ECOS (BREVERÍAS) LA LUMINARIA © By Víctor Norberto Cerasale Morteo®

¿Dónde estabas cuando te necesité?... ¿dónde estabas cuando tu presencia era necesaria?... ¿dónde estaba tu mirada?... ¿dónde estaban tus oídos?... ¿dónde se escondían tus palabras?... ¿dónde se encontraba tu persona?... ¿dónde había quedado tu rostro?... de repente, habías desaparecido… no había quedado ni tu espalda… en lugar donde habías estado, sólo quedaba un hueco… la ausencia intencional produce una rara decepción de la que no hay regreso… se puede estar ausente aún estando presente… se puede no ser, aún siendo… se puede no estar, aún estando… la decepción quiebra uno a uno todos los puentes de “confianza” … los que, una vez rotos, se deshilachan hasta no quedar vestigios… cuando cae la máscara, el rostro desilusiona… el rostro descubierto, enseña el verdadero “yo”… el “yo” que desprecia… el “yo” intolerante… el “yo” del qué me importa… el “yo” desaparecido… y simplemente, no hay vuelta atrás, aunque duela, aunque moleste, aunque incomode… no hay manera de reparar lo que se rompe… y no queda otra que cerrar la puerta y mirar hacia adelante, un adelante que ya no tendrá a aquella persona supuestamente “necesaria” que describía promesas y flameaba palabras dulces… un adelante que exigirá una mirada en alto, amplia, una mirada que necesite de horizontes… Salta, 15 de octubre de 2021. Lo único que hace soportable la vida, es la presencia del “otro” … siempre que dicho “otro” esté presente, compartiendo las circunstancias… Sin el “otro”, la vida sería una tortura… el sí mismo, sin un “otro”, es un “yo” perdido… El vacío conduce al “vacío” … la sucesión de vacíos produce una sensación de caída libre que no tiene fin… Los huecos, suelen transformarse en laberintos… Los laberintos, no son otra cosa que huecos repletos de murallas… Cuando no sabes por dónde salir, no sabes por dónde debes entrar… Cuando el instinto te expone a una decepción… sólo la distancia salva… La decepción no es otra cosa que un hueco… una vez que la decepción toma entidad, no hay regreso, porque el vacío se siente en el alma…