martes, 26 de octubre de 2021

ECOS (BREVERÍAS) LA LUMINARIA © By Víctor Norberto Cerasale Morteo®

A veces las luces atípicas en un fondo de cielo estrellado, parecen poca cosa… a veces en los sueños se aparecen seres que no son de este mundo, seres altos o seres bajos, seres de dos metros o seres de un metro cincuenta, seres de rostros triangulados o seres de rostros angulados, ojos saltones, siempre… a veces con algo que parece ser una nariz, a veces sin ella… a veces hablan, a veces permanecen en silencio… cuando hablan no mueven la boca, y a veces ni siquiera tienen una boca, como tampoco se les ven oídos… a veces tienen tres dedos, a veces cuatro… las experiencias que la gente transita en sueños, no son transmisibles, así que quien la “padece”, se las guarda, las calla… nadie cuenta un sueño, menos uno de esta magnitud, por las dudas… pero el problema se agiganta cuando lo dicho no sucede en un sueño, sino en la vida real… cuando estás despierto… cuando eres consciente de lo que está sucediendo… cuando asumes que aquello que te está ocurriendo, lo hace sólo contigo, en soledad y en aislamiento… entonces, es otra la historia… no son muchas las personas que han sido expuestas a esta experiencia, sin embargo, en la práctica, tampoco son tan pocas… algunas están dispuestas a negar cualquier recuerdo, pero en lo íntimo, saben que algo les pasó… algunas personas comentan tímidamente su experiencia, pero evaden muchas preguntas por temor al ridículo… otros, desde la experiencia misma, se guardan para siempre y evitan hablar del tema… entienden que la circunstancia los supera, y guardan silencio, aunque más no sea por las dudas… después de todo, experiencia mediante, son más las dudas que las certezas… aquella persona vio una luz intensa pasar por delante la ventana… llamó su atención… la luz no solo había atravesado la ventana, sino que había atravesado las paredes… en un lugar donde reinaba la oscuridad… se trataba de una noche cerrada… salió de la casa presuroso para ver si no se trataba de un helicóptero, o algo parecido, podría tratarse de un dron, aunque en aquella época estos no existían… atravesó la galería de la casa y se encaminó hacia un lugar despejado de árboles… la luz estaba justo arriba de su cabeza, pero no se reflejaba en el suelo ni en ninguna parte… parecía ser una luz ovalada, densa, que circunscribía al objeto en sí mismo… la luz pertenecía al objeto, parecido a una pelota de rugby, más estirado en sus contornos… estaba quieto pero se notaba que giraba a una muy alta velocidad, sobre sí mismo… no había ruido alguno… era de grandes dimensiones, mucho más grande que la propia casa… en un momento, un haz de luz descendió hasta el suelo, enfocando a la persona… el haz de luz se sentía denso, espeso, tenía forma, tenía contornos definidos… la persona se sintió absorbida, y de hecho lo fue, tanto que apareció dentro de la nave, en una sala amplia, de intenso color amarillo… había instrumentos pero eran indescifrables… no eran perillas, era algo que podía tocarse, pero no tenía relieve… no había teclas ni teclados… en una especie de pantalla se veía algo así como una galaxia, pero es imposible poder determinar de qué se trataba… demasiado amarillo, tan intenso que se creaban reflejos que impedían ver con claridad… de pronto, de la nada, aparecieron dos entidades alienígenas… altas… de brazos largos… vestidos con algo que brillaba… rostros angulados… ojos saltones… no hablaban, pero transmitían tranquilidad… “no hay que hacerse problema”, decían telepáticamente… “estamos en paz”, acto seguido… “sólo queríamos conocerte”, repetían… “sólo queríamos que nos conozcas”, repetían… “nuestra nave depende de nuestras mentes”, decían… “nuestra nave se mueve según nuestra voluntad”, repetían… “parece un nave, pero se trata de luz compacta”, volvían a decir… “venimos desde otra galaxia, esa que ves allí”, señalando la pantalla… “atravesamos agujeros negros y cuerdas para llegar hasta tu planeta”, “pero nuestro viaje demora un minuto terrestre”, agregaban… “pero nuestro viaje demora nuestra voluntad, no más que eso”, complementaban… “ahora no hay tiempo, el tiempo no transcurre, estamos fuera del tiempo humano y fuera del tiempo terrestre, aquí no hay tiempo”… las sentencias se repetían una tras otra… evidentemente pensaban y hacían… hacían lo que pensaban… no tocaban instrumento alguno… había algo así como geometrías en el aire, siempre con un fondo intensamente amarillo… en un instante, uno de los seres pensó algo y extendiendo su brazo, tocó la frente del convidado… inmediatamente, este descendió por el tubo de luz, y estaba de pie en el suelo desde donde había salido… inmediatamente, la luz se desvaneció y fue como si nunca hubiese existido… inmediatamente, todo regresó a la normalidad… pero ya no era la misma normalidad… lo que había sucedido lo había marcado para siempre… él había estado en una nave extraterrestre, en una dimensión que no era la de la misma Tierra… había tenido la oportunidad de su vida… había sido testigo… incluso, había escuchado más de lo que tenía registrado en su memoria… le habían dicho mucho más… le habían mostrado mucho más… al principio del fin de su experiencia, no lo recordaba, pero a medida que transcurría el tiempo, recuperaba memoria y se acordaba de muchas cosas, ninguna explicable, ninguna transmisible, ninguna contable… había que recomponer la memoria… había que hurgar en ella… había imágenes de la nave que regresaban al recuerdo y se aparecían como si todavía estuviese allí… no sólo había estado en una sala central, también había recorrido otros lugares, pero se hacía difícil poder describirlos… la nave era más grande que lo que parecía desde afuera… los años han transcurrido y la experiencia ha quedado grabada a fuego… se siente como si los alienígenas siguieran estando allí, siempre… a medida que transcurre el tiempo, la memoria revela la riqueza de la circunstancia… sucedieron muchas cosas que permanecen guardadas, atesoradas… nadie sabrá lo que allí tuvo lugar… la experiencia es única e indivisible, tanto que nadie sería capaz de valorarla… nadie, absolutamente nadie… Salta, 27 de octubre de 2021. La nave era de mayor envergadura vista desde adentro… Tenía secciones, varios pisos y había muchos más tripulantes que aquellos dos que aparecieron en un comienzo… la memoria habla de seis, en algún momento… la memoria habla de ocho, en algún momento… La voluntad de estos seres podía sentirse… La convergencia de las mentes daba forma a la luz circundante… ellos pensaban la luz, y esta adquiría entidad… La luz era sólida, impenetrable… las paredes eran luz… el piso era luz… los instrumentos eran luz… todo era luz… amarillo, y de tan intenso, casi blanco… El tubo de luz era como un ascensor… Esto que te cuento, jamás sucedió… se trata de una deformación de la memoria de un desconocido que, seguramente, se estaba ahogando en su locura… La demencia aparece cuando se convive con otros humanos… vivir con otros humanos puede ser una experiencia insoportable… Hay demasiados locos en la Tierra… Locos que hacen de sus vidas, una eterna poesía… Locos que reconocen el valor de los silencios… Locos que saben cuál es el valor genuino de la soledad, sin remordimientos… La verdad se lleva en el uno mismo, y mora sólo allí… todo lo demás, son traducciones inexplicables propias de las visiones ajenas… mentiras que justifican la soberbia y el desprecio que anidan en muchos seres humanos… La verdad que se calla, es inapelable… Si hay una palabra que describe a aquella nave, la misma es “armonía” … sincronía armónica… Por las dudas, te aclaro… no me sucedió a mí… le sucedió a “otro” (que no soy yo) … confieso estar tan loco como él… pero no me interesan las opiniones… lo que opines es tú problema, no el mío, no el de él… la circunstancia ni cambia ni se modifica por tu opinión… lo que pasó, pasó… la experiencia pertenece a quien la atravesó, y a nadie más… todo lo demás, es cuento… https://www.facebook.com/sedemiuqse ► La pintura pertenece a María del Carmen Conde Quintela (Sedemiuqse) | ESPAÑA, Galicia http://carmenmolins1.blogspot.com/ https://sinaclaraciones.blogspot.com/

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