantenimiento se debe al empeño de la población autóctona de Fujian, uno de los grupos culturales que, debido a los grandes movimientos migratorios de los que ha sido protagonista, ha alcanzado una mayor expansión a lo largo de China y del resto del mundo. Se trata de un arte interpretativo en el que el canto y la música instrumental se dan la mano para producir lentas y elegantes melodías, de un altísimo nivel técnico, y que siguen amenizando todo tipo de celebraciones y ceremonias en la costa meridional de China. Pero su función no se limita solo al entretenimiento, puesto que su transmisión oral es también responsable de la difusión de los valores que han definido a todo un pueblo a lo largo de la historia, un mérito que le sirvió en 2009 para ser inscrita en la lista del Patrimonio Cultural Inmaterial de la UNESCO.
A este tipo de música también se la conoce como “nanyin de Quanzhou” (泉州南音) y es, según los historiadores, una de las corrientes musicales más antiguas que ha alumbrado la cultura china. Su origen se remonta, posiblemente, a la dinastía Han, durante la cual se produjeron grandes movimientos migratorios en los que los habitantes de la Llanura Central comenzaron a desplazarse hacia el sur, portando consigo costumbres y tradiciones propias. De esta forma, las corrientes artísticas que se habían originado en el centro del país llegaron a la provincia de Fujian y allí, con el paso de las dinastías Tang, Song y Jin; fueron fusionándose con las principales expresiones musicales del sur hasta que, finalmente, emergió un estilo independiente caracterizado por el ritmo del norte y las características tonales y melódicas del sur.
A pesar de tratarse de una música popular, cuenta con unas bases nobles, de las que obtuvo la notoriedad y la estética que la han caracterizado a lo largo de su existencia pues, durante la dinastía Tang, todo su desarrollo estuvo controlado de forma muy esmerada por la corte imperial. Quienes se dedicaban a interpretar y componer sus melodías debían acreditar su capacidad musical a través de estrictos exámenes, gracias a los cuales el nanyin adoptó unos estándares de calidad de los que jamás se desprendió. Es por eso que sigue siendo una activa muestra del esplendor artístico que se vivió durante la dinastía Tang. No obstante, su desarrollo no se detuvo entonces sino que continuó madurando como estilo independiente y alcanzó su punto álgido durante la dinastía Qing (清, 1644-1911), cuando los conocidos como los “cinco músicos de Fujian” interpretaron varias piezas en la celebración del sexagésimo cumpleaños del emperador Kangxi (康熙) y este, maravillado por el ritmo, la serenidad y la estabilidad del espectáculo, decidió nombrarlos músicos de la corte imperial.
No son pocos los expertos que coinciden en que es el estilo melódico que menos ha evolucionado y que, por tanto, mejor conserva las características de la música china de antaño. Su sistema de notación, los instrumentos utilizados y el ritmo de sus piezas constituyen una singularidad para los historiadores. En su forma, la música del sur integra la voz con los instrumentos. A través de melodías repletas de calma y emociones, brinda un ritmo sereno y distinguido con letras que destacan por su elegancia, al tiempo que expresa el sosiego y el aplomo que la experiencia otorga a un pueblo emigrante en busca de nuevas oportunidades y que anhela su hogar.
La entonación de sus cánticos se asemeja en ocasiones a la de un lastimero llanto, del que los músicos se sirven para describir la relación del ser humano con la naturaleza y las aflicciones que padecieron las mujeres que, a menudo, son las protagonistas de sus canciones. Responde, a fin de cuentas, a una búsqueda inagotable de la expresividad, por lo que sus letras están escritas en el dialecto de la región de Minnan, cuya abundancia de vocales lo convierte en un soporte muy adecuado para la transmisión de sentimientos.
二弦 Erxian
Las representaciones suelen seguir la estructura conocida como shangsiguan (上四管). Se trata de un conjunto de cinco músicos formado por el cantante, que también toca un paiban (拍板), una especie de castañuela de madera; y otros cuatro músicos, que utilizan la pipa (琵琶), instrumento de cuerda pulsada; el sanxian (三弦), típico laúd chino pero con un tamaño aún menor; el erxian (二弦), instrumento de cuerda frotada similar al erhu; y el dongxiao (洞箫), una flauta vertical de bambú. Todos los instrumentos tocan en armonía siguiendo un sistema fijo de siete tonos en una escala diatónica. Predomina en sus piezas un contrapunto en el que destacan dos líneas armónicas principales, interpretadas cada una por un grupo de dos instrumentos, de manera que ambas melodías se fusionan y complementan de forma parecida a como lo hacen el yin y el yang en la filosofía tradicional china.
La pipa, por su parte, marca un ritmo estable y constante a la vez que establece la base armónica para las otras melodías. El inicio de cada obra está caracterizado por la lentitud y la calma que, conforme avanza, dejan paso a un tema sereno, majestuoso y cargado de sentimientos y, por último, llega la coda que cierra la pieza de una forma rotunda y contundente. Todo el repertorio de piezas pertenecientes al estilo nanyin se puede resumir en tres conceptos diferentes: zhi, pu y qu. Zhi hace referencia a piezas instrumentales de algo más de 30 minutos, caracterizadas por un estilo melódico muy cercano al de las composiciones cantadas. Pu significa literalmente “notación” y su concepto engloba a un conjunto de piezas cuya base es meramente instrumental pero que, a diferencia de zhi, cuenta con un tempo más rápido y una ejecución más técnica. Por último, qu son piezas de unos cinco minutos en las que la voz cantada acompaña a los instrumentos.
Hoy en día la música nanyin es el hilo conductor de varios tipos de ópera procedentes de Fujian, como Liyuan (梨园戏), Gaojia (高甲戏), Dacheng (打城戏) y los espectáculos teatrales de títeres. Además, forma parte de la vida social y del tiempo de ocio de esta área y, en especial, de Quanzhou, donde aún existen más de medio millar de asociaciones dedicadas a su interpretación. Pero más allá de una mera afición el nanyin representa en la actualidad un nexo de unión entre Fujian y sus habitantes. Su importancia reside en la capacidad de traspasar fronteras para quienes llevan a sus canciones por bandera y como el signo distintivo de la tierra que los vio crecer. Es gracias a ello, y a su valor artístico, que ha logrado afianzarse y ser respetado por los expertos y ha recibido una variada lista de premios en todo el mundo.
Un estilo de música de origen elitista, cuyo aprendizaje puede llegar a durar toda una vida y que, además, utiliza un dialecto diferente al chino mandarín, parece estar abocado a su desaparición. Sin embargo, es mucho más que todo eso porque, aparte de deleitar a quienes se deciden a encontrar el regocijo de la calma en la parsimonia de su ritmo, el sentimiento de sus letras y la fluidez de sus melodías; también representa la sabiduría y la experiencia que los habitantes de Fujian han acumulado con el paso del tiempo. Al fin y al cabo, el nanyin es un arte que, durante siglos de historia, ha puesto ritmo al folclore y la idiosincrasia de esta provincia.
Publicado originalmente en: Revista Instituto Confucio.Número 47. Volumen II. Marzo de 2018.
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