CONVERSACIONES ESTÚPIDAS 5© [2]
By Víctor Norberto Cerasale Morteo®
Escribo porque escribo,
tengo esencia en las letras,
esas las traigo conmigo,
desde vaya a saber cuándo,
tengo un karma que es testigo,
a mí, las letras me abrigan el alma,
me hacen sentir protegido,
no de los tiempos por venir,
sino de los tiempos idos,
de los pasados arremolinados,
de las tristezas y el hastío,
por ello, en las letras vivo,
reinventándome la voluntad de ser yo mismo,
un simple tipo, tal vez demasiado simple,
un sencillo hombre de bien,
que no molesta a nadie, transitando su camino,
salto de tecla en tecla,
o escribiendo a mano alzada,
siento la caligrafía, como parte de mi alma…
percibo la ortografía,
como una ecuación matemática,
a medida que conoces los vaivenes,
escribo porque es parte de mi idea,
escribo porque es parte de mi motivo,
me siento pensamiento redactado,
desde el recuerdo hasta el olvido,
donde la memoria es un dejo de sombra,
donde el recuerdo se convierte en delirio,
a veces las imágenes vuelven,
otras continúan como el río,
portando reflexiones extrañas,
de los juegos oníricos,
pero justo es reconocer,
que escribiendo me siento vivo,
compartiendo comentarios,
enseñando las geometrías del “uno mismo” …
del sí mismo incomprendido,
del sí mismo desencontrado,
del sí mismo descontrolado,
del sí mismo acorralado,
del sí mismo desafortunado,
en la búsqueda de un “yo” perforado,
por las tormentas de la vida que se anda,
entre rumbos perdidos, y esos otros extraviados,
armando el destino como se puede,
rompecabezas pieza por pieza,
algunas encajan de una,
otras demandan destrezas,
habilidades impecables,
algunas sonrisas que se pierden,
mayoría de frustraciones,
también algunas tristezas,
que van templando el espíritu,
para que te eleves mientras rezas,
para que subas peldaño tras peldaño,
por la escalera de la esencia…
se necesita ascender con vehemencia,
aun a pesar de las inclemencias,
confiriendo valor al otro,
porque eso explica cada existencia,
carrera de resistencia,
obstáculos y paciencia,
transitar a la medida de circunstancias,
que hacen del tiempo, experiencias,
escribo porque es mi espejo,
donde reflejo mis estados de inconsciencia…
redacto mientras atiendo,
los mensajes de la consciencia,
a veces habla el instinto,
a veces la incoherencia,
pero detrás de esta locura,
me recluyo en la paz de las inclemencias,
donde me encuentro conmigo mismo,
abrazando la recurrencia,
de saberme respirando,
vaya a saber uno por qué motivo,
el impulso original, ése que no se recuerda,
regresando siempre por el “sí mismo”,
donde anida la vivencia…
escribo porque escribo lento,
hasta aquí me trajo el viento,
siendo puro sentimiento,
apenas si me traigo a mí mismo,
ando sólo con lo puesto,
lo demás lo he dejado atrás,
adherido a otros destinos,
que portadores de mentiras,
desconocen el valor de lo escrito,
negando lo que fue dicho,
atropellando muertos y nichos,
prometiendo lo que nadie hizo,
lo que no se hará,
porque viven del entredicho,
sacando ventaja de un lado,
para sacar provecho del desquicio,
esos mismos toman lo ajeno,
y se lo apropian como si les perteneciera,
por derecho de haber nacido…
de eso se trata el poema,
de abrir la mente de los que no han entendido,
que es necesario vivir construyendo,
quitando piedras de otros caminos,
para que el andar aligere el alma,
pero que también nutra el espíritu…
escribo sencillamente porque escribo,
traigo la esencia en mis letras,
esas mismas que he aprendido,
de ancestros que por aquí anduvieron,
escribiendo mucho de lo que ya estaba escrito,
escribiendo algo de lo que nadie había dicho,
que, aunque sentido,
no se traducía en pensamientos,
no era posible escribirlo,
porque todo es cuestión de sentimientos,
y de cómo estos se definen,
antes de ser plasmados,
mediante teclas, grafías, u otros sinsentidos,
te lo dije muchas veces,
sólo escribo porque escribo…
cada vez que he estado solo,
me he encontrado conmigo mismo,
navegando mares de letras,
naufragando en la isla en la que he creído,
desde el comienzo de los tiempos,
cuando escribir era una idea,
cuando escribir era impulso y aliento…
desde que me he ido no he vuelto,
la vida es un rulo revuelto,
entre utopías y desiertos,
de tanto andar me he vuelto grafía,
de tanto andar, he hallado mi propio puerto…
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