Nada es como parece…
Nada es como crees verlo…
Nada es como lo supones…
Nada es como lo entiendes…
De lo que pasa, apenas tomas una pizca…
De lo que te pasa, tomas sólo algo… aquello que te despierta… aquello que toca tu atención…
Lo que eres, es lo que entiendes…
Lo que eres, es lo que supones…
Lo que eres, es lo que ves…
Lo que eres, es lo que te parece que es…
Todo depende de la perspectiva… depende del lugar donde te encuentras parado… depende del lado para donde diriges la mirada en el exacto momento en que se produce el suceso… depende de lo que tus ojos ven… depende de lo que tus oídos detectan… pero todo ello, depende de lo que entiendes de la circunstancia… mientras tanto, algo más sucedió antes del preciso instante del suceso, algo en lo que no tuviste oportunidad de participar, algo en lo que no tuviste oportunidad de reparar, sin embargo ocurrió, tuvo lugar y se constituyó en el momento previo… pero además, antes de eso mismo, hubo una sucesión de acontecimientos que le llevó a que la circunstancia se diseñara a sí misma y ocupara un lugar en el espacio tiempo… así es que tu perspectiva será siempre limitada… quedará circunscripta a lo que viste, a lo que escuchaste, y a lo que entendiste… en algunos casos tendrás una visión amplia, o en otros casos dicha visión será limitada, y sin embargo seguirá constituyendo tu “visión” de las cosas… mientras se produce el acontecimiento y tú estás ahí como observador, o como actor, muchas cosas ocurren y tienen lugar a tus espaldas, y de ellas no tienes ni idea… necesitarías ver en 360 grados, pero eso es imposible… ni siquiera llegas a dimensionar la vida en 180 grados… la concentración se focaliza en 70 grados y todo lo demás parece superfluo… así es que la perspectiva siempre resulta pobre… con un entendimiento limitado al lugar que ocupabas cuando ocurrió… y sin embargo, de ello te formarás opinión y yendo más lejos, la darás a conocer o no a los demás, la compartirás o no con los demás, pero eso se conservará como experiencia para tus siguientes tiempos, para tus siguientes momentos, para tu karma… lo que te haya nutrido, te definirá… lo que no haya sido considerado, se obviará… sucede todo el tiempo en el que transitas tu vida… la perspectiva es un condicionante… pero lo recogido será aquello que finalmente te acompañará en el karma y permanecerá en la esencia… no puedes escapar de esa realidad… por lo tanto, cada ser humano frente a sus circunstancias asume lo que le llama la atención y descarta lo que no tiene en cuenta… dicho descarte, no quiere decir que las cosas ocurran o no, mucho menos cuando de sucesiones se trata… siempre la sucesión conduce al hecho, y dicha sucesión casi nunca es tenida en cuenta, excepto cuando se realizan revisiones, mucho tiempo después de haber tenido lugar el acontecimiento, así es que dichas revisiones siempre contendrán sesgos propios de todo aquello que nadie tuvo en cuenta… de todo aquello que nadie consideró, y sin embargo, aportará geometrías para que se formen opiniones, y las mismas sean dadas a alguien más, que a su vez, formará la propia (opinión) y también la dará, generando un ruido ensordecedor que nadie tendrá en cuenta, pero que seguramente se replicará mediante las redes sociales, teniendo, entonces, entidad pública… debes vivir con eso… la realidad está siempre sesgada… dependiendo del lugar donde estabas parado cuando tuvieron lugar los acontecimientos… todo aquello de lo que fuiste testigo, y todo aquello que pasaste por alto…
De eso se construye la realidad que aprecias…
Nada es como parece… parece ser una cosa, pero siempre hay más…
Nada es como crees verlo… los ojos no dimensionan el todo de la realidad que nos rodea… solamente hacen foco en aquello que llama la atención “inmediata” …
Nada es como lo supones… crees ver algo definido, pero hasta en la definición hay sucesos que son imperceptibles…
Nada es como lo entiendes… entiendes según la perspectiva, pero todo lo que queda por fuera de ella, pasa desapercibido…
Lo que te pasa está precedido por acontecimientos que se fueron hilvanando en una determinada dirección… sucesos que pueden o no haber estado en tu consideración… si lo estuvieron tendrás una visión más amplia, nunca perfecta, sino sólo más amplia… si no lo estuvieron, la visión será limitada, a veces más pobre, a veces menos pobre, pero eso te restará capacidad para dimensionar el suceso en su totalidad… y te quedarás sólo con lo que te pasa, prescindiendo de todo lo demás… lo que te pasa es aquello que te incluye… lo que te incluye es aquello te sucede sólo a ti, a tu persona, afectándote de alguna manera, de alguna forma, a veces incluyendo a otros, a veces no… cuando asumes lo que te pasa, tiendes a descifrar la ecuación que ello incluye… cuando no lo haces, cuando no asumes lo que te pasa, la circunstancia te envuelve y te destroza… así es que la diferencia está en la interpretación… algunos lo entienden, muchos no lo hacen y la diferencia es lo que permanece como experiencia… es eso que te nutre para el paso que sigue… si te nutre, aprendes… si no lo hace, no aprendes… la diferencia reside en el contenido, en lo que permanece en tu persona, en lo que incorporas… si lo incorporas, es tuyo… si no lo haces, eres tú mismo el que pierde la oportunidad… no hay vueltas, es así de sencillo… lo que te pasa es un aprendizaje diseñado únicamente para ti… si hay otros que participan, son convidados que están aprendiendo en tu misma condición, aunque parezca lo contrario, no tienen una ventaja explícita, sólo intervienen en la circunstancia del mismo modo en que tu lo haces… así es que lo que se tome de la circunstancia, es patrimonio de cada quien… cada cual sacará sus propias conclusiones… cada cual recogerá la propia experiencia… cada quien aprenderá o no… la resultante no queda por fuera del uno mismo, sino dentro de la persona, dentro del sí mismo… entonces, hay un valor en la misma circunstancia, así como hay otro valor que se concede a los que han intervenido en ella… distingues una cosa de otra… lo que te queda es el “residuo seco”, algo que está vivo dentro de tu persona… la travesía por lo vivido te deja “algo” que se torna imborrable, algo que aún olvidándolo, permanecerá en tu ser, para siempre, para la eternidad, esto es que se irá contigo cuando te vayas, y jamás podrás despegarte de aquello que te pasó… por ello, lo que te pasa, te pertenece… toca la fibra… toca la esencia… toca lo que eres… y sobre todo, permanece… permanece en tu ser, porque pertenece a tu existencia…
Los teros vuelan cantando… los nidos están a salvo…
[Pintura: no hay dos árboles, hay dos seres observándote…]
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