Taishan: La montaña más famosa de China
Taishan es una montaña que, por su presencia y majestuosidad, está considerada por los chinos como “la mejor montaña del mundo” y se le ha rendido culto desde tiempos remotos.
Taishan (泰山, Tài Shān), la montaña Tai, está situada en la ciudad de Tai´an (泰安, Tài’ān), provincia de Shandong, sobre la llanura de Qilu (齐鲁). Se encuentra cerca de Qufu (曲阜), la tierra natal de Confucio, y limita con Jinan, la ciudad de los manantiales. La cumbre, denominada Emperador de Jade (玉皇顶, Yùhuáng Dǐng), es la más alta de Taishan, con 1.545 metros de altura. Taishan, por su presencia y majestuosidad, está considerada “la primera de las Cinco Grandes Montañas” y “la mejor montaña del mundo”.
Taishan es conocida por su grandeza. Con sus cimas superpuestas, vastos macizos, añejos pinos, enormes rocas y el constante cambio de las nubes, transmite un encanto irresistible. Los cuatro paisajes más famosos son: el amanecer, el “mar de nubes”, el atardecer y el “cinturón dorado del Río Amarillo” (el reflejo del río). Los turistas pueden acceder a la cima más alta mediante tres teleféricos y contemplar a vista de pájaro las vistas panorámicas que ofrece la montaña desde diferentes ángulos. Otra opción es subir a pie y comprobar por uno mismo lo escarpado y abrupto del paraje.
Taishan es rica en productos como língzhī (灵芝, “el hongo de la inmortalidad”), fallopia multiflora (何首乌, hé shǒu wū), castaños y nueces, todos ellos muy populares en China. Además, una veintena de conjuntos arquitectónicos antiguos y más de 2.200 estelas hacen de Taishan un punto de interés turístico que integra cultura, historia y paisajes pintorescos con un rico patrimonio natural. Taishan no es la montaña más alta, ni la más grande, ni la más bella de China. Sin embargo, ocupa un lugar prominente en la cultura e historia del país. Es una de las Cinco Grandes Montañas de China (五岳, Wǔyuè), junto a Hengshan (衡山, Héng Shān), Huashan (华山, Huà Shān), Songshan (嵩山, Sōng Shān) y Hengshan (恒山, Héng Shān). Aunque sólo ocupa el tercer lugar en altitud es la más importante de las cinco.
En la antigüedad, recibía el nombre de Dàishān (岱山) o Dàizōng (岱宗), hasta que en el período de las Primaveras y Otoños (春秋时代, 770-476 a.C.) se cambió por el de Taishan. Desde tiempos remotos, los chinos han rendido culto a esta montaña, incluso existe el dicho: “si Taishan está en paz, todo el mundo está en paz” (泰山安,四海(天下)皆安). Por lo tanto, los emperadores chinos deseaban acudir en persona para realizar la ceremonia Feng Shan (1) (封禅, fēng shàn) y rendir culto a los antepasados . Por un lado, a través de este medio, comunicaban al pueblo que eran “hijos del cielo” (天子), es decir, enviados por los dioses para gobernar el país. Por otro, era un símbolo de estabilidad social, prosperidad y unidad. Taishan se convirtió en emblema del pensamiento chino “el hombre y el universo son uno”.
Según los registros históricos, desde el emperador Qin Shi Huang (秦始皇) hasta los emperadores Wudi (秦始皇) y Guangwudi, (光武帝) de la dinastía Han (汉); Wendi, (文帝) de la dinastía Sui (隋); Gaozong (高宗) y Xuanzong (玄宗), de la dinastía Tang (唐); Zhenzong (真宗), de la dinastía Song (宋); y Kangxi (康熙) y Qianlong (乾隆), de la dinastía Qing (清); fueron a Taishan a realizar la ceremonia Feng Shan y rendir culto a sus antepasados. El emperador Wudi subió a la montaña siete veces. A lo largo de la historia de China, el último emperador en realizar el rito Feng Shan fue Zhenzong. Los siguientes emperadores que pasaron por ahí simplemente rindieron culto a los antepasados. El emperador Qianlong fue a Taishan once veces, seis de las cuales subió hasta la cima. Las ceremonias Feng Shan y de culto a los antepasados se realizaban en la cumbre conocida como “el Emperador de Jade” y en el Templo Dai (岱庙, Dàimiào), situado a los pies de la montaña.
Literatos de diferentes dinastías también ascendieron al Taishan atraídos por su fama. El primero de los eruditos que subió a la Montaña Tai fue Confucio (孔子, Kǒngzǐ), seguido por Sima Qian (司马迁), Zhang Heng (张衡), Li Bai (李白) y Du Fu (杜甫), entre otros. Confucio acuñó la frase: “al llegar a Taishan, todo el mundo se empequeñece” (“登泰山而小天下”). Du Fu sentenció: “cuando llegamos a la cima, el resto de montañas parecen pequeñas” (“会当凌绝顶,一览众山小“). La montaña, que ha sido venerada durante miles de años por gobernantes y sabios chinos, es la más reconocida en su género.
La influencia de Taishan en la cultura china también se refleja en la lengua a través de las siguientes frases: “aunque la muerte llega a todos por igual, puede ser más pesada que Taishan, o más ligera que una pluma” (“人固有一死,或重于泰山,或轻于鸿毛”) de Sima Qian. “Tener ojos, pero no ver Taishan” (“有眼不识泰山”) para decir que alguien es corto de vista. “Aunque el Taishan caiga sobre nosotros no nos doblegaremos” (“泰山压顶不弯腰”) o “estable como Taishan” (“安如泰山”). Estas frases demuestran que Taishan ha estado presente en la vida de los chinos.
En chino, la palabra Taishan también significa suegro (岳父, yuèfù). Este significado tiene su origen en un suceso histórico. Cuando el emperador Xuanzong (玄宗) de la dinastía Tang fue a Taishan a realizar el ritual Feng Shan, le encargó al ministro Zhang Yue (张说) que organizara la ceremonia. El yerno de Zhang, Zheng Yi (郑镒), era un simple funcionario de noveno rango (2). Según la práctica habitual, después del ritual, la mayoría de funcionarios podía subir un nivel. Sin embargo, Zheng Yi consiguió una promoción desde el noveno al quinto rango. Cuando Xuanzong se enteró preguntó el motivo pero Zheng Yi no supo contestarle. En ese momento, otro cortesano se acercó y aprovechó la oportunidad para ridiculizarle diciendo: “esto se debe al poder de ‘Taishan’”. Es decir, Zheng Yi consiguió la promoción gracias al poder que obtuvo su suegro al organizar la ceremonia Feng Shan en Taishan. Este asunto se convirtió en una broma política y se extendió por todo el país. A partir de entonces la gente empezó a utilizar la palabra Taishan para referirse a los suegros.
Notas:
(1). Feng Shan: ceremonia donde se rendía culto al cielo y a la tierra. Feng, el emperador subía a la cumbre de Taishan, mandaba construir un altar de tierra para rendir culto al cielo; Shan, el emperador mandaba levantar una colina en las faldas de Taishan para rendir culto a la tierra.
(2). En la dinastía Tang, el rango de los oficiales se dividía en nueve niveles, siendo el primer rango el superior y el noveno el inferior.
Más viajes por China en Revista Instituto Confucio – ConfucioMag:
Publicado originalmente en la Revista Instituto Confucio.
Número 27. Volumen VI. Noviembre de 2014.
Número 27. Volumen VI. Noviembre de 2014.
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