miércoles, 1 de febrero de 2023

CONVERSACIONES DE ÁNGELES©… Memorias de encuentros en el Tíbet Autor: Víctor Norberto Cerasale Morteo® HUMANOS SIN ÁNGELES LA HISTORIA DE LA VIEJA “PODRA”

CONVERSACIONES DE ÁNGELES©… Memorias de encuentros en el Tíbet Autor: Víctor Norberto Cerasale Morteo® HUMANOS SIN ÁNGELES LA HISTORIA DE LA VIEJA “PODRA”
Crédito: NASA Aunque parezca mentira, no todos los ángeles aceptan dar testimonio sobre un destino humano… algunos se rehúsan… algunos estudian el karma del humano a ser engendrado y rechazan la posibilidad de asistir el tránsito por la vida, asimismo y para no perder de vista las significancias de la vida de cada quien, no es bueno nacer sin un ángel protector… tal es el caso de una persona que aún camina su tiempo respirable cargando con 94 años, donde han sobrado palabras, donde han sobresalido los daños a los prójimos, donde han desbordado las excusas, donde no ha habido argumentos genuinos ni tampoco hechos… una mujer nacida en 1926 en algún lugar de Buenos Aires, una mujer que pudiendo haber nacido en Italia, lo hizo en Argentina… con una niñez casi desconocida, oculta por nubarrones… con un padre descartado cuando era pequeña… con una madre que hizo lo que pudo para sobrevivir en su tiempo y a su hija (y a su hijo)… con un hermano que tampoco fue acompañado por ángel alguno… ¿pero, cómo es eso?... ¿humanos que nacen sin ángeles?... sí, no es lo habitual, pero puede suceder y de hecho sucede… no es corriente, pero las excepciones repiten según los pasados… cuando el karma de la persona es espeso y va en contra del alma, del espíritu y de la consciencia, el ángel designado por la eternidad se puede negar a tomar su posición protectora… puede decir que no, por una simple objeción de consciencia… lo que hace que la eternidad busque un segundo ángel para que ocupe dicha posición, y si éste tampoco acepta, se designará un tercero con calidad de observador… una calidad que impide la intervención en el destino, y por lo tanto, impide cualquier acto de protección… no es lo usual, pero puede ocurrir, y de hecho, este es el caso… se trata de un karma sin atenuantes, que es portador de una historia negra… ¿qué cómo se reveló en esta vida?... hay lapsos cuyas huellas están ocultas y por lo tanto no pueden ser compartidas… puede que el relato te suene a cuento, y estará bien que así sea… ello no le quita escenario ni tampoco limita la realidad atinente… en general, aquellos seres que nacen sin un ángel protector, vienen de una sumatoria de vidas deleznables, donde sumaron daños innecesarios, mentiras, imprudencias, traiciones, actos reñidos con valores elementales, transitando circunstancias propias de portadores de odios, con un ego muy espeso, engreídos y soberbios, capaces de cualquier cosa por disponer de una moneda, la misma que perderán por impericia y negligencia en su siguiente paso, algo que los caracteriza desde que la eternidad les concedió entidad de persona… entidad sin necesidad de un cuerpo… entidad que contiene una trilogía: alma, espíritu y consciencia mal nutridas… desde luego no es el único caso… sólo que al tratarse de una caso de “estudio”, vale la pena compartirlo… es bueno saber que hay destinos que carecen de horizonte… Como te dije, de la niñez no se sabe casi nada y mejor es guardar lo poco que hay en una caja de Pandora, a efectos de no perder la esperanza… no la del caso a comentar, sino la propia… no podría vivir sin mi paraíso… no en lo pequeño, menos en lo ínfimo… La adolescencia de esta señora fue un conflicto que anunciaba una juventud y una adultez reñidas con el sentido común… y mucho más con las virtudes… no estudió, no intentó perfeccionarse, se impidió a sí misma el mejorarse… no quiso siquiera agregarse algún valor, pero aprendió a imitar a otras almas para sacarles ventaja para luego despojarlas… existe evidencia que la eternidad le dio una oportunidad más, algo que fue desechado por este espíritu turbulento de aura más que opaca, más que oscura… algo en ella la empuja hacia el caos donde encuentra bienestar y comodidad… Contrajo matrimonio en su juventud con un pobre espíritu que venía atormentado por sus propias vicisitudes… casi sin familia… adoptado por caridad… esclavizado por conveniencias ajenas de familias sin escrúpulos… sometido por la barbarie propia de gentes que usan y tiran mientras les sirves, para luego recibir un empujón hacia cualquier abismo… que siempre termina siendo el propio… este hombre podría definirse como un remador que cayó en la telaraña de esta mujer sin ángel custodio… curiosamente, él sí tenía su ángel protector, un ángel que se vio apabullado por un alma endemoniada, vacía, y capaz de cualquier acto aberrante… es muy difícil cuando enfrente no tienes un ángel con quien conversar, con quien compartir… hay un hueco insoslayable… Aquellos años de la primera mitad del siglo XX eran de ocultamientos… no se hablaba de las tragedias, todos ponían rostro adusto y tapaban los dramas… a lo sumo en los encuentros había rostros de feliz cumpleaños y no más que eso, lo demás era cuestión de cada uno, que sobrevivía como podía… cuando podía… aprendiendo de la vida aquello que las circunstancias le iban imponiendo… él creyó salvarse con su matrimonio, pero fue un “todo lo contrario” y a poco de andar comenzó a caer en la cuenta que había quedado atrapado en una madeja indescifrable… con forma de esposa… mujer… acompañante… que cada vez que daba un paso, encontraba motivo para martirizarlo con algún antojo… o sea que lo que parecía un salvavidas, se había convertido en un naufragio mayor… el hombre miró hacia sus costados y propio de la época, se dejó llevar… no había salvación… Carpintero de aprendizaje familiar intentó andar por esa vía, hasta que un brutal accidente lo dejó con ciertas incapacidades, algo que no amedrentó su voluntad ni diezmó su capacidad de esfuerzo, algo que lo acompañaría durante 95 años hasta su muerte… mientras la vida cursaba, la vieja “podra” (cuyo apellido en dialecto italiano es semejante a “traidor”), inventaba cualquier tipo de tropelía para humillarlo, en la intimidad así como en público… ¿qué por qué le decían vieja “podra”?, alguien que la conoció bien dijo alguna vez que era un alma podrida, y desde entonces le quedó el mote de “podra”… quizás como contracción idiomática de alguno de los tantos dialectos italianos que aún hoy se hablan, para que el otro no entienda… poniendo en evidencia que su capacidad de daño se imponía sobre cualquier potencial virtud… no había dudas que la vieja “podra” era capaz de cualquier cosa… Y así fue que el hombre trabajaba en sus días… hasta que la humillación le impuso hacerlo (trabajar) de noche… entonces el esfuerzo se tornó monumental y como no tenía colaboración alguna de parte alguna, se fue adentrando en un sacar voluntad del sí mismo para conformar el odio de esta mujer que lo usaba y lo tiraba una y otra vez, a su antojo y conveniencia… En un extraño entrevero, la vieja “podra”, le hizo perder la casa de la madre, a manos de una ventajeada del hijo… así como en otros extraños entreveros lo hizo disgustarse con la escasa familia que le quedaba… lo cual lo llevó a quedarse solo, con poco aire, con mucha carga, con un hijo de mala entraña y con una hija a la que amaba, pero que (sin saberlo), no era de él, y a quien él amaba porque era su única luz, a la que podía recurrir para encontrar una sonrisa… la vida, cuando rara, suele ser muy rara, tanto que suena a injusta… según su ángel, él no merecía semejante suerte… pero estaba atado a un espíritu destructor por excelencia… un espíritu que al igual que las arañas, secaba (y seca todavía) a sus víctimas mientras estas respiraban… mientras los vientos soplaban, el hijo asomaba las mismas capacidades de la madre, al tiempo que se juntaba con una mujer que, sorprendentemente, sólo tenía un ángel observador, ya que otros dos se habían negado a ser protectores, constituyéndose un caso casi único de cara a cualquier eternidad… dos mujeres… sin ángel… donde el ángel observador sólo toma nota corroborando lo que se incorpora al karma… en este caso, daños menores, daños mayores… donde las víctimas quedaban dispersas en la extensión del camino conferido… tal vez no te parezca para tanto, pero cuando la aberración supera a la condición humana, lo que le sigue es un estado paradojal de peligrosas consecuencias para las almas victimarias… Los años transcurrieron entre penas, pesadumbres y silencios… la vida quiso que el alma de la madre atormentada quedara del lado de la hija no querida, de la hija odiada… porque en verdad esa mujer no era aceptada por nadie, ya que su sola presencia creaba repulsión… sea por una cuestión de piel… sea por el simple sentir… los “sintientes”, aún sin saberlo, toman distancia de aquellos que tienen ego denso… los últimos años del marido fueron tan trágicos como penosos, al punto que esta mujer lo empujaba para hacerlo caer, le hacía zancadillas, y estando en el suelo lo pisaba y lo pateaba, dejándolo tirado y sin ayuda alguna… finalmente, el padre falleció llevado por su ángel custodio, y al menos, el espíritu de dos colibríes que le reconocieron tanto la voluntad para superar sus propias circunstancias, como el esfuerzo que le había demandado una vida llena de condenas inventadas por quien decía ser su compañera… ¿Qué cómo termina esta historia?... no, no te equivoques… una conjunción de gatos y palomas le ha permitido a esta alma de iniquidad, permanecer con vida en un barrio donde han muerto todos los mayores a su alrededor, donde también han muerto jóvenes que no deberían hacerlo según sus tiempos, pero su maldad es tanta que se expande al modo de una epidemia viral… los ruiseñores no han querido tomarla y ni siquiera los ángeles del propio infierno la quieren… cuando la ven, hasta los pájaros carpinteros huyen despavoridos… ahora, vive postrada portando sus miserias y sus mezquindades… atrapada por una vida que pesa como el hierro… existe sin existir… sueña la pesadilla de sus propios daños… y se consume en su propia hoguera… algo que promete la condena del propio karma… un lujo que nadie se quiere dar, un lujo que la mayoría trata de evitar… porque los precios de la eternidad insultada y escupida son altísimos… ah!, los precios no son en monedas… esos precios carcomen la esencia del alma, y de eso, de eso no hay regreso… La moraleja es simple: no es bueno acudir a la vida sin un ángel custodio… Por otra parte, todos los demás se mueren hasta que eres tú quien se muere… y que la muerte no te acepte, es una muy mala señal… que no será de utilidad en el aprendizaje de los que quedan…

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