martes, 22 de junio de 2021

CONVERSACIONES ESTÚPIDAS 5© [15] By Víctor Norberto Cerasale Morteo®

CONVERSACIONES ESTÚPIDAS 5© [15] By Víctor Norberto Cerasale Morteo® Algunos tienen miedo a nacer, luego no tienen memoria de ese miedo, atraviesan la vida portando otros miedos, otros temores, otros desasosiegos, pero todos ellos, los miedos, se portan desde el nacimiento… muchos tienen miedo de morir, pero al hacerlo se desprenden en paz, y abrazan esa sensación de tranquilidad extrema, como si se hubiesen liberado de una carga, que quema, la vida suele ser extrema, cuando no se diferencia entre la clara y la yema… algunos tienen miedo a perder su lugar, pero otros tienen miedo a conseguir un lugar, porque comprometerse significa escarmentar, algunos estando no están, algunos permaneciendo, están ausentes, mirando con displicencia a otros “displicentes”, estar presente implica ser parte, ocuparse y comprometerse, dar la cara, servir al otro como si se tratase de uno mismo… algunos tienen miedo al hambre, pero transitan su tiempo al modo de un calambre, evitando mover un dedo por ellos mismos, evitando mover un dedo por los otros, evitando hacer algo por alguien, luego se quejan de las sombras, luego reclaman por el color de las alfombras, se quejan de las paredes viejas, se quejan de vivir entre rejas, pero sus manos las guardan, porque el alma se les añeja… algunos usan el trabajo como excusa, otros usan la vagancia como excusa, mientras algunos te señalan con el dedo, otros, directamente, te acusan, desconociendo lo que sucede, viviendo una sinfonía inconclusa… dando testimonio de lo inexistente, tratándose de un modo corriente, donde cada quien salva su alma, empujando al abismo al que tiene enfrente… los miedos se reparten de manera extraña… aparecen donde menos los esperas… hay espíritus que resuenan como plañideras… hay un miedo a la violencia masculina, pero también hay un miedo a la violencia femenina, donde el ser humano se relega, donde el humanismo se regala, donde la condición humana se entrega, donde la calidad humana va a parar a la hoguera, no obstante, la violencia se ejerce, bidireccionalmente, porque no se soportan las partes, porque no se tolera la gente, se recita el amor como palabra, pero se traduce solo en la cama, en momentos de sábanas calientes, luego se regresa a la normalidad, del desprecio según con quien se despierte… las palabras no garantizan los afectos, las miradas no garantizan las promesas, abundan los falsos dichos, sobra lo que los sentimientos no reflejan, aunque se ande juntos por la vida, suelen ser desparejas las parejas… hay un singular miedo a las armas, pero al mismo tiempo, hay un peculiar miedo a las guerras, sin embargo, una porción humana las alienta, porque el negocio los retiene, no importan los destrozos, ni quien vive, ni quien muere, se cultiva el “culto” al dinero, mientras los destinos se licúan por el resumidero… transitamos tiempos de miedos… el miedo a tener, el miedo a no tener, el miedo a disponer, el miedo a no disponer, el miedo a la presencia, el miedo a la ausencia, el miedo a la inclemencia, el miedo a la tormenta, el miedo al soportar, el miedo a la renuencia, el miedo a la posible causa, el miedo a la consecuencia… donde hay miedo se apabulla el alma, y el espíritu se hace trizas en apariencia, quedando todo a merced, de una falta de consciencia… donde el miedo paraliza, aportando estados de demencia, donde el todo se detiene, donde te quedas sin paciencia, cuando el miedo captura el alma, ni siquiera hay inteligencia, no se distingue dónde queda el mañana, porque el presente se vuelve indigencia… es necesario tomar distancia, salirse del problema y su existencia, mirar de lejos produce perspectiva, ayudando a separar la situación de la providencia… Los miedos tienen atrapado al mundo humano en un permanente estado de zozobra… los declives del cambio climático… la posibilidad de que se desintegre el planeta… la desaparición de los bosques… la tala indiscriminada de árboles… la gelatinización de los océanos… el sucumbir de las especies… las tormentas de una violencia inusitada… los sismos que superan la media soportable… los hielos que se van desgranando, por ende los polos que se van diluyendo… los aires calientes que ahogan la respiración… los aires helados que anulan la respiración… sin embargo, ante los mismos resultados de una misma receta, el hombre sigue insistiendo en atropellar a la naturaleza, a la Tierra como su única casa posible… proponiendo un eventual y mentido planeta B, que no existe hoy, y que no tendrá lugar mañana, ya que la Tierra es la única casa posible para un ser humano mayormente desquiciado, negado de sí mismo, negado de su propio destino… cuya voluntad no se despliega en el presente continuo… donde se revisa permanentemente el pasado, buscando culpables que se coloquen el sayo… evitando construir el futuro porque exige el compromiso de derrumbar los muros… Los miedos tienen atrapado al mundo humano en un permanente estado de zozobra… los medios favorecen la debacle vendiendo la tragedia permanente que les da “rating”, convocando a las masas a sufrir la tragedia ajena, convocando a las masas a padecer la violencia ajena, enseñando que las obras políticas no son lo que ellos desean, aunque inmediatamente, cuando disponen del espacio político para sí mismos, proceden bajo el precepto de la misma receta, esto es más sufrimiento, esto es más tragedia, esto es más violencia, eso es apelar a la misma causa para poder repetir la misma consecuencia… y curiosamente, van anestesiando las consciencias que comienzan a asumir que así es la normalidad… que resulta reconfortante que los unos atropellen a los otros… que resulta habitual que los unos despojen a los otros… que resulta prudente que los unos descalifiquen a los otros… que resulta adecuado que los unos nieguen a los otros… aportando entonces una catástrofe bíblica a la rutina de los mortales que se ven avasallados desde todos los ángulos posibles… desde la política, desde la justicia, desde lo legislativo, desde lo corporativo, siendo que nadie representa a nadie, siendo que nadie es la voz de nadie, siendo que nadie interpreta las razones de nadie, siendo que nadie confiere sentido a las necesidades de nadie… entonces, la educación y la formación ya no encuentran espacio social… entonces, el trabajo formal ya no encuentra espacio social… entonces la salud pública pasa a ser salud para nadie… entonces, una vez más, se impone el negocio del estado de zozobra, que algunos humanos lo asumen de una forma, mientras que otros lo hacen de otra… unos y otros sucumben al modelo, porque en algún momento, los miedos se apoderan de todos… Luego viene el ejercicio de la violencia en las calles… para algunos países eso se revela como delincuentes sueltos, protegidos por la justicia acomodaticia que les garantiza impunidad… para otros países, más democráticos (según los recitados), eso se refleja en ataques terroristas, o bien, de personas desquiciadas que matan por el simple placer de hacerlo… en uno y otro lugares, todo queda sin resolver… las armas se siguen vendiendo aduciendo razones de libertades y derechos… las armas se siguen alquilando para robos puntuales… las armas son “seguros de poder”… ante eventuales detenciones las liberaciones son inmediatas aduciendo razones de derechos humanitarios… las cárceles se han vuelto universidades del delito… las prisiones se han vuelto amparo de ese mismo delito… y a estas alturas, da lo mismo, estar dentro que afuera… mientras tanto la justicia se compra y se vende… y se respalda a los victimarios en contra de las víctimas, que ahora lo son del suceso en sí mismo, y también de la injusticia… más tarde, la droga se ha vuelto moneda corriente, transformándose en un negocio monumental que alimenta al lado oscuro de cualquier sociedad, consumiéndose aquí tanto como allá… y junto con ello, el alcohol, otro negocio de envergadura planetaria donde se ahogan generaciones enteras de personas que quieren perderse antes que encontrarse… de alguna manera, el miedo cunde por los espacios, y el miedo gana a las víctimas tanto como a sus victimarios, que ven que siempre hay alguien arriba con más poder del que ellos mismos disponen… en todo caso, siempre, siempre, el próximo puedes ser tú, o bien, seguramente el próximo serás tú, y debes prepararte mentalmente para afrontar la circunstancia… una vez más, ya no quedan países modelos de nada… la delincuencia maneja porciones enteras de estados sociales de zozobra… donde los estados están ausentes… donde las sociedades humanas quedan arrinconadas sin capacidad de reacción… Entonces, hay un miedo a quedarse sin suelo… entonces, hay otro miedo a quedarse sin aire… entonces, hay otro miedo a quedarse sin agua… entonces, hay un avance brutal de los fuegos… pero curiosamente, la misma gente que tiene miedos a diversas cosas, es la misma que arroja los plásticos a los océanos… es la misma que infecta los mares… es la misma ensucia las aguas… es la misma que contribuye con la polución… es la misma que mira para otro lado… ayudando al poder desenfrenado a seguir haciendo de las suyas… esto es, contaminando todo, envenenando todo, intoxicando el todo, para satisfacción de algunos, y como daños para el resto… a pesar de describir los daños, los mismos se siguen reproduciendo sin cesar, dejando en evidencia que en apenas un poco más de un siglo, el ser humano ha podrido su propia casa… sin entender que no se puede vivir en la podredumbre… No termina allí… quedan muchas aristas pendientes de esta geometría… quedan muchos ángulos pendientes de esta misma geometría… hay una violencia implícita entre los humanos… promovida desde la competencia… compiten mujeres contra hombres… compiten mujeres contra mujeres… compiten hombres contra mujeres… compiten hombres contra hombres… entonces, a nadie le importa el prójimo, y siendo que la razón que los mueve es la competencia, eso impulsa la destrucción del otro… la no aceptación del otro… la no aceptación de las razones del otro… y ello dirige el todo hacia un caos que no tiene solución, justamente, porque el motivo reside, no en la coexistencia, no en la tribu, no en la socialización, sino en la destrucción a ultranza… algo que se impulsa desde el capitalismo… algo que se impulsa desde el neoliberalismo… y curiosamente, algo que también se impulsa desde el socialismo, y desde el comunismo… es decir, los extremos se tocan y proceden de la misma manera, favoreciendo a los victimarios y desmereciendo a las víctimas… por su parte, los humanos mujeres entran en el juego y van por la destrucción, al igual que los humanos hombres… ninguno analiza… ninguno discierne… y cada quien eleva la apuesta para una mayor destrucción… luego, le siguen las reflexiones y los arrepentimientos, pero mientras tanto, el daño ya está hecho y es irreversible… mientras tanto los lamentos crecen, mientras tanto las mentiras crecen, mientras los argumentos desmerecen… Repetir la receta conduce a conseguir el mismo resultado… y esto deja en evidencia que la humanidad la viene errando desde hace casi dos siglos… algunos dirán que el proceso viene de mucho más lejos, y no les faltará razón, pero tomando los últimos dos siglos, la debacle ha tomado una fuerza inusitada, y el empecinamiento conduce siempre a males mayores, al punto de dejar a la humanidad al borde de su propia extinción… desde luego, muchos dicen “no soy yo”… “no tengo nada que ver”… “mis acciones no contribuyen al desmadre”… pero el silencio también es parte de la tragedia en ciernes… pero el desinterés te vuelve tan responsable como a los culpables directos… así de simple y así de sencillo… si no te comprometes, no formas parte… si no te comprometes, no eres parte… sin tribu, el aislamiento reduce la envergadura del individuo… El mundo está vestido de hambre ya que dos tercios de la humanidad está desplazada y despojada… y esto debería ser un fuerte llamado de atención… ya que ello evidencia que la receta aplicada es útil para pocos y dañina para muchos… asimismo, las guerras no han servido para mejorar la raza, sino para humillar a los unos y a los otros… asimismo, el desarrollo y el despliegue de armamentos, no ha sido útil para mejorar a las sociedades humanas, sino que sólo ha diseminado muerte y atropello… para un pobre resultado económico, concentrado en los bolsillos de pocos… Como sea, la Tierra no tiene fronteras… las fronteras están en la mente del ser humano… y en sus mapas… sólo allí… Como sea, la Tierra no tiene banderas… las banderas están en el espíritu del ser humano… y en sus mapas y en sus libros de historia… sólo allí… Cuando aprecias la Tierra desde el espacio sideral, es una unidad cósmica, donde hay de todo para todos… no dimensionarlo, es parte de la miseria humana que está enquistada en el espíritu del poder… no dimensionarlo, es parte de la estupidez humana que viste a la humanidad como un todo… y no le permite reaccionar…

No hay comentarios: