El «Esperantza» Domingo Alberto Martínez

Imagen del logotipo del sitio La hoguera de los libros El «Esperantza» Domingo Alberto Martínez Nov 23 Huele a mar, a salitre. Un arrastrero baja deslizándose por la desembocadura de la ría, que acuchilla el caserío. Sobre punta Haizea, al borde del acantilado, una niña de siete u ocho años se desgañita, sacudiendo la mano con fuerza. «Aita, aita! —repite una y otra vez—. Agur, aita!, laster arte!». Gaizka, su padre, un hombre de barba cerrada y cejas muy negras, es el piloto del Esperantza. Un grupo de gaviotas aletea ruidosamente en la playa. Sobre una roca, un cormorán extiende las alas. A unos metros de la orilla, un viejo encorvado calafatea sin prisa una barca puesta del revés. Alguien le grita desde el Esperantza: «¡Pachico!, ¿a qué trabajar tanto? No seas chocholo, pues. —La hija de Gaizka reconoce la voz de Echevarrieta, el calderetero de Munguía, mecánico y engrasador de la maquinaria del barco—. Si has de acabar igual, ¡en el pozo!». El tal Pachico se encoge de hombros (bah, bah), como si no le quedara otro remedio. Escucha la campana de san Telmo. Hace frío, un viento racheado le corta la cara. Ha empezado a chispear, pero la niña no se mueve del sitio. Contempla alejarse el pesquero, cómo se va perdiendo a lo lejos, y sueña con el día que también ella pueda aventurarse más allá de la orilla. «El antes y el después» es uno de los 101 textos breves y microrrelatos que componen Esto no es una novela, mi nueva obra tras Un ciervo en la carretera (finalista del premio Setenil a mejor libro de relatos publicado en España).