El mundo está loco
Iván Repila entra a saco en la sátira del feminismo y las teorías emergentes LGTB, caricaturizando sus mantras teóricos
Iván Repila, en Madrid. JAIME VILLANUEVA
Nunca me gustó la tendencia de la cultura española a resolver los conflictos que se plantean en una narración por la vía del astracán, es decir, por la explotación de situaciones progresivamente disparatadas, apoyadas en un lenguaje soez y el abuso del equívoco. Cuando veo que la historia enfila por este lado, cambio de canal o cierro el libro. Hay ocasiones, sin embargo, en las que el asunto no es tan fácil de dilucidar y entonces sigo hasta el final, con la pregunta: ¿tendrá sentido el disparate o solo son ganas de resolver una historia del modo más fácil posible? ¡Qué más da! Parece que lo estoy oyendo al otro lado. En todo caso, la pregunta ha latido a lo largo de la lectura de El aliado, la novela del bilbaíno Iván Repila que se decide a operar abiertamente sobre un tema de culto en la actualidad, el feminismo. Hablamos tal vez de la corriente de pensamiento capaz de movilizar hoy día un mayor número de energías humanas. Un tema suculento, pues, y fácilmente polemizable como sabemos.
El autor entra a saco en la sátira del feminismo y las teorías emergentes LGTB, caricaturizando sus mantras teóricos (genial el diálogo de la página 138), lo absurdo de algunas propuestas, tan radicales que sumen en la contradicción a sus propias defensoras, y ofreciéndonos una especie de réplica a la conocida novela de Margaret Atwood El cuento de la criada, en una clave que recuerda el estilo desbordante de Tom Sharpe (pienso en Reunión tumultuosa). En la novela de Repila, la energía que ahora mismo concentra el feminismo se torna violenta y va a la guerra. Las mujeres, con la ayuda decisiva del protagonista —capaz de inmolarse por la causa—, acaban logrando sus objetivos y sometiendo a los varones, recluidos en el temor y la culpabilidad por el peso del pasado. Del otro lado, el machismo, escenificado en cuatro descerebrados que solo ven guarras y potenciales felaciones a su alrededor, queda en evidencia, crudamente, como una nefasta actitud ante la vida, cargada de frustración y hostilidad y, por tanto, encaminándose a su propia clausura. En definitiva, parece que nadie va a ninguna parte y que, consumidos por las ideologías, nos aproximamos al grado cero de la humanidad, cuando la ira tome posesión definitiva del mundo. Así entiendo el desbarre de la novela: de la lógica de los enfrentamientos no puede salir nada bueno, pero las mujeres llevan razón cuando defienden un nuevo modo de estar en el mundo.
De las tres partes de la novela (más prólogo, epílogo y agradecimientos), la mejor, con diferencia, es la primera. Con momentos hilarantes y un planteamiento que, de no resolverse de la forma en que se hace, es muy interesante por su actualidad, su frescura y porque nos permite disponer de una lectura provocadora del lenguaje teórico dominante. De más a menos, el epílogo escrito por la escritora, también bilbaína, Aixa de la Cruz funciona como un divertimento escrito al cabo de los años y de acuerdo con la nueva escolástica posfeminista, cuando la historia del sabotaje que se cuenta ya es historia y surge la eterna pregunta: ¿de qué lado de la barricada estaba el protagonista de los hechos? Una pregunta interesante cuando vivimos sometidos a la etiquetación.
El aliado. Iván Repila. Epílogo de Aixa de la Cruz. Seix Barral, 2019. 225 páginas. 18,50 euros.
No hay comentarios:
Publicar un comentario