jueves, 17 de noviembre de 2016

TODO DEPENDE DE LA CANTIDAD DE LUZ ▲ Isabel Muñoz, retratista del cuerpo, premio Nacional de Fotografía | Cultura | EL PAÍS

Isabel Muñoz, retratista del cuerpo, premio Nacional de Fotografía | Cultura | EL PAÍS

Isabel Muñoz, retratista del cuerpo, premio Nacional de Fotografía

El jurado del galardón, dotado con 30.000 euros, destaca de la autora la combinación en su obra "del compromiso social con la búsqueda de la belleza"


Isabel Muñoz, el pasado febrero.
Isabel Muñoz, el pasado febrero. 


Ya se lo dijo su "querido y admirado" Ramón Masats, el gran fotógrafo, hace cinco años: "No lo tienes aún, pero no te preocupes, lo tendrás". Isabel Muñoz(Barcelona, 1951) ha conseguido hoy, jueves, el premio Nacional de Fotografía 2016, que concede el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte, dotado con 30.000 euros. Esa ha sido su segundo motivo de gran alegría del día. El primero fue que el médico le dijo que ya no es "de cristal" y está recuperada de una caída que le llevó a la mesa de operaciones por la rotura de una vértebra, un accidente ocurrido "mientras corría tras una procesión en Tailandia" para hacer fotos.
"Estoy muy feliz por el premio y porque hoy he sabido que en enero podré volver a coger mis cámaras y pasarme 12 horas metida en el agua si lo necesito para tomar una imagen", ha declarado por teléfono a EL PAÍS. "Cuando te suceden cosas como la que me pasó, te das cuenta de lo efímero que es todo".
El jurado del galardón ha destacado la "trayectoria profesional" de Muñoz, en la que "combina el compromiso social con la búsqueda de la belleza, ahondando en temas como el cuerpo, el rito o la diversidad cultural". También se subraya "la singularidad de su utilización de una técnica tradicional aplicada a un lenguaje contemporáneo". Una prosa formal ante la que Muñoz —siempre pendiente del último gadget para su oficio— ha respondido: "Mi interés ha sido siempre el ser humano. Aunque en las personas haya zonas oscuras, siempre hay una parte de luz, el ser humano no puede vivir sin esperanza".
Tras los primeros momentos de intensa emoción por la llamada que le comunicaba el galardón, Muñoz se ha acordado de sus "dos hijos y de toda la gente que lo ha hecho posible y lo hace posible cada día", en especial, los colaboradores de su estudio. "Este premio es como cuando expones. Un reconocimiento, porque nunca estás seguro de nada. A mí me gusta cuestionarme, saber si lo que haces sirve para algo. Bueno, pues hay pequeñas respuestas, como este galardón, que te dicen que vas por buen camino".
Isabel Muñoz comenzó en el oficio cuando se matriculó en 1979 en la célebre escuela Photocentro de Madrid y decidió convertir su afición —su otro amor es el baile— en profesión. En aquel "lugar mágico y lleno de ilusión", como ha descrito en alguna ocasión, conoció al que considera su maestro, Ramón Mourelle. Al poco empezó a recibir sus primeros encargos para prensa y publicidad y conoció a Tote Trenas, "quien la introduce en el mundo de la fotografía para cine. Hizo la fotofija de películas como Sal gorda y Penumbra", añade la nota del jurado.

Impresión en platino

En 1982, decidió ampliar su formación en Nueva York. Interesada por encontrar el soporte idóneo para reproducir la textura de la piel, aprendió la técnica de la impresión en platino, un método artesanal en blanco y negro con el que logra que su obra sea reconocible por un lenguaje onírico. En 1986, regresó a Madrid, donde monta su primera exposición, Toques, en el Instituto Francés. Desde 1990 a 2007 recorrió el mundo para plasmas el baile y la danza de lugares como Cuba, Burkina Fasso, Mali, Egipto, Turquía... "Me ha interesado mostrar lo que está detrás del movimiento, los sentimientos. Y me gusta fotografiar desnudos porque son la pureza del ser humano", dijo en una entrevista a EL PAÍS con motivo del 40 aniversario de este periódico, en el que ha sido habitual colaboradora.
El Nacional de Fotografía se suma en su currículo al premio World Press Photo en 1999 (en la categoría de Arte y Entretenimiento) y en 2004 (en la categoría Retratos). También fue premio PHotoEspaña en 2009 y recibió la Medalla al Mérito de las Bellas Artes en 2009.
Su trabajo se ha exhibido en el festival PHotoEspaña e instituciones de todo el mundo, como el Chrysler Museum of Art (Norfolk, Virginia, EE UU), el Dansmuseet (Estocolomo), el Museo de Arte Contemporáneo Unión Fenosa (A Coruña), la Casa de América (Madrid), la Fototeca Nacional del INAH (Pachuca, México), el Canal de Isabel II (Madrid, Caixa Forum (Barcelona y Madrid), el Instituto Valenciano de Arte Moderno o el Musée du Quai Branly (París), entre otros muchos. Su obra forma parte de colecciones como la de la Maison Européenne de la Photographie (París) y el New Museum de Nueva York, entre otras.
Ha actuado como presidente del jurado Miguel Ángel Recio, director general de Bellas Artes y Patrimonio Cultural, y Begoña Torres, subdirectora general de Promoción de las Bellas Artes, como vicepresidenta. Han formado parte, Juan Manuel Castro Prieto, premio Nacional de Fotografía 2015; Lidija Sircelj, directora de Organización y Desarrollo Corporativo del Círculo de Bellas Artes de Madrid; María Beguiristain Barrientos, responsable de Arte y Exposiciones de la Fundación Banco de Santander; María José Magaña Clemente, secretaria de la Asociación de Mujeres en las Artes Visuales; Gervasio Sánchez, fotógrafo y premio Nacional de Fotografía en 2009; Fernando Castro Flórez, crítico de arte y profesor de Estética en la Universidad Autónoma de Madrid, y Sergio C. Fanjul, periodista cultural.

ENRIQUECIMIENTO DEL PATRIMONIO CULTURAL DE ESPAÑA

El premio Nacional de Fotografía reconoce la obra de un autor español que haya contribuido "al enriquecimiento del patrimonio cultural de España". El galardón fue creado en 1994. Hasta entonces, el premio a los artistas de la fotografía estaba incluido en el Premio Nacional de Artes Plásticas, que había recaído en Francesc Catalá Roca, en 1983 y Agustí Centelles en 1984. Los premiados son: Gabriel Cualladó (1994), Javier Vallhonrat (1995), Cristina García Rodero (1996), Humberto Luis Rivas Ribeiro (1997), Joan Fontcuberta (1998), Alberto García-Alix (1999), Chema Madoz (2000), Toni Catany (2001), Joan Colom (2002), Carlos Pérez Siquier (2003), Ramón Masats (2004), Ouka Leele (2005), Pablo Pérez-Mínguez (2006), Manuel Vilariño (2007), María Bleda y José María Rosa (2008), Gervasio Sánchez (2009), José Manuel Ballester (2010), Rafael Sanz Lobato (2011), Eugeni Forcano (2012), Alberto Schommer (2013), Colita (renuncia al premio en 2014), Juan Manuel Castro Prieto (2015) e Isabel Muñoz (2016).

Un triple retrato en el objetivo

Hermano primate

Cuerpos que cuentan historias

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