miércoles, 6 de febrero de 2019

Los lenguajes de la tiranía | Babelia | EL PAÍS

Los lenguajes de la tiranía | Babelia | EL PAÍS

Los lenguajes de la tiranía

Tahar Ben Jelloun apuesta por el minimalismo, la austeridad y el rigor testimonial para abordar la crueldad humana y las miserias del poder

Portada de 'El castigo'.
Portada de 'El castigo'.
Accedí a la obra de Tahar Ben Jelloun a finales del siglo pasado a través de dos asombrosas novelas emparejadas (El niño de arena y La noche sagrada), que mostraban un escritor tan abierto a los misterios del alma como a los laberintos de la imaginación, de una gran humanidad y de una capacidad envidiable para la ficción. Ese gran fabulador desaparece en El castigo,para dejar paso a un narrador que apuesta por el minimalismo, la austeridad y el rigor testimonial, virtudes narrativas que se pliegan bien cuando se trata de abordar la crueldad humana y las miserias del poder. Dos referencias literarias parecen iluminar el horizonte de El castigo, una confesada: la película La colina, de Sidney Lumet, y la otra sugerida: la novela El desierto de los tártaros, de Dino Buzzati.
El tono es realista, pero al estar proyectado en un universo concentracionario y claustrofóbico, todo empieza a adquirir muy pronto un aire irreal y delirante. Concebido en un “tono menor”, confesional y estricto, el relato va alcanzando una extraña grandeza, según van sucediéndose las páginas en las que se lleva a cabo una crítica muy severa a la gramática del ejército marroquí, incoherente, desproporcionada y destinada a quebrar todos los ángulos de la voluntad. “Lo absurdo forma parte del programa”, dice el narrador, refiriéndose tanto al sistema disciplinario como a los lenguajes cifrados de la tiranía, rica en gestos y en símbolos pero pobre en palabras.
El relato se inicia con la detención del narrador y su deportación a un campamento de reeducación próximo al desierto, en uno de los periodos más negros del reinado de Hassan II, cuando Marruecos vivía sometido a una permanente ley marcial y hablar podía costar muy caro. Continúa en una escuela militar de la montaña, y prosigue con intensidad y destreza hasta el torbellino final, de cuyos pormenores evitaré hablarle al lector. El castigo es una dura y excelente novela de iniciación y destrucción, donde accedemos a la génesis de la escritura de Tahar Ben Jelloun, a través de una experiencia de la inhumanidad sin la cual, según confesión de autor, nunca se hubiese convertido en un verdadero escritor.
El castigo. Tahar Ben Jelloun. Traducción de Malika Embarek López. Cabaret Voltaire, 2018. 186 páginas. 18,95 euros.

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