La historia (y denuncias) del ‘campeón de la libertad de expresión online’ en Tanzania
La página de Facebook con más seguidores en el país africano pertenece a Jamii Forums, una plataforma para filtraciones que anima a los informadores ciudadanos a implicarse y denunciar la corrupción
Barcelona
Maxence M. Melo, uno de los fundadores de la plataforma Jamii Forums, ante un cartel de la Unión Africana que alienta la lucha contra la corrupción. JAMIIMEDIA
Hace más de una década que Maxence M. Melo está en el punto de mira de las autoridades tanzanas. Lo han intentado casi todo para silenciarle. Al parecer, su actividad en la Red representa una amenaza para el gobierno de John Magufuli. Melo es uno de los fundadores y administradores de una plataforma online que da a los informantes la seguridad y el anonimato para alertar sobre casos de corrupción. Jamii Forums es una especie de comunidad de alertadores y ciudadanos comprometidos que ha encontrado en el espacio digital su hábitat ideal. El Comité de Protección de los Periodistas (CPJ, por sus siglas en inglés), acaba de reconocer el papel de este activista tanzano como “campeón de la libertad de expresión online”, al concederle uno de los Premios Internacionales a la Libertad de Prensa de 2019.
Los perfiles en redes sociales de la página de filtraciones en suajili demuestran el interés de la ciudadanía y ayudan a entender la angustia de las autoridades. Tiene más de tres millones de seguidores en Facebook, casi 660.000 en Twitter y 1,9 millones en Instagram. Se trata, según las estadísticas de la consultora Social Bakers, de la página de Facebook con más seguidores de Tanzania y del sexto perfil más influyente de Twitter del país. Solo como anécdota: Jamii Forums tiene 50.000 seguidores más en la red de microblogging que el propio presidente del país.
Ahora mismo, Melo tiene retirado su pasaporte, a la espera de responder penalmente por las informaciones que se publican en Jamii Forums. Incluso dentro de Tanzania el activista de la libertad de expresión y los derechos digitales tiene limitados su movimientos, no puede abandonar la región de Dar-es-Salam para visitar el resto del país. Sin ir más lejos, el pasado 10 de julio fue interpelado por la División de Investigación Criminal para comparecer por un presunto plan para asesinar al responsable de un medio que se considera progubernamental. Después, fue liberado sin cargos.
La persecución judicial comenzó hace tiempo, precisamente cuando la plataforma demostró por primera vez su capacidad para destapar casos de corrupción mediante informaciones rigurosas y verificadas. En 2008, Melo y el cofundador de la plataforma, Mike Mushi, fueron detenidos. “Fuimos arrestados después de que en Jamii Forums se publicasen los datos de un escándalo de corrupción. Nos detuvieron, nos acusaron de terrorismo y pasamos cinco días en la cárcel. Luego fuimos liberados sin cargos. Como consecuencia de ese escándalo el Gobierno cayó en bloque”, comenta Melo.
Desde aquel episodio, él y su compañero se han visto en varias ocasiones delante de los jueces, incluido un caso que les llevó a cambiar el nombre de la plataforma de Jambo Forums a Jamii Forums. “El gobierno reclamaba Jambo como una marca registrada propia. Al final también ganamos ese caso de derechos de autor”, dice satisfecho el activista.
Maxence M. Melo, fundador de la plataforma, es uno de los galardonados con los Premios Internacionales de Libertad de Prensa 2019 del Comité de Protección de los Periodistas (CPJ)
“La plataforma arrancó en 2006”, explica Melo, “con el objetivo de combatir la corrupción, ofrecer un espacio para los denunciantes, permitir ejercer la libertad de expresión sin miedo e impulsar una mayor participación de los jóvenes en la toma de decisiones”. Eran momentos malos para la libertad de expresión y de prensa, no solo en Tanzania, sino en toda la región. A partir de 2005, el espacio cívico se había ido estrechando en una dinámica similar a la que se está produciendo en los últimos años. “Nadie se atrevía a expresar sus opiniones”, relata el activista tanzano, “así que la única manera era hacerlo era a través de Internet. Queríamos denunciar los escándalos de corrupción, tener un espacio para garantizar el anonimato de los informantes. Nos convertimos en los campeones de la libertad de expresión. Queríamos garantizar la seguridad de las personas que se comprometen y se exponen a denunciar”.
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