miércoles, 31 de agosto de 2016

CAMINO DE REGRESO 12

el dispensador dice: fui trepando la ladera con prudente esfuerzo... cuando me faltaba el aire me detenía, para luego volver a encarar la trepada... quería ver cómo es el "río arriba" que conduce a las fuentes... esas que la humanidad desconoce... esas de las que mucho se habla y a las que se hace referencia, dando por supuesto que son glaciares que se desgranan, gota a gota... subía a sabiendas que las fuentes están ocultas al ojo humano y sobre todo, a las intenciones humanas... fuentes que se conjugan para que la humanidad inconsciente sea "sostenible" a pesar de sus desatinos... me fui perdiendo por senderos de mula... para luego adentrarme en otros inaccesibles a cualquiera que se precie de estar en su sano juicio... pero dado que estoy envuelto en la locura que me resguarda de la demencia del resto, seguí adelante conjugando voluntad y esfuerzo, tal había hecho siempre... en la soledad de saberme acompañado desde la mentira y la traición... en el silencio que te impone el recogimiento en el propio espíritu desde donde debes sacar energías para seguir andando a pesar de los que se te cuelgan, de los que te reclaman, de los que te exigen sin hacer nada, ni por ellos ni por nadie... porque de algo de eso se tratan los cinismos... y algún componente de aquellos tienen las hipocresías donde se visten de gala las soberbias, al amparo de los hechos de los otros... como sea y como se quiera... veía serpentear hilos de agua que por momentos recalaban en piletones donde había truchas... ¡¿qué?!... ¿a semejante altura?, sí... había piletones de aguas dulces prístinas y había otros piletones distantes de agua salada, casi marina, coexistiendo como rareza oculta para la vida humana y sus tránsitos atrapados entre apuros, urgencias y vehemencias... caminaba algunos pasos y me detenía por al menos un par de minutos... contemplaba semejante paisaje y realmente no podía creer estar allí, acompañado por mis tres ángeles de la guarda, por mi consciencia testimonial, por mi memoria del karma y por vaya a saber qué más... ya que el esfuerzo me restaba capacidad para emplear los ojos del alma, pero el paisaje me atravesaba de una forma indescriptible, porque no hay palabras para describir la comunión del espíritu con la naturaleza...

el puma estaba echado a unos cien metros... podría decirse que no lo ví sino que lo percibí, a sabiendas que él me había detectado primero y que yo estaba indefenso ante su fuerza vital... no obstante ello, permaneció echado siguiéndome con la mirada... quizás intuyendo que no pretendía ni hacerle daño ni invadirle sus dominios... tal vez viéndome desarmado se apiadó de mí y prefirió descansar hasta su tiempo de presas... o posiblemente, ya se había alimentado y no necesitaba confrontar con el forastero que se le había metido en sus tierras... seguí como si no lo hubiese visto... y él, ni se movió... entendí que era una buena señal... o tal vez entendió él que era una buena señal... vaya a saber... no hay diferencias entre el espíritu humano y el del resto de las especies que habitan la Tierra... a pesar de las estupideces darwinianas y/o de las idioteces bíblicas del medioevo, todo lo que existe está imbuido de espíritu... de pensamiento... de palabra... de lenguaje... por ende de vida pasible de ser conectada... así es que todo depende de la condición humana de los humanismos contenidos así como de la calidad humana para entender el valor intrínseco de la gracia como tiempo respirable... un lapso demasiado efímero como vivir urdiendo el mal en los otros...

estaba alto... ¿habría superado los cinco mil metros?... me reía en soledad, me reía de mí mismo viéndome impulsarme a mí mismo hacia un arriba que parecía inalcanzable, y me reía de estar sin cuerdas, sin brújula, sin mochila, y sin nada más que la voluntad dispuesta y el esfuerzo angulado por lo opuesto... tantas veces me habían dicho que las fuentes no existían y que eran parte de mi pensamiento ridículo, que eso solo me empujaba a seguir adelante... asumiendo riesgos que nadie aceptaría, pero esas son las ventajas de la locura... te habilita a creer en lo que haces y a impedir que los demás te digan que no debes hacer aquello en lo que crees... que en verdad no crees porque sí, sino porque lo sientes, porque lo has soñado, porque tu consciencia te ha dicho que existe, porque tus ángeles te han empujado a encarar el mañana necesario que te descubra que hay mucho más que vida allende los umbrales, los portales, y los túneles donde la luz es magnificente... había hielo por todas partes... estaba en la cima de las cimas y podían verse alturas imponentes por debajo... había llegado al techo del mundo... rodeado de piletones de agua dulce que brotaba de suelo y de otros piletones de aguas sulfuradas que también brotaban de suelo... del mismo suelo... convergente...

por un momento me desprendí y me ví a mí mismo en soledad suprema... y fui feliz... no te puedo decir cuánto porque no hay palabras para ello... siempre había sido feliz porque jamás me había mentido a mi mismo y tampoco había traicionado mis convicciones, por lo que estar allí era algo semejante a una bendición, una gracia, una revelación que no sería escrita jamás... porque los lugares santos deben ser inexpugnables a las intenciones humanas... lábiles... poco más adelante, se dejó ver una entidad no humana, tampoco humanoide, ni siquiera robótica... había entrado en una dimensión simultánea y superpuesta... me invitó a seguirlo... lo seguí, y se abrió un agujero en el suelo y descendimos por el durante un largo trecho... no porto reloj ni suelo hacerlo... detesto el tiempo en cualquiera de sus expresiones... pero caí en la cuenta que el tiempo estaba paralizado, detenido, que no corría... perdí noción del esfuerzo de descender por un plano muy inclinado, siguiendo a mi interlocutor de silencios reservados... luego de atravesar extensas galerías apareció un claro abovedado inmenso... repleto de almas trabajando... almas que hacían brotar aguas de la nada sumado a otras almas que hacían brotar aires de la nada... sin palabras, mediante un pensamiento límpido, me explicó que esas almas estaban dedicadas a recrear las fuentes que habilitan a que haya vida en la Tierra, del mismo modo que sucede en todo el resto del universo... que podía beber de ellas siempre que conservara el acontecimiento en la memoria de mi karma, sin revelar los senderos ni sus sendas... bebí... respiré profundo... me llené de la más exquisita versión de la creación... me abracé a la entidad anfitriona... y perdí consciencia... me desvanecí en el túnel... 

cuando volví en mí mismo... el puma dormía a escasos metros de donde yo mismo yacía... había despertado... allí supe que eres lo que piensas y en lo que crees... y que eso solo alcanza para vivir en plenitud. AGOSTO 31, 2016.-

dedicado a mi cristal de roca... que mora en el alma contigua a mi alma.

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