Yang Liping: Baile y poesía bajo un mismo corazón
Yang Liping, coreógrafa famosa por su belleza natural y su singular forma de actuar, fue una prestigiosa danzarina en el panorama artístico chino. En 1986 Yang Liping creó e interpretó el baile en solitario titulado El espíritu del pavo real (《雀之灵》), una obra maestra que le encumbró y le sirvió para obtener la Medalla de Oro en las artes escénicas del siglo XX.
Ya desde pequeña le fascinaba bailar. A pesar de que Yang Liping nunca se formara profesionalmente en una escuela, como les ocurriera a la mayoría de las niñas de la minoría étnica bai, en 1971, cuando tenía 13 años de edad, consiguió ingresar en la agrupación comarcal de cantos y danzas de Xishuangbanna debido a su extraordinario talento para el baile. Más tarde, en 1981, fue seleccionada para entrar en el Conjunto Nacional de Cantos y Danzas Folklóricas de Beijing.
Especializada en interpretar el baile del pavo real, se ganó el sobrenombre de “la reina del pavo real de segunda generación” después de que otras dos bailarinas chinas, Mao Xiang y Dao Meilan, también lograran antes que ella ese distintivo. Asimismo, fue la primera danzarina joven de la China continental en organizar un espectáculo coreográfico nocturno. En 1986 Yang Liping creó e interpretó el baile en solitario titulado El espíritu del pavo real (《雀之灵》), una obra maestra que le encumbró y le sirvió para obtener la Medalla de Oro en las artes escénicas del siglo XX.
En 1988 el periódico Diario de Beijing la nombró como uno de los diez personajes más influyentes del año y en 1989 se estrenó un documental sobre su trabajo titulado de El arte coreográfico de Yang Liping (《杨丽萍的舞蹈艺术》). Yang fue además la primera bailarina de la China continental en actuar en Taiwán. Durante muchos años realizó diversas giras por numerosos países y regiones, así visitó Filipinas, Singapur, Rusia, Estados Unidos, Canadá, Japón y algunas ciudades europeas, donde fue recibida con gran entusiasmo y recogió diversos premios, tales como la medalla al mérito del Festival Internacional del Arte de Osaka o el premio “Chinos Influyendo en el Mundo 2010-2011” organizado por la televisión Fenghuang de Hong Kong, entre otros. La película Los pájaros del sol(《太阳鸟》), en la que la danzarina ejerció de guionista, directora y actriz, ganó en 1998 el premio del comité en el Festival Internacional de Cine de Montreal. En 2003 y 2009 Yang Liping dirigió y protagonizó el drama de canto y baile Imágenes de Yunnan y otra obra íntimamente relacionada con la primera: Los sonidos de Yunnan (《云南的响声》). La bailarina, pese a pasar ya de los cincuenta, en 2012 conquistó al público en la Gala de Año Nuevo de la Televisión Central de China (CCTV) cuando interpretó el fabuloso baile El amor del pavo real (《雀之恋》) y demostró sus habilidades únicas y su encanto a la hora de moverse por el escenario.
Los elementos más exitosos y valientes que contribuyen a su vez al estilo coreográfico de Yang Liping consisten en que ella sabe aprovechar los movimientos originales del baile para interpretarlos de manera estática y asimismo integrar la vida real y la naturaleza en su danza. A los bai les encantan cantar y bailar en los momentos y circunstancias más importantes de la vida, como durante las bodas, en los funerales, tras la siembra, durante la cosecha o cuando realizan sacrificios a los dioses, constituyendo así una manera fundamental para expresar los sentimientos y para reflexionar sobre la vida. Así, desde bien pequeña, Yang Liping comenzó a bailar con la gente de su aldea. Además, le fascinaba observar la naturaleza para descubrir primero cómo se mueven las nubes, los andares del pavo real o cómo roza el agua una libélula, para después incorporar estas experiencias naturales en su creación artística.
Siendo pues una bailarina culta e imaginativa, no le cuesta nada transmitir a los espectadores de manera inmediata y correcta el significado y las emociones de su lenguaje corporal. Con solo sus manos es capaz de mostrar la solidez y la altanería de un pavo real, o con los movimientos tiernos de su cuerpo reproduce una historia triste de amor entre dos árboles.
En la obra Imágenes de Yunnan, Yang Liping consigue meter al público en los campos rurales de su provincia, para que, de este modo, puedan experimentar la autenticidad folklórica del pueblo. En la obra Los sonidos de Yunnan, la artista explora los límites del oído para no solo captar sonidos como el susurro de un insecto, el vuelo de los pájaros, el murmullo del viento o el soplo sobre la hierba, sino también para sentir la alegría, furia, dolor y felicidad que ocurre alternativamente en el ciclo natural de la vida. De hecho, los críticos artísticos coinciden en señalar que el baile de Yang Liping se distingue por su pureza e ingenuidad, una cualidad que se halla cerca del corazón pero lejos del bullicio de la realidad. Esta característica hace que Yang Liping se nos presente como una verdadera bailarina-poeta.
Dentro de los círculos coreográficos existe una máxima bien conocida por todos que cuenta que los bailarines viven de la juventud. Sin embargo, desde que ingresara en la Sociedad Comarcal de Canto y Danza de Xishuangbanna y después de haber bailado incansablemente durante más de veinte años, Yang Liping se ha convertido en toda una leyenda en el mundo del baile chino. Además, para poder dedicarse plenamente al mundo de la danza y lograr una vida más libre, la artista china renunció firmemente a su derecho a ser madre explicando que hay gente que viene a este mundo “a perpetuar la familia y otros a divertirse. Yo, como observadora de la vida que soy, solo quiero dar un buen paseo por este mundo”. De hecho la artista, cuyas cualidades se parecen a una elegante camelia que jamás marchitará, es una bailarina verdadera e interpreta sus obras con el corazón.
En enero de 2011 se instalaron seis pantallas gigantes en Times Square de Nueva York para proyectar el primer video dedicado a la divulgación de la imagen china en los Estados Unidos. Yang Liping, junto con Zhang Ziyi, Zhang Ziling, Zhou Xun y Fan Binbin, conocidas como “Las cinco mujeres más bellas de China”, salieron en dicho cortometraje para mostrar a los neoyorquinos el aspecto moderno de los chinos actuales.
La coreografía El pavo real (《孔雀》), dirigida y protagonizada por ella misma, supone su última obra antes su retirada artística. Se estrenó el 23 de agosto de 2012 en la ciudad de Kunming y fue la primera actuación de una gira global. Dividida en cuatro capítulos refiriéndose a las cuatro épocas de la vida: el nacimiento, el envejecimiento, la enfermedad y la muerte, este drama cuenta la historia de un pavo real desde que sale del cascarón, su enamoramiento, la separación forzada del amor, el sufrimiento ante la despedida de la amada y, por último, el retorno a la tranquilidad absoluta. Gracias a este baile, Yang Liping ha obtenido el reconocimiento global, por lo que prefiere acabar su carrera con esta obra. Para ella, existe una conexión fuerte e invisible entre ella misma y este animal, por lo que esta pieza de despedida está considerada casi como una autobiografía en la que están proyectados momentos de la vida de la propia bailarina. Hace poco manifestó que Occidente “cuenta con El lago de los cisnes, mientras que China se deleita además con El pavo real, una obra que bien podría ser reconocida en todo el mundo”. Estas palabras revelan los sentimientos tan profundos de la artista, así como los sueños y aspiraciones que le han acompañado toda su vida.
Publicado originalmente en: Revista Instituto Confucio.Número 15. Volumen VI. Noviembre de 2012.Leer este reportaje en la edición impresa
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