“Las mujeres tendremos más fuerza si somos solidarias entre nosotras”
La directora Maysalun Hamoud estrena 'Bah-Bahar. Entre dos mundos', una película sobre tres chicas palestinas muy distintas que no logran encajar en Israel
Madrid
La directora de cine palestina Maysaloun Hamoud, la semana pasada en Madrid. KIKE PARA
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Eligió vivir en el límite y rodearse de amigos que vivían al margen de lo establecido en una sociedad marcada con tantas tradiciones como la palestina. Por si esto pudiese parecer insuficiente eligió Tel Aviv para vivir. Maysolun Hamoud (Budapest, 1982) irrumpe en el panorama cinematográfico con Bah-Bahar. Entre dos mundos, una película sobre las relaciones de amistad entre mujeres. Escrita, dirigida y protagonizada por mujeres, es un canto a la amistad femenina con momentos divertidos y otros que no lo son tanto.
¿Podría haber hecho la misma película con mujeres israelíes? "El palestino y el israelí son mundos diferentes, debo contar y escribir de lo que sé. El mundo judío no es el mío y no sería capaz de verlo con una perspectiva acertada. Hablo de lo que conozco, una palestina nacida en Israel. Fue el productor judío Shlomi Elkabetz quien apoyó desde que era un boceto el trabajo de Hamoud. "Tuve que escribir el guion varias veces hasta encontrar el tono necesario", explica la directora. Y, además de la ayuda del productor, contó con otras ayudas económicas de diversas instituciones. La película, que fue exhibida en el pasado Festival de San Sebastián, donde ganó los premios de la Juventud, Otra Mirada y el Sebastiane, se estrena hoy en salas españolas.
"La Primavera Árabe se ha convertido en un largo y oscuro invierno"
Maysolun Hamoud realiza un retrato realista de los jóvenes palestinos que viven en la zona más undergroud de la ciudad. Donde la música y las artes se desarrollan al margen de lo oficialmente establecido. Un lugar donde la creación es posible y las barreras entre judíos y palestinos están más diluidas, aunque en Tel Aviv también exista una zona undergroud de judíos. Las protagonistas de Ban-Bahar se van de sus pueblos a compartir un piso a Tel Aviv. Selma, es una prometedora dj, cristiana y lesbiana; Laila es una abogada a la que le gusta vivir intensamente y como objetivo en su vida persigue poder ser libre. Nour estudia informática, musulmana y muy creyente y esta prometida con un joven que no ve con buenos ojos la convivencia entre las jóvenes. El tiempo establecerá entre ellas una relación sin límites ni perjuicios. Todas ellas se aceptarán tal y como son. "Las mujeres solo podemos tener más fuerza si somos solidarias entre nosotras y apoyándonos unas a otras. Las mujeres en el cine, la mayoría de las veces, interpretan papeles escritos y dirigidos por hombres".
Ban-Bahar comenzó hace cinco años cuando saltaron las Primaveras Árabes. "Se oían, o al menos eso creíamos, muchos vientos de libertad y fue cuando comencé a darle vueltas a la historia. Estaba convencida de que el cambio era posible y la energía del momento me contagió. Mi película salió adelante y donde se ha podido exhibir ha sido aceptada con buenos ojos -en el pasado Festival de San Sebastián fue una de las películas más elogiadas por la crítica- y la Primavera Árabe se ha convertido en un largo y oscuro invierno"
Hamud se mueve en el mundo underground de la cultura. Forma parte de ellos donde la música y el resto de disciplinas artísticas adquieren un valor diferente. "Palestina tiene su zona underground en Jaffa. Surgió hace 10 años, y es en lugar en el que viven y divierten los palestinos que desean romper con el clasicismo. De igual manera existe una zona underground judía. Unos y otros nos conocemos y existe una comunicación constante. Existe zonas así en El Cairo, Rabat, Túnez o Beirut. Esta película es reflejo del de una parte importante del mundo árabe. En las ciudades grandes es más fácil pasar inadvertido que en un pueblo donde en ocasiones aquellos que son diferentes a lo establecido son despreciados".
Ban-Bahar habla de la homosexualidad, un tema que, según explica la directora, "sigue siendo tabú. Las familias prefieren tener un hijo no practicante a un hijo homosexual, casi son repudiados y tan solo es aceptada en las zonas marginales"
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