El pabellón Tianyi contiene una biblioteca privada con una dilatada historia literaria.
Pabellón Tianyi: una singular biblioteca privada con 400 años de historia
El Pabellón Tianyi (天一阁, Tiānyīgé), situado en la ciudad de Ningbo de la provincia de Zhejiang, es una biblioteca privada construida en 1561 y que se encuentra en perfecto estado de conservación, de uso y de funcionamiento. Este conjunto arquitectónico, conocido como el Pabellón Tianyi , no es solo la biblioteca personal más antigua de China y de Asia, sino también la tercera más longeva del mundo.
En la ciudad de Ningbo de la provincia de Zhejiang existe una biblioteca privada que cuenta con más de 400 años de historia y que se encuentra, todavía hoy en día, en perfecto estado de conservación, de uso y de funcionamiento. Este conjunto arquitectónico, conocido como el Pabellón Tianyi (天一阁, Tiānyīgé), no es solo la biblioteca personal más antigua de China y de Asia, sino también la tercera más longeva del mundo.
El Pabellón Tianyi, construido durante los años 40 a 45 del reinado del emperador Jiajing (嘉靖, 1507-1567) de la dinastía Ming (明, 1368-1644), es decir, en el año 1561 según el calendario occidental, fue la biblioteca personal del político y bibliófilo Fan Qin (范钦, 1506-1585), viceministro de Defensa. Nacido en el distrito de Yinxian perteneciente a la ciudad de Ningbo, Fan Qin aprobó las oposiciones imperiales a los 27 años. Teniendo en cuenta su afición a la lectura y a la colección de libros, Fan Qin siempre demostró un entusiasmo particular tanto por la cultura y las tradiciones autóctonas como por la búsqueda y la adquisición de documentos y manuscritos aprovechando sus visitas de funcionario a las provincias de Hubei, Jiangxi, Guangxi, Yunnan, Shanxi, Henan y Fujian. De hecho, las crónicas locales publicadas durante la dinastía Ming y las resoluciones de las oposiciones nacionales guardadas en esta biblioteca suponen muchos años de dedicación por parte de Fan Qin. La importancia de su contenido es tal que varias piezas de la colección son ejemplares únicos en el mundo, lo que muestra su valor incalculable.
La edificación de este pabellón integra muchas ideas originales propuestas por el propio Fan Qin, quien sostenía que la mayor amenaza en contra de la conservación de las bibliotecas procedía de los incendios. Es por esto que decidió darle el nombre auspicioso de Tiānyī, expresión procedente del proverbio que afirma que En el cielo se genera el agua (天一生水, Tiān yī shēng shuǐ), lo que expresa el deseo de proteger la biblioteca contra el fuego. Además, Fan Qin ordenó instalar un gran depósito de agua delante del pabellón a fin de prevenir cualquier calamidad. La biblioteca consta de una estructura de madera con dos plantas. Situado en el norte y orientado hacia el sur, el edificio también está bien ventilado. Abajo, en la planta baja hay seis salas, mientras que arriba, en la primera planta, sólo hay un gran salón de lectura. Tal distribución coincide con el refrán que dice El número uno simboliza el cielo y el seis la tierra (天一地六, Tiān yī dì liù).
Cuando el literato Fan Qin tuvo alrededor de 60 años asumió el cargo de director y administrador de la biblioteca. Teniendo en cuenta que el Pabellón Tianyi llegó a albergar más de setenta mil ejemplares durante su máximo apogeo, a fin de proteger la colección, Fan Qin estableció una serie de normas muy rígidas que todos debían acatar. Así, las mujeres no tenían acceso a la biblioteca, los herederos jamás podían repartirse los libros ni hacer uso de ellos, estaba prohibido sacar manuscritos, fumar o beber dentro del edificio, etc. Además, exigió que las llaves de las librerías se repartieran entre varios miembros familiares, de manera que únicamente se podían abrir en presencia de todos ellos. Asimismo, impidió la entrada de visitantes y restringió el uso de la biblioteca únicamente a familiares directos, ni siquiera a amigos o conocidos. Tampoco estaba permitido prestar libros a extraños. Los que no obedecían estas reglas recibirían severos castigos por parte del clan familiar. Por último, Fan Qin concretó diversas medidas efectivas sobre prevención contra incendios, inundaciones, plagas de insectos, roedores o robo.
Antes del fallecimiento, Fan Qin dividió sus bienes en dos partes, por un lado su inmensa fortuna y sus propiedades; y por otro, el pabellón Tianyi junto con su colección de miles de libros y manuscritos. El hijo mayor, Fan Dachong, heredó la biblioteca y asumió la responsabilidad de defender la seguridad de los libros y el edificio cumpliendo al pie de la letra los estatutos dictados por su padre.
La restricción de acceso a cualquier persona que no se apellidara Fan ayudó a consolidar la imagen misteriosa del pabellón y contribuyó, asimismo, a aumentar su fama entre los estudiantes que aspiraban a acercarse a esta biblioteca. Esta situación no cambió hasta el año 1676 cuando el prestigioso escritor, filósofo y teórico político de la dinastía Qing (清, 1644-1911) llamado Huang Zongxi (黄宗羲, 1610-1695) consiguió un permiso excepcional para acceder al edificio y contemplar toda la colección. Huang Zongxi fue la primera persona ajena a la familia Fan que visitó esta impresionante biblioteca, hecho extraordinario que escribió en un artículo titulado “Visita a la colección de libros del Pabellón Tianyi”. A partir de ese momento, las reglas se flexibilizaron un poco y permitieron la entrada únicamente a familiares directos y a eruditos.
El Pabellón Tianyi alcanzó su mayor fama gracias a un acontecimiento histórico. Debido a que en el año 1772 el emperador Qianlong (乾隆, 1711-1799) de la dinastía Qing tomó la decisión de recopilar y editar la biblioteca enciclopédica de conocimientos chinos llamada Sīkù Quánshū (四库全书), el Pabellón Tianyi se vio obligado a entregar al monarca un total de 638 tipologías de libros que sumaban hasta 5288 ejemplares, siendo la mayor contribución realizada en todo el país. Más tarde, se entregaron otras 96 tipologías para esa recopilación y 377 más para el catálogo Sīkù Cúnmù (四库存目). En señal de agradecimiento, el emperador le regaló al Pabellón Tianyi una recopilación de libros antiguos y modernos llamada Gŭjīn Túshū Jíchéng (古今图书集成), ejemplares que aún se conservan en muy buen estado, además de dieciséis grabados en cobre y doce cuadros que describen victorias de guerra. El propio emperador mandó un grupo de técnicos al Pabellón Tianyi para estudiar el estilo arquitectónico y delinear el plano con el que se edificaron posteriormente otras siete bibliotecas reales distribuidas en la Ciudad Prohibida, en el Antiguo Palacio de Verano, y en las ciudades de Chengde, Shenyang, Yangzhou, Zhenjiang y Hangzhou, a fin de poner a buen recaudo el preciado y valorado Sīkù Quánshū. Estos edificios recibieron respectivamente los siguientes nombres auspiciosos y con referencias claras al agua protectora: 文渊阁 (Wényuāngé), 文源阁 (Wényuángé), 文津阁 (Wénjīngé),文溯阁 (Wénsùgé), 文汇阁 (Wénhuìgé), 文宗阁 (Wénzōnggé) y 文澜阁 (Wénlángé). Los caracteres que simbolizan el elemento líquido en cualquiera de sus formas (渊, 源, 津, 溯, 汇 y 澜) están situados en el centro del nombre, con el claro objetivo de prevenir los incendios -salvo en el caso de 文宗阁 debido a su ubicación en la ciudad de Zhenjiang donde abunda el agua-; mientras que el caracter de la izquierda (文, wén) significa “cultura, escritura, caracter, lengua, composición literaria”, y el de la derecha (阁, gé) quiere decir “pabellón”, sin duda, un bonito juego de palabras.
A finales de la República de China (1912-1949), los descendientes directos de la familia Fan, encargados de cuidar la biblioteca, alcanzaron la decimotercera generación. Desde su creación y durante más de cuatro siglos hasta la fundación de la República Popular China (1949) solo una treintena de afortunados obtuvo el permiso para visitarla, entre los cuales se encontraban Xue Qianxue, Wan Sitong, Zhu Yi, Yuan Mei, Qian Daxin, Miu Quansun, Zhao Wanli, Zheng Zhenduo, entre otras figuras prestigiosas de la cultura china.
Tradicionalmente, la provincia de Zhejiang fue próspera en eruditos, coleccionistas de libros y manuscritos, escritores, poetas, comerciantes de tratados, editores, bibliotecas y academias privadas. Así, el increíble buen estado de conservación del Pabellón Tianyi nos muestra el amor y el empeño que tuvo su dueño por conservar intacta su preciada colección de libros.
La fusión que tuvo lugar en 1994 entre la centenaria biblioteca y el Museo Municipal de Ningbo para crear el nuevo Museo del Pabellón Tianyi ha resultado en un recinto de 26.000 metros cuadrados, donde se muestran no solo exposiciones temáticas como La evolución y el desarrollo histórico del Pabellón Tianyi, Colección de crónicas locales chinas, Paseo por las bibliotecas antiguas conservadas en China o Exhibición de la caligrafía de las dinastías Ming y Qing, sino también manuscritos de numerosos escritores chinos modernos, entre los cuales destacan los de Tie Ning, Huang Yazhou y Ye Wenlin, entre otros.
Publicado originalmente en: Revista Instituto Confucio.Número 18. Volumen III. Mayo de 2013.Leer este reportaje en la edición impresa
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