viernes, 2 de diciembre de 2022

LA ISLA© [11] By Víctor Norberto Cerasale Morteo

Crédito de la Pintura: Carmen Conde Sedemiuqse Esquimedes LA ISLA© [11] By Víctor Norberto Cerasale Morteo el dispensador dice: la vida a veces gira a favor de las agujas del reloj... no hay consciencia...se tarda en darse cuenta... la vida a veces gira en contra de las agujas del reloj... no hay consciencia... hay demoras en darse cuenta... duele el dolor propio, pero raras veces duele el dolor ajeno... duele la propia consciencia... pero cuando le duele al prójimo prima la inconsciencia de una rara simetría que casi nunca es consecuente con la "consecuencia"... navega el que navega... para el que está en suelo firme, la distancia no siempre cuenta... no percibe las olas... ni las ondas que todo lo flamean... camina el que camina... no es lo mismo ir por el camino del medio que por las banquinas del despiste donde la excusa se repite... y no falta el que está quieto y acude a cualquiera a enseñarle las recetas de lo que nunca hizo, de lo que jamás hará, porque de eso se tratan la mezquindad y la miseria... había miseria social antes de la primera guerra mundial... hubo enseñanzas... no hubo aprendizajes... hubo miseria antes de la segunda guerra mundial y esta continuaba después con forma de genocidio y de holocausto... el poder conservaba la misma mezquindad y la misma miseria de siempre... allí reside la diferencia entre consciencia e inconsciencia... duele el dolor en la inocencia... se comparte el dolor en la consecuencia... pero no duele el dolor en el poder y tampoco desde él... los tripulantes de un recuerdo que ya no navegaba habían comenzado a entender la dimensión de la tragedia humana... lo de Hiroshima y Nagasaki era una temible lección padecida pero no aprendida... la soberbia nunca es causa, sólo es consecuencia... el cinismo nunca es causa, sólo es consecuencia... la hipocresía nunca es causa, siempre es consecuencia... y lo mismo cursa para la avaricia, la codicia, la angurria, la envidia y cualquier otra miseria humana... cuando hablas de hambre no sabes de qué se trata el hambre... sólo lo sabe aquel que lo padece... cuando hablas de horizonte no sabes de qué se trata el horizonte... para saberlo debes ir hacia a él a sabiendas que será él el que venga hacia a ti... las víctimas de Hiroshima y Nagasaki no habían muerto... habían sido evaporadas por el desatino del poder envuelto en soberbia... ahora la humanidad estaba sumida en una paradoja que se iría acrecentando con los años por venir... el oficial comenzó a deshilachar que su sueño no había sido tal... se trataba de una enseñanza... los marineros tomaban un libro tras otro y recorrían definiciones de temas indescifrables para ellos, pero movilizantes... despiadadamente movilizantes... las definiciones no significan nada si no sintonizan con el espíritu... cuando no hay sintonía no pasan de un teorema sin solución alcanzable... los tres sabían en su interior que esta experiencia los marcaría para siempre de sus respectivos "siempres"... ya no había vuelta atrás... no se puede volver atrás cuando ya sabes aquello de lo que no tenías consciencia... no se puede volver atrás desde ningún presente, mucho menos de ningún futuro... simplemente, no hay regreso... excepto que se esté paralizado en el pasado imaginario... a veces duelen las lecturas... a veces duelen las asociaciones... a veces duele y mucho darse cuenta... pero la vida elige a los que elige y desplaza a los que desplaza, y nadie sabe cuál es el orden de semejante equidad inequitativa... el rostro del oficial lo decía todo... de pronto, todas las imágenes del sueño volvían a él atormentándolo y descubriéndole ángulos desconocidos de la propia consciencia... de repente se le había iluminado los porqué de haber caído en una isla que no existía salvo para pocos... de repente había entendido por qué el capitán y su oficial superior no habían querido descender al bote para hacer pie en la isla... nadie que no sea elegido podía llegar hasta allí... y sí, a veces pesa la consciencia... se repetía una y otra vez... los marineros lo miraban esperando una palabra, no así alguna respuesta... sus pasados ya no existían... el presente se percibía incierto... el futuro dependía de una decisión... el oficial se puso de pie... los abrazó a sus marineros... y les pidió que lo siguieran... así lo hicieron... descendieron hasta la habitación de la pared elástica como el agua... el oficial sólo atinó a decir, por favor, acompáñenme a esta aventura... nos dirigimos a una isla distinta a todo lo conocido... nadie dudó... tocó la pared y esta hirvió delante de los ojos de todos... se tomaron de los brazos y todos juntos dieron un salto hacia la duda... la habitación quedó vacía y la isla recuperó la soledad... el SOL seguía quieto en el cenit... dicha isla no tenía nadir, pero eso ya no importaba... detrás de la pared... sólo había espacio y eternidad... pero los cuatro miraban esperando una señal... un motivo... y el anfitrión del sueño se hizo presente... sin rostro... sin pies... sin manos... puro espíritu y puro alma... habían dado el primer paso hacia la eternidad... ABRIL 29, 2017.- cuando descubres el valor del alma, comprendes que el ego es una carga LA ISLA no es un mero relato, es un encuentro con la impermanencia… tampoco es ficción, quien así lo crea, aun no ha descubierto su “sí mismo” … si no lo descubriste en la primera lectura, inténtalo otra vez… puede que, entonces, encuentres la respuesta… te repito, esto no es cuento…

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