jueves, 29 de abril de 2021
CONVERSACIONES ESTÚPIDAS 4© [1] By Víctor Norberto Cerasale Morteo®
CONVERSACIONES ESTÚPIDAS 4© [1]
By Víctor Norberto Cerasale Morteo®
La Tierra tiene dos Soles, parece girar alrededor de uno, pero sucede que éste lo hace alrededor de otro, que para la civilización humana es intangible, porque no se ve, ni nadie sabe dónde está, dónde se ubica en el espacio, dónde se ubica dentro de la vía láctea, ¿dónde?… esto no lo aprendimos en ninguna escuela, lo tomamos del orden matemático del cosmos… no sólo la Tierra gira alrededor de este segundo SOL, sino que todo el sistema solar lo hace… a su vez, la galaxia donde están incluidos el Sol, la Tierra, y todo el sistema solar, giran alrededor de un centro de energías, que aún se mantiene desconocido para el conocimiento humano, así es que ya hay dos giros que la humanidad desconoce… esto tampoco lo aprendimos en la escuela, sino que lo razonamos a partir del orden matemático en el cosmos… en el espacio todo gira alrededor de algo, y dicho algo provee sentido a todo lo que gira a su alrededor… en el espacio, el mismo ya mencionado, todo se mueve al modo de mareas… el espacio se dilata… el espacio se contrae… nadie lo nota… nadie sabe que esto sucede… nadie sabe que esto tiene lugar… porque no hay cómo medirlo, porque los sentidos no alcanzan para darse cuenta… ya que no hay puntos de referencia que revelen que esto sucede, sin embargo, ocurre… mientras duermes, y también, mientras estás despierto… lo cual indica que el universo que ves, hasta donde alcanzan tus ojos, tiene vida propia… late a su ritmo… vibra a su ritmo… se mueve a su ritmo… confiriendo sentido a todo lo que contiene… eres menos que un grano de arena en dicho universo, por lo tanto, debes saber que le perteneces a una creación que está más allá de la comprensión humana… una creación donde anida la eternidad… una eternidad que contiene al cosmos… un cosmos donde todo existe según el tiempo concedido en una geometría donde el “tiempo” no existe, vaya contradicción aparente… donde todo tiene fecha de caducidad a partir de la propia transformación, eres, pero en verdad eres cuando dejas de ser, ya que mientras eres, solo sueñas… donde la transformación significa “ser” en distintos estados de la materia, en diferentes planos… donde “ser” es tener la gracia concedida de ocupar un espacio dentro de aquella geometría, en un concierto matemático que el ser humano aún no ha descubierto, porque nada que vaya contra el valor intrínseco de la naturaleza de las cosas puede ni podrá ser descubierto… porque ello forma parte de la sabiduría universal que concede las gracias, que es la misma sabiduría universal que las toma y las regresa a la eternidad de la cual proceden… aun creyéndote inmortal, eres mortal… aun asumiéndote inmortal, eres mortal… los mortales están de este lado, pero lo inmortales están del otro lado, en otro plano, existiendo, pero el hombre en su soberbia, aún no ha desentrañado cómo es que funcionan las cosas que atañen a su vida, y cómo son las que atañen a su muerte… como sea se lo quiera ver, la humanidad no solo depende de la Tierra, también lo hace del Sol, y a su vez, el Sol lo hace de otra estrella mil trescientas veces mayor que él, y a su vez, dicha estrella depende de un cúmulo de energías galácticas que nadie sabe dónde está… sin embargo, aunque no lo creas, todo está, existe, y gira, y vibra, generando una oscilación imperceptible en el lapso que dura una vida humana… toma nota, lo que te sucede a ti, tus circunstancias, están incluidas en un cosmos que guarda su propio orden, un orden del que ningún ser humano participa, y lo curioso, es que dicho orden “funciona” a la perfección… sin necesidad de soberbias, sin necesidad de vanidades, sin necesidad de posesiones, sin necesidad de títulos de propiedad, sin necesidad de derechos de autor, sin necesidad de que nadie tenga que pagar por ello, sin necesidad de que alguien deba emitir facturas por ello, sin que nadie pague renta alguna por ello, sin necesidad que alguien haya tenido que firmar ningún contrato… sin necesidad… de que alguien, no muy cuerdo, no muy escrupuloso, meta la mano y envíe todo al carajo, o a la remismísima mierda… sí, el universo funciona sin el hombre, y sin la mujer, es decir la condición humana es una convidada a visitar la inmensidad de la creación… si la logras ver, está bueno… si no lo haces, no la logras ver, es una cuestión enteramente tuya, propia…
El universo, entonces, está fuera del alcance del ser humano… el tiempo en el espacio se curva y regresa a envolver al ser humano mismo, lo atrapa, lo desmenuza, y lo ubica en su único lugar posible, la Tierra… todo lo demás es hostil… hostil, si lo asumes… hostil, si lo entiendes… hostil, si no lo haces y te empecinas en colonizar mundos ajenos… aunque pretendas apropiarte de todo, dicho todo no te pertenece, y si aun así insistieras en poseerlo, las sorpresas abundarían en circunstancias inmanejables, imponderables… ya que el ser humano aún no ha comprendido que el universo reboza de vida inteligente, más allá de su propia inteligencia, pero dichas inteligencias no pueden ser vistas ni apreciadas mediante los ojos, porque vibran en una frecuencia espectral que está más allá del entendimiento humano… léase, todo está habitado, pero lo hace con formas de vida no tangibles para la mente humana, tampoco para sus sentidos… no obstante ello, la vida es una constante universal que da forma a un complejo matemático que da sentido a un singular mecanismo de relojería donde el orden universal se corrige a sí mismo, siempre, desde siempre, para siempre, por siempre… sin que jamás el ser humano haya podido acceder a él… sin que jamás inteligencia alguna haya podido acceder a él… porque lo supremo es inaccesible, y ni siquiera se sitúa en este lado de las cosas… por otra parte, el ser humano está demasiado ocupado comprando y vendiendo, así es que no dispone de “tiempo” para intentar comprender cómo funciona el universo… el negocio es demasiado importante para poder sobrevivir, para poder pagar las facturas de electricidad, de telefonía, de agua corriente, de gas, así como los servicios inmobiliarios por el espacio ocupado, y otros etcéteras que obligan a ese mismo ser humano a ser esclavo de empresas creadas por inescrupulosos para desvirtuar los reales sentidos de la vida… un sentido que se diluye a medida que la vida se escurre… mientras el universo “continúa” siendo a pesar del hombre y la mujer, o si no te gusta de este modo, de la mujer y del hombre… a mi me da igual, tanto la mujer como el hombre, son seres humanos, no más que eso, ninguno es superior al otro, cada uno con sus capacidades, cada uno con sus habilidades… el virtuosismo pertenece a la humanidad, es de su patrimonio… la miseria, también, y la hay en los dos bandos…
Más allá de los soles y las estrellas, y de estas y las energías, la Tierra tiene tres satélites, de los cuales uno es perfectamente conocido… la Luna… que está relativamente cerca, que es relativamente fácil de ser saqueada, que está siendo visitada por varias potencias políticas interesadas en sus “potenciales recursos”, que habilita a que sea colonizable y hasta repartida, siguiendo los criterios aplicados en la Tierra para el África, o la América Latina, o las islas del Pacífico, o lo que sea sirva para decir que esto es mío, y aquello es tuyo, y no me lo toques porque me pertenece por derecho de presencia y estadía… léase, un astro que no tenía fronteras ni banderas, ha comenzado a tenerlas, exhibiéndose el poderío de las inteligencias desquiciadas, que solo aplican para el mal (de los otros)… a pesar de ello, te aseguro que más temprano que tarde, todos ellos, los invasores, se llevarán una sorpresa monumental, cuando descubran que la Luna, es en verdad un astro “artificial”, colocado allí para observar a los humanos… para controlar a los humanos en sus dimes y en sus diretes… y para ninguna otra cosa… pero el ser humano insiste en ignorar lo evidente… y aún no sabe que la Tierra tiene otros dos satélites que tienen órbitas tan amplias que se acercan a ella una vez cada mil años… justo cuando se producen variaciones cósmicas que alteran el tiempo de los tiempos… justo cuando se producen los cambios en las almas… justo cuando se producen las modificaciones en los espíritus… justo cuando se producen tomas en los estados de las consciencias… dejando una huella espacial que agrega valor a la presencia humana en la Tierra, o bien, dejando una huella espacial que desagrega valor a la presencia humana en la Tierra… ello altera el ambiente terrestre por los siguientes mil años… donde la exactitud humana no se corresponde con la exactitud cósmica… donde los relojes humanos no cambian el curso del gran reloj cósmico… donde las mediciones humanas no encajan con las otras que corresponden a los órdenes del universo visible…
La voluntad humana puede viajar por el cosmos mediante el alma… la voluntad humana puede transitar el cosmos mediante el espíritu… la voluntad humana puede visitar el cosmos mediante la consciencia sublimada… pero el cuerpo humano no resiste la “existencia” en el espacio, porque sus genes se alteran, porque su fisiología no está dotada para semejante esfuerzo, y de hacerlo… las consecuencias se padecen en vida… claro está que, esto no es de interés del imperio, para quien los humanos son descartables… para quien los humanos son mortales para las conveniencias del poder… para quien los humanos se ubican en un singular “úsese y tírese” que se viene ejerciendo desde los reinos medievales, donde unos pocos se arrogan derechos de propiedad sobre los muchos… donde unos escasos, se sienten dueños de esclavos que deben servirles para sus necesidades elementales, y también de las otras… la servidumbre es un acto humano… no existe en ninguna otra galaxia, en ningún otro planeta, en ningún otro lugar del universo… ¿inteligencia?, perdón, la raza humana no se precia por ser inteligente, antes bien, lo hace por ser miserable…
El ser humano aun no entiende que no puede desprenderse del cosmos que lo contiene… que depende de las estrellas tanto como de todos los astros diseminados por el universo, los mismos que signaron el exacto momento en que fue engendrado, primero, y alumbrado, después… el cosmos lo tiene atrapado mediante un destino y una gracia, que rigen mientras dura su “tiempo”… una gracia que contiene al menos un don… una gracia que contiene al menos un talento… una gracia que contiene una pizca de voluntad… un destino que depende del karma que se porta desde y hacia la eternidad… un destino que está marcado por la esencia de cada alma en su viaje cósmico… el ser humano está inscripto en el mismo sistema de relojería que moviliza al universo y le provee de orden… esa extraña capacidad de corregirse a sí mismo y de generar futuro para todo lo que existe, ocupando un lugar en el espacio, ostentando el motivo de una idea, y siendo la idea de un mismo motivo… aun negándolo, nadie puede escapar de ello, y aun afanándose en poseer cosas, dineros, propiedades, desconociendo el valor de los prójimos, el cosmos seguirá envolviendo a la entidad humana de cada ser, haciéndole saber que sin sueños no hay humanismo posible, luego, si lo entiendes, bien, si no lo entiendes, bien, ya que se trata de un problema de consciencia… igualmente, todo lo que hayas juntado… todo lo que hayas acumulado… todo lo que hayas amarrocado… todo lo que hayas conservado… todo lo que hayas robado… todo lo que hayas estafado… no te lo podrás llevar, y los que te siguen, se pelearán por lo que dejes, como si hubiesen hecho algo por disponerlo… sucede que los bienes tienen, para cierta gente, más valor que la vida misma… y quedan atrapados en ello… se desangran mientras la vida se les diluye… la pobreza no es una cuestión de bienes, la pobreza es una cuestión de almas…
La regla es sencilla, cuando crees poseer cosas, son las cosas las que te poseen… cuando crees ser propietario de algo, es dicho algo el que asume el papel de ser tu propietario… cuando crees disponer de aquellas cosas que has comprado, son dichas cosas las que se han adueñado de tu persona… ya no eres tú quien maneja su vida, sino que las cosas lo hacen por ti, les perteneces, y al hacerlo te devoran… todo lo que se compra agrega peso específico al espíritu y lo inmoviliza, haciéndole creer que se mueve, cuando en realidad está paralizado, viendo como la vida te atraviesa… en definitiva, tu ser, tu esencia, tu karma, en vida, le pertenecen al cosmos en el cual viste la luz, en el cual naciste, es decir, le perteneces al Sol que despunta cada mañana y le perteneces al Sol que se desvanece por la tarde… le perteneces a esa Luna que llama tu atención, o que ni siquiera lo hace… le pertenece a las estrellas que te cobijan, y desde luego, a las que ves con tus ojos, y esas miles de millones que ni te imaginas que existen, pero que están ocupando un lugar en el espacio… entonces, vale la pena repetirlo, le perteneces, y nada te pertenece, aun cuando así lo entiendas… todo lo que hay en la Tierra te lo prestan por un rato… aun cuando pagues por ello… aun cuando dispongas de un título de propiedad… aun cuando creas que es tuyo… aun cuando asumas que te pertenece y que nadie puede quitártelo… todo lo que tengas en la Tierra, seguirá aquí cuando te vayas, y otros acudirán aduciendo razones de propiedad, las mismas u otras… siguiendo el empecinamiento por tener… sin embargo, a pesar de las cosas y los bienes, no te puedes desprender del cosmos al que perteneces… así como no te puedes escapar de la Tierra, tampoco puedes escapar del ti mismo, ya que eres quién eres porque eso lo marca tu karma y lo marca tu esencia… así como no puedes ocultar tu aura a la vista de los ángeles, tampoco puedes ocultar tu alma a la vista de la creación…
Cuando llegas a la Tierra, te regalan un huerto, que tal vez entiendas como ficticio, pero en verdad no lo es, es bien real y tiene la forma de tal… es un huerto donde deberás labrar tu vida… acondicionar los surcos… preparar los suelos… insertar las semillas apropiadas… cuidarlas de aquel Sol y de aquella Luna… estudiar los ciclos del clima… analizar la influencia de los cielos… regar la tierra con tu sudor y con tus lágrimas, además del agua de tu propia fuente… aguardar el tiempo de los tiempos para que lo plantado crezca y tome entidad… para que más tarde, dicha entidad, cuidados mediante, de sus frutos para que te alimentes, y alimenten a otros… también, si das el ejemplo, los demás aprenderán que deben hacer lo mismo con sus huertos… y lo que hagas con él, solo dirá quién eres… y lo que hagan con los suyos, solo dirá quiénes son… entonces, dirá si tu huerto es un paraíso, o revelará si tu huerto es un infierno… entonces, dirá si el huerto de los otros es un reflejo de sus respectivos paraísos, o bien, revelará si sus huertos expresan el infierno de aquel que lo recibió como legado divino y lo convirtió en un desierto… en tu huerto está el cosmos… en los huertos de cada quien, está el cosmos… el cosmos que te contiene y los contiene… luego, no te llevas el huerto, te llevas lo que hayas hecho con él… te llevas la eternidad que le hayas sabido impregnar… no es cuestión de Dios, tampoco de los ángeles, mucho menos de las imágenes de mármol… es una cuestión tuya, tuya de lo que hagas con tu vida, de lo que hayas hecho con ella… y nadie, por ningún motivo, se puede escapar de ello… aun cuando crea que puede hacerlo (escapar), deberá juzgarse a sí mismo, sin apelaciones posibles, ya que nadie puede huir de lo que es, ni tampoco de lo que hizo…
El ser humano flota en el cosmos… un cosmos que es semejante a los océanos terrestres… se mueve de igual forma… su profundidad lo hace ininteligible… las islas son los planetas y los satélites donde puedes recalar siempre que te habiliten a hacerlo… la luz está dada por las estrellas, y la oscuridad media los espacios ocupados por la luz… la distancia entre los astros es implacable, e impide la visita y el acceso de las soberbias, las vanidades, las codicias, las avaricias, las angurrias, las discriminaciones, y las malas voluntades que proponen los saqueos, los despojos y los atropellos, en cualquiera de sus formas… mientras tanto, el ser humano sigue sin entender que su paso por la Tierra es un instante, donde la felicidad está en el sí mismo unido al uno mismo, reencontrados… la vida no es más que un sueño… la verdadera vida, la genuina, la auténtica, allí donde reside el alma y su conjunción con el espíritu y la consciencia, no es esta, no se ubica en la Tierra… está en el más allá, es allí donde se revela…
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