ya no recuerdo ni cómo ni cuándo... mi padre tenía un amigo de la Comisión de Accidentes de la Fuerza Aérea, y por mi parte, yo tenía otro amigo que en otro lugar pertenecía a la misma comisión... sucedió sólo en una ocasión y nunca más volví a escuchar referencias al suceso, tal vez ocurrió o quizás fue un eco, los sueños suelen revelar las geometrías perdidas de los espíritus que se han quedado sin sus cuerpos, y te repito, en los cincuenta había imaginación pero no había internet, no se podía recortar y pegar, y apenas si existía el Simulcop para poder calcar aquello que la habilidad no te permitía dibujar, por lo tanto estabas obligado a pensar, a razonar, a elucubrar... ya que los valores te impedían "copiar" y si te macheteabas, terminabas perdiendo el conocimiento que te debería distinguirte... los escuché conversar acerca de aquellos dos aviones desaparecidos en una rara circunstancia climática... un DC-3 y un DC-47... juntos, ¿mismo destino?, ¿cómo saberlo?... te cuento... el DC-3 fue un avión que revolucionó el transporte de pasajeros entre los años treinta y cuarenta... voló por primera vez en 1935 y su diseño era tan avanzado para su época, que aún hoy, algunos ejemplares siguen enseñando su confiabilidad de vuelo... las siglas DC significan Douglas Commercial, y la versión "3" habilitó a llevar 21 pasajeros a bordo, lo cual para aquellos años era una tremenda revolución... tuve la oportunidad de volar al menos seis veces en dicho avión, y era realmente una experiencia maravillosa... poco más tarde, la Segunda Guerra mundial motivó la creación militar de mencionado DC-3, llamado entonces DC-47 y/o C-47, que podían volar en condiciones extremas con mucho cargamento... en éste último (C-47) tuve la oportunidad de volar al menos en dos oportunidades... puedo decirte que se sentía bien... ya que por aquel entonces, sacar tus piés del suelo y elevarte por sobre los tres mil metros de altura era de por sí algo que te marcaba para tu "después"... la cuestión es que dichos aviones que supieron hacer historia en los años previos a la guerra, durante ella, y también hasta mucho después... tenían dos ejemplares perdidos en algún lugar de los Andes... con el tiempo de mi propia vida, se fue mi padre, se fue Román y con ellos me ganó el olvido de los hechos... nunca volví a escuchar del tema, nunca volví a ocuparme de esto... y las décadas se escurrieron como sucede siempre con cualquiera que nace para respirar por un rato...
el tema me regresó a la memoria un día en que, estando en el norte de los Estados Unidos de Norteamérica, cerca de la frontera con Canadá, vi volar uno de ellos, un DC-3 a baja altura, imponente... y así como recordé el comentario, el mismo se apagó casi inmediatamente... no obstante me quedó esa imagen majestuosa del Sol reflejándose en el fuselaje... corría el año 1991 y estaba ocupado en sobrevivir y alimentar las herencias... tenía presente que las búsquedas aéreas habían fracasado y que finalmente, "alguien" los había dado por desaparecidos... tal como se suele hacer cuando alguien no quiere encontrar algo... o hacerlo puede derivar en una imprudencia... como sea, los años míos se fueron yendo y un día, hace poco, no hace mucho, tal vez menos de lo que piensas, decidí salir de camino a San Antonio de los Cobres para luego derivar hacia la zona del Socompa y más allá... donde no hay caminos, o los caminos son huellas, o las huellas son senderos de mulas, o los senderos de mulas te los quieres imaginar para creer que estás yendo a alguna parte... la cuestión es que esos caminos son ilusiones que conducen a espejismos... pero la locura te habilita a ser vaqueano de tu propia sombra, entonces vas, alguien te lleva de la mano, y tú te dejas llevar como si fueses arriado... a medida que te adentras en la cordillera, el calor extremo o el frío infernal se hermanan para atenderte... superas los cinco mil metros de altura y todo se vuelve, como es que le dicen, "jodido", "extremo", porque dichos parajes evitan que los forasteros se aventuren curioseando lo que debe permanecer oculto... pues bien... las comarcas me vieron acompañados de tres ángeles, así es que abrieron los portales para que pasase hacia lo prohibido... ya te he dicho que el aura siempre delata de dónde vienes y quién eres... así que nadie salió a impedirnos el paso... nos desviamos... por un sendero solitario... y ya no hallando huellas, caminé en la soledad por la que veníamos, andando, mi silencio, yo, la soledad y los ángeles guardianes de este descamisado... un dispensador dispreciau... sin querer me fui internando en el no sé dónde de un no sé cuándo... y me encontré rodeado de volcanes omitidos que no figuran en los mapas por los que nadie ha transitado...
siempre dijeron que estaba demente y descuidado... que era pelotudo, que había cambiado... que estaba envejeciendo y me estaba deformando... pretendían mi esfuerzo y verme sometido y dominado... hay quienes se satisfacen creyéndote humillado... pero esos mismos no saben distinguir las semillas con potencial para buscar tierras propicias y verte germinando, así es que sin detenerme, a paso lento, me fui internando en un vaya a saber dónde, que de tanto estar perdido es que ya me vengo encontrando... a la distancia vi brillar algo, el SOL reflejaba dos luces emergiendo como faros... son metales, es lo que habré pensado... y me dirigí hacia ellos... curiosidad de mensajero divagando... debo haber caminado unos diez kilómetros, tal vez más, o muchos más, ¿cómo saberlo?... tenía tanto calor que el frío me estaba apretando... transpiraba aliento de saberme solo y aislado... ¿para quién sería el mensaje que estaba llevando?... soy extranjero de lo humano, por eso he aprendido a cuidarme de andar descuidado... ascendí durante un tiempo sin darme cuenta que el SOL estaba detenido en cenit, como esperando... no pasaba el tiempo y tampoco me sentía cansado... no me sobraba el aire, y mi cuerpo andaba solo, mientras yo me iba alejando... ya cerca de los reflejos "reflejados", vi que no se trataba de un espejismo ni de un glaciar omitido por los humanos... y allí estaban, un DC-3 casi impecable, aunque medio rasguñado... y a un kilómetro más arriba, un DC-47 (Dakota) en semejante estado, como esperando... no había testigos ni testimonios recabados... la ladera de la montaña los estaba acunando desde vaya a saber cuándo... no había restos humanos... sólo las máquinas casi en perfecto estado, tal como si se hubiesen posado... una más arriba... la otra más abajo y hacia un costado... ¿qué les habrá ocurrido?... ¿habrán perdido el rumbo?... ¿en aquellos años de la guerra fría y las misiones sin observadores ni soldados?... te da sorpresas la vida cuando menos lo andas imaginando, pero a la distancia vi algo marrón como acostado... y la curiosidad me movió a seguir andando... había descubierto a los "perdidos" no sé dónde y no sé cuándo... pero había algo más, como a unos dos o tres kilómetros ascendiendo hacia un costado...
y subí como un pobre desgraciado... mientras el SOL permanecía detenido y de tanto secuestrado... tiempo detenido, y en la inconsciencia rodando... pasan cosas raras a los que de dispensadores llegamos a dispreciaus... jerarquías dentro del desmadre que transitan los humanos...
entre medio de agujas de hielo... había un barco, al estilo de los vikingos, de madera de la buena, por ende en casi perfecto estado... cincuenta remeros de cada lado... remos rotos y algunos desprendidos y ladeados... pero no pocos alineados... proa, popa, cubierta, enteras, como si aún estuviese navegando... ¿qué hacía allí semejante nave de ése vaya a saber cuándo?... no había restos humanos... sí algunos utensillos por sus tripulantes, olvidados... alguna vez estuvo el océano por esas laderas recalando... pero esa nave tenía mucho más de diez mil años, porque todo ella y todo en ella, parecía como petrificado... miré atentamente, como aterrado... sorprendido... absorto en el hallazgo... alguien había llegado hasta allí conociendo el lugar, navegando... pero no había restos de muelles, ni amarras, ni nada semejante a una playa para recepcionarlo... pero el barco no tenía ni un golpe, ni se veía machucado... decidí inmediatamente ni siquiera tocarlo... honré aquel momento por lo que me había sido revelado... ¿qué dirían mi padre y Román, si me estuvieran mirando?... no sólo hallé los aviones perdidos, casi intactos, sino también un barco antidiluviano... de los tiempos de Puma Punku y/o quizás de cuando el gran puerto estaba en Tiawanaku... los mares habían llegado alto, y aparecen caracolas en los parajes menos pensados... anomites y belemites... huesos de reptiles marinos y otros trastos... no cabía dentro de mí mismo, no sólo había hecho un hallazgo, también me había revelado a mí mismo... honré el momento que me habían concedido y construí tres apachetas para dejar a mi espíritu anidado... escribí con un fibrón el nombre de mi padre y el de Román, en honor a sus glorias de pasados esfumados... desde alguna parte me estarán mirando... el SOL ya se había soltado, y debía irme hacia mi mañana necesario... y girando sobre mis pasos, comencé a descender, como soñando. NOVIEMBRE 07, 2016.-
encontré muchas cosas más, pero me las guardo en mi silencio... y del lugar no te diré más de lo agregado... nada traje conmigo porque los distintos deben ser respetados... quien molesta los cuerpos de los que se han ido, debe ser castigado... no se toca ni el destino ni el pasado... así es la vida, lo que fue debe permanecer enterrado. Hay verdad en mis palabras, por eso he sido despreciau... no porto orgullo ni ego, sólo soy un dispensador que hace las veces de mensajero, para que vos, encuentres lo que otros omitieron por soberbios, cínicos, hipócritas y también, descuidados.
No hay comentarios:
Publicar un comentario