AL MARGEN DEL OLVIDO ©
By Víctor Norberto Cerasale Morteo®
[MEMORIAS INTENSAS]
Imagen crédito: Carmen Conde Sedemiuqse Esquimedes
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El ser humano ha ido perdiendo el legítimo sentido de las evidencias… el modelo competitivo impuesto por el imperio, le ha vendido el negocio como sistema de vida, por lo tanto, la vida de cada ser humano se consume en el negocio… pocos son los que se dan cuenta del error en la propuesta… pocos son los que despiertan y toman distancia de semejante disparate… pocos son los que transitan sus vidas en la dirección opuesta, buscando denodadamente el sentido de sus almas, el valor de sus espíritus, la significancia de sus consciencias… saben que algo está mal en el relato oficial, y huyen en busca de un lugar donde no se les impongan fronteras, ni barreras, ni límites antojadizos, esto es, van en busca de un lugar donde haya horizontes hacia dónde dirigirse… desde luego, dicho modelo no pertenece a este imperio, tampoco a uno anterior, ni a otro anterior, ni a alguno que no haya sido estudiado, sino que es patrimonio de la miseria humana que resiste en el lado oscuro, desde que alguien comenzó a contar los días y sus noches, y descubrió que podía vender la idea a los incautos… alguien lo dio por bueno… alguien entendió que le convenía… alguien descubrió que era un suculento negocio… alguien lo estableció como paradigma de la civilización… alguien lo asumió como referencia… alguien lo impulsó… alguien más lo transformó en religión… alguien lo fabricó como universidad… alguien obtuvo suculentos beneficios económicos… y el ejemplo fue trasmitido de padres a hijos por generaciones, sin que nadie atine a cuestionarlo… ello ha derivado en un mundo donde el poder está concentrado en un puñado de humanos desquiciados, sometiendo y despojando al resto de la humanidad, que ha aceptado el juego, se ha sumergido en él, y ha quedado a merced de un permanente estado de caos, donde muchos nacen con la condición de entregar sus almas a cambio de escasos beneficios destinados a los mortales… en dicho contexto, nadie se ha dado cuenta que en el poder, los propietarios del modelo, también mueren, tan miserablemente como el resto… el resultado es que en esta Tierra, todo se compra y todo se vende al mejor postor… los que compran no saben lo que compran… y los que venden, no le dan importancia a quien compra, ni tampoco a lo que ofrecen… así es que el negocio se resume en un dramático juego de mentiras que ya lleva milenios de ejercicios, donde en el final, nadie se queda con algo, mejor dicho, donde en el final, todos se van con las manos vacías… y mucho peor, se van con el alma vacía…
En lo personal, he venido viendo que muchos están atrapados en el dolor, mientras que otros lo hacen en el sufrimiento… no son pocos los que están atrapados en la confusión, y otros en la desidia… pero la gran mayoría han entregado sus almas a cambio de escuetos beneficios, que nunca resultan ser suficientes, por lo tanto, miran hacia sus lados, y envidian lo que otros disponen, sin darse cuenta que todos son padecientes del mismo modelo… así es que, entregada el alma a cambio de ciertos bienestares, la misma queda desechada al costado del camino, obligando al ser en cuestión a tener que construir un ego… dicho ego secuestrará a la persona, y la someterá al modelo descrito, y de allí, no podrá salir, mientras viva, condicionando lo que siga una vez que muera… la descripción puede generalizarse, entendiendo que en lo dicho hay numerosos grises que no modifican ni alteran la esencia de lo que enseñan las evidencias… evidencias que, por otra parte, continúan sin ser consideradas… los que cultivan hogueras, viven y se consumen en ellas, mientras que quienes cultivan infiernos, viven y se consumen en ellos, mal que le pese a quien sea… pero yendo más lejos, en la Tierra no existen los infiernos, sino en las almas atribuladas… siendo que las hogueras, también son de factura humana, ardiendo espíritus que están en conflicto con ellos mismos… dicho de otra forma, nadie escapa a la esencia que porta… a lo que se puede agregar, que nadie escapa del karma que arrastra… desde luego, quienes están inmersos en sus infiernos, no pueden ver el fuego en el que arden… desde luego, quienes se queman en sus hogueras, no pueden dimensionar la magnitud de las cenizas que se desparraman, por lo tanto, todo se niega, y supuestamente, aquí no pasa nada, aquí no ha pasado nada, ni nada se modificará de cara al futuro vigente en la Tierra… el humano que nace retrógrado, morirá involucionando el propio ser, indefectiblemente… esos humanos retrógrados vivirán justificando sus catástrofes, echando culpas a diestra y siniestra, de todos y cada uno de sus males, pero finalmente, morirán sin haber resuelto una sola de las ecuaciones que su destino les propuso…
Entender esto me llevó mucho tiempo terrestre, quizás un poco más de lo necesario, pero no tanto como para ir desentrañando el meollo de la cuestión… digamos que me fui dando cuenta paso a paso… mi niñez se sentía incómoda… mi adolescencia se sentía inconveniente y de tanto, hasta imprudente… mi juventud temprana me encontró construyendo una familia, pero a poco de andar, caí en la cuenta que estaba solo, por lo que debía guardar silencio, prestar mucha atención, y seguir remando a sabiendas que en la embarcación, todos formaban parte del peso, nada más que eso, no más que eso, así es que nadie más remaría, y de pedírselo, la ayuda sería, facturada, o bien, negada, o bien, disimulada… tomé la decisión de no pedirle nada a nadie… asumí las consecuencias de tal decisión… pero ya desde la más temprana niñez, había descubierto que una mentira sólo se multiplica por otra mentira, generando un cuadrado que deriva en cubos, y de esos cubos, la geometría establece infinitos, donde nadie recuerda a quien se le dijo qué mentira, ni cuando, ni cómo, ni en qué circunstancias, dejando abierta la puerta a que alguien, en el desconcierto, se de cuenta… desde esa misma temprana niñez, había descubierto que mi cielo no tenía nada que ver con el cielo de los demás, así es que mientras yo veía estrellas, otros sólo sabían que transitaban la noche… de la misma forma, el suelo que para mí era sagrado, para otros resultaba ser polvo, o barro, así es que tampoco podía encontrar coincidencia alguna… en continuado, y desde muy pequeño, descubrí que mientras entendía que el árbol era imprescindible para respirar y cobijarse bajo su sombra, para la gran mayoría no era más que un proveedor de leña… dándome cuenta que para esa misma mayoría el caballo era un medio de transporte al que no había que cargarle combustible, así es que nadie sentía la necesidad de darle agua, y mucho menos la consideración de lo que significa el hambre en el otro… todo eso me tenía sorprendido, y formaba parte de mi preocupación… esto coincidía con mi sensación de que había nacido en el lugar equivocado… esto coincidía con que mi madre había fallecido tempranamente, despreciada por mi padre, para lo cual había inventado una historia de esfuerzos que justifiquen todo lo que no había hecho… esto coincidía con que mi segunda madre, la postiza, no estaba capacitada para asumir el rol de madre, siendo que para ella, yo era mucho más que una simple molestia, algo que le sugería a mi padre, para que no se olvidara de su sacrificio… con esto como carga, tuve que crecer… con esto como lastre, me vi obligado a reflexionar en que no había tiempo que perder, que la suerte estaba echada, y que había que buscar recursos dentro de uno mismo, porque afuera todo era hostil, y más que peligroso… revisando lo actuado, rápidamente concluí que una gran porción de la civilización humana, estaba construida mediante mentiras, sobre cimientos que eran mentiras, con columnas que también eran mentiras, con paredes que formaban parte de la mentira, por consiguiente, los techos también lo eran, y todos estaban conformes con que así fuese… en poco tiempo, había llegado a la conclusión de que la civilización humana era una ficción, donde cada quien actuaba según el disfraz de oportunidad, o según la máscara de la ocasión… y más aún, dicho problema global, mundial, y humano, comenzaba en la casa donde habitaba, multiplicándose hacia afuera, donde todo resultaba ser peor, o igual… tomé la decisión de no ser como ellos… tomé la decisión de no ser como los demás… tomé la decisión de diferenciarme… tomé la decisión de ir por el camino inverso… tomé la decisión de alejarme lo más posible del modelo… la vida me demostraría, en variadas oportunidades, que nada era tan simple, ni tan fácil, y que muchas veces iba a quedar atrapado por mis propias circunstancias…
Tempranamente sentí la necesidad de ver un horizonte amplio y lejano… en tal sentido, mi primer arco iris, apreciado en las sierras bajas de Olavarría, me permitió determinar que necesitaba de eso para saberme vivo, y ello se transformó en una consigna de vida… también hubo una gran tormenta eléctrica con lluvia torrencial a campo abierto, algo que me hizo dimensionar las fuerzas ocultas en una naturaleza no correspondida por el propio ser humano, que la usa, que vive de ella, pero que no entiende que esa misma naturaleza seguirá estando cuando él (ser humano) ya no lo haga… allí entendí que mi cielo era mucho más que un simple cielo… allí entendí que mi suelo, era mucho más que algo que yo pisaba… allí entendí que debía honrar el aire que respiraba… allí entendí que debía atizar el fuego que me envolvía…
Tempranamente sentí la necesidad de perderme en la soledad del campo abierto… de allí en más, comencé a descubrir que los que decían estar a mi lado, cuidándome, no sólo no lo estaban, sino que ni siquiera se reconocían a ellos mismos… hecho que me hizo caer en la cuenta de que no estaba solo, que alguien más caminaba a mi lado, que ese alguien que andaba a mi lado, no podía darme la mano porque se trataba de un fantasma que sólo yo podía ver y sentir… que dicho fantasma estaba siempre… que dicho fantasma no me abandonaba nunca… que además de dicho fantasma, yo estaba acompañado por mi alma, que no estaba en el cuerpo, sino fuera de él… que además del fantasma, y de mi alma, había un espíritu que me pertenecía, pero que tampoco estaba en el cuerpo, sino fuera de él… que todo eso era intangible y nadie estaba capacitado para descubrirlo, mucho menos para entenderlo, por lo tanto debía ser conservado en el más absoluto de los silencios… también comprendí que, además del fantasma, había otros seres invisibles que también me acompañaban ocasionalmente en distintas incursiones… había alcanzado un peculiar estado de consciencia de los planos, de las dimensiones, de los paralelos simultáneos, y casi sin pensarlo, comencé a percibir que disponía de una memoria del karma, que me proporcionaba visiones precisas del pasado distante de otras vidas… al mismo tiempo, tenía una perfecta memoria de la esencia presente, pero que ésta misma ya había participado de aquellas vidas que alimentaban la otra memoria del karma… así es que llegué a la conclusión de que tenía dos memorias instantáneas que me revelaban lo que había sido, y además, lo que había venido a hacer… la verdad, no puedo negártelo, me sentí un bendecido… no se trataba de dineros, sino de claridad… no se trataba de poder, sino de una singular luminosidad…
Tempranamente, había descubierto que mi cielo era único, que mi suelo era único y también sagrado… que mis árboles eran únicos, y que esos pájaros que vivían en ellos, también lo eran… necesitaba de la música de mi madre ausente, así como necesitaba del canto de las aves en sus árboles, ambos contribuían al diseño de mi paz, la paz necesaria para permanecer el tiempo que fuese necesario, en un planeta salvaje, donde el peor de los peligros se concentraba en los demás humanos… así es que me decidí por ser quien era, sin disfraces, sin máscaras, a cara descubierta, dando el alma en cada hecho, desplegando voluntad para diseñar el esfuerzo de atravesar lo concedido, a sabiendas, en definitiva, que lo concedido, formaba parte de una gracia que estaba más allá de mi persona, una gracia que tenía raíces cósmicas, que estaba por fuera del zodíaco, pero que el horóscopo humano tenía la suficiente fuerza como para destruirme, cosa que pude ratificar en variadas ocasiones, recibiendo daños de distinta envergadura… lentamente, me fui dando cuenta que de alguna forma sanaba, que las marcas quedaban en el alma, que las huellas permanecían en la memoria, que las señales siempre estaban en el espíritu, y que de todo ello tenía plena consciencia… de alguna manera que no puedo explicar, comencé a manejar el dolor que me producían los otros, los demás… de alguna otra manera que tampoco puedo explicar, comencé a manejar el sufrimiento que me producían otros seres humanos, envueltos en sus propios cataclismos… de alguna forma que no puedo explicar, tomé distancia, y comencé a observar desde lejos…
Entonces, la memoria de la esencia, para mí persona, había resultado ser una memoria instantánea… podía acudir a ella siempre que lo quisiera, siempre que lo necesitara… curiosamente, dicha memoria estaba enlazada con una memoria más extensa y recóndita, la del karma, que me proporcionaba entidades que ocupaban espacios ancestrales, en un plano al que los humanos no acceden, al menos no habitualmente… lo que había sido alguna vez, estaba dentro de mi ser, no podía negarlo, como tampoco podía evitarlo, ya que ello formaba parte de mi esencia… podía recordarlo sin necesidad de esfuerzo alguno… estaba allí, al modo de una biblioteca cósmica… iba hacia allí a buscar lo que fuese necesario… eso me condujo a perfeccionar mi sensibilidad, no en uno sino en muchos aspectos… en ese punto comencé a descubrir que estamos investidos de muchas memorias que, usualmente el ser humano no ejercita, que no utiliza, que niega, que desprecia, lo que le resta capacidad para comprender la importancia del sí mismo respecto del uno mismo… el preciso instante de la esencia se correlaciona con el preciso instante del karma, proveyendo de un instinto lógico, que de tanto resulta filosófico, que de tan filosófico deriva en matemático, y que de tan lógico, filosófico, y matemático, confluye y se conjuga con un orden que está más allá de la Tierra, siendo cósmico, con una física que no es la que entienden los humanos… entendí que los títulos no hacen al genio, y que la soberbia es propia de cada infierno… entendí que la inteligencia no es sinónimo de sabiduría… entendí que las profesiones no hacen a la comprensión ni a la valoración de los hechos… entendí que los libros no hacen a su interpretación… entendí que la razón humana no da forma al razonamiento crítico… entendí que entregar el alma al lado oscuro, implicaba desperdiciar la gracia de la vida… entendí que respirar, era parte de la gracia de descubrirse… entendí que uno nacía para descubrirse a sí mismo, y que para ello, debía estar junto a otros durante un lapso relativamente corto, compartiendo experiencias… entendí que las experiencias son personales, y que cada ser humano tiene su propia dimensión de sus propias experiencias… entendí que para este ser humano, el sexo no es una conexión cósmica, sino una conjunción que aporta al placer momentáneo… entendí que para este ser humano, el amor se justifica en el sexo, pero no en la compañía, y en el muto respeto… entendí que eran más las desconexiones entre los humanos, que las conexiones que se les concedían… entendí que los cortocircuitos entre las energías humanas, derivaban en brutales enfrentamientos por apoderarse de las propiedades, los títulos de propiedad, las patentes, los derechos de invención, los derechos de autor, las comodidades y los bienestares consecuentes, todo ello gracia al modelo de negocios inventado por algún imperio de la historia miserable de los humanos… decidí pertenecer al lado de la luz de la memoria instantánea, así como decidí tomar distancia de los egos y su lado oscuro… no me iba a quedar con cosas, sino que me iba a quedar conmigo mismo… la vida me aportó soluciones a la medida de los daños recibidos… no tuve necesidad de hacer preguntas, porque antes que ellas aparecieran, tuve respuestas inesperadas… no tuve necesidad de hacer planes para joder a nadie, porque siempre me encontré con un horizonte a mi medida… por lo tanto, comprobé que las mentiras regresan a quienes las esgrimieron, así como los engaños permanecen en quienes los realizaron… aparentemente, me quedé con las manos vacías, pero me quedé con lo suficiente como para reconstruirme cada vez que fue necesario… me vi obligado a resetear varias veces el disco rígido, pero de cada ocasión, emergió un ser perfeccionado en su propia memoria instantánea… claro está, siempre fui consciente que de esta vida te llevas lo puesto en el alma, nada más que eso… vi poderosos morir en la soberbia, así como vi a ricos morir en el olvido sin márgenes, vi a miserables consumirse en la impotencia, así como vi a indigentes morir en el desprecio… ninguno pudo hacer nada por sus propias almas… ninguno pudo hacer nada para retener todo el poder del que había dispuesto… ninguno se pudo llevar las propiedades, ni los títulos de propiedad, ni las invenciones, ni los bienestares, ni las comodidades… todos se vieron obligados a dejar sus cuerpos, para regresar con sus almas, o con sus egos… todos se vieron condicionados a dejar sus cuerpos, para volver al infierno de sus espíritus… prefiero irme liviano… y hasta tuve la oportunidad de encontrar mi propia evidencia…
Descubrí que el pasado no se puede modificar, y que no es bueno regresar a él por propios medios… descubrí que sólo se puede volver a desentrañar los hechos y las circunstancias, y que hay que hacerlo llevado de la mano de un ancestro… descubrí que en el pasado consumado no rige ningún tiempo, así como que me encontré que en el pasado, el espacio se vuelve plano… curiosamente, la memoria indica que sucede lo mismo, puedes observar sin alterar lo hecho, puedes ver los roles y las intenciones, puedes valorar las palabras, pero en una singular geometría plana, a la que se accede mediante un portal estrecho, donde apenas si cabe un alma… para la que no hay ojos ni oídos… aunque sí hay lectura plena… si tienes sensibilidad, sabes de qué te hablo… y si no la tienes, bueno es suponerlo…
Lo recitado es una experiencia de vida… es un testimonio sobre algo que tuvo lugar y que afectó a alguien, que no se creyó las falsas caricias, que no se tragó las palabras huecas, que descubrió los vacíos antes que estos tuviesen lugar, que supo ver el otro lado de las mentiras, pero que fue atropellado por ellas, porque no quedaba más remedio que aceptarlas y seguir andando, porque así estaba escrito… en todos los estados de caos, pude conservar la paz… a veces quedando a merced de las reacciones humanas, pero inmediatamente regresando a ser quien era… nunca me creí los aplausos, mucho menos los premios… tampoco creí en los reconocimientos de ocasión…
Descubrí que hay una vida que se ve afectada por el tiempo de la consideración humana… pero al mismo tiempo, descubrí que algunos humanos cursan una vida paralela sobre la que no influye ningún tiempo… hay, entonces, una memoria evidente… hay, entonces, una memoria que permanece oculta, pero que pertenece al mismo ser en otra realidad… me encontré con que muchos humanos que parecen serlo por el cuerpo que visten, en realidad no lo son porque proceden de complejos estelares que nada tienen que ver con la Tierra, ni con los humanos, ni con las existencias según la entienden los humanos… me encontré con que la Tierra, es un nodo de convergencias cósmicas que conducen a otros portales… me encontré con que dichos portales sólo están destinados a una sola alma, habiendo por lo tanto, tantos portales como almas hay… hay portales que se abren en la Tierra, pero la mayoría de ellos sólo se abren en un cosmos del que no hay idea entre los humanos, porque en esencia, el espíritu humano suele ser denso, con sobre expresión del ego, pero escasa capacidad espiritual como para conceder valor al sí mismo… dicho cosmos, supera la idea del universo tangible… dicho cosmos, es una proyección infinita de lo que emerge de esos mismos seres… en dicho espacio, hay un singular sentido de pertenencia a un orden que debe ser conservado en un estado de equilibrio que dista de ser inestable… las energías se reparten sin necesidad de fricciones… sin embargo, suena la misma música de las esferas que puede escucharse desde este lado, lo que me da a suponer, que dicha música envuelve al todo en cualquier dimensión, dando un sentido convergente a las existencias… por algún motivo que me excede, la música suena para todos, pero entre los humanos, nadie la escucha…
Allá como aquí, todo responde a un perfecto sistema de relojería donde nada queda librado al azar… en la eternidad se resguarda la historia de todos y cada uno de los que existen, no sólo de los que viven, sino de los que existen más allá de la imaginación humana… siendo que el ser humano, es parte del mencionado sistema de relojería, tanto en la Tierra, como fuera de ella… tanto durante la vida, como después de ella… entenderlo, es sólo el comienzo… cuanto más lo entiendes, más compleja resulta ser la ecuación de la que dependemos…
Vicisitudes mediante, llegué a mi primera muerte… la misma tuvo lugar en el mes de enero… la misma ocurrió en el año 2018… ¿el día?, no tiene importancia… no tuve consciencia de mi muerte, pero sólo en primera instancia… me descubrí ante la imagen de mi amor, desesperada, gritando, haciéndome ejercicios de resucitación, golpeándome el pecho, intentando hacerme reaccionar, pidiéndome que vuelva… no quedaron registros del tiempo en que estuve caído, desparramado contra el suelo, con la cabeza metida dentro de un estante de la biblioteca… no quedaron registros del tiempo que duró el proceso… sólo sé que había muchos gritos… la presencia de la ambulancia, gente corriendo… la estadía en el hospital… la estabilización y la consiguiente recuperación… el alta precaria… los estudios consecuentes… los rastros… y de allí en más, la maduración de los recuerdos… el regreso a la memoria de una esencia que se había quebrado y se había mezclado con la memoria del karma… había evidencias en el cuerpo, en mis manos, en la piel, en el corazón, en la voluntad reiniciada… la muerte se extendió por diez minutos, tal vez más, nadie lo sabe… quizás se extendió por quince minutos, algo así, nadie tomó nota… ella me vino a buscar después de ver que no respondía a sus preguntas, llamados desde una habitación contigua… ella me descubrió sin respirar, muerto… lo que vino después está estampado en su memoria… el regreso quedó plasmado en mi ser… pero me he encontrado con que se ha producido un proceso de maduración del suceso, no inmediato, sino con el paso del tiempo… he ido recordando milésimas de segundo… he ido considerando fracciones de un tiempo que no existe… la memoria tiene todo impregnado, no sólo lo que tuvo lugar acá, en la Tierra, sino lo que sucedió allá, del otro lado… no hubo un túnel, sino mucha luz… se produjo un singular estado de placidez, hubo un desprendimiento consensuado… hubo un reconocimiento del cosmos procedente… hubo un después que modificó todo lo cursado hasta dicho momento… tengo plena consciencia de la muerte, no sólo de la propia, sino de la muerte de muchos otros… de alguna forma, dejar el cuerpo atrás, es una bendición superlativa… en definitiva, para quien lo quiera entender, la muerte es el genuino comienzo de la vida… no como la entienden los humanos, sino como realmente es…
La conclusión es sencilla… la memoria viaja con cada ser… cada existencia, tiene su propia memoria… pero cuidado, también hay una memoria universal que incluye a las memorias individuales de cada existencia…
La conclusión es simple… la memoria de cada ser, forma parte de la eternidad, donde todo queda registrado… todo es indeleble y representa cada momento en cada instante, de cada quien, siempre…
En la eternidad, no rigen las mentiras, tampoco los engaños… pero allí, todo queda documentado, hasta las intenciones… nadie puede escapar de lo que hizo, tampoco de lo que dijo, tampoco de lo que pensó… aunque muchos otros, supongan o afirmen lo contrario…
La memoria, después de la muerte, se volvió intensa…
AL MARGEN DEL OLVIDO ©
By Víctor Norberto Cerasale Morteo®
[MEMORIAS INTENSAS]
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