Estudiante mexicana trabaja con fibra de nopal para construcción de aeronaves
Los materiales compuestos surgen a partir de la combinación de dos o más elementos a fin de mejorar sus propiedades mecánicas. Por sus características de ligereza y resistencia son normalmente utilizados en la construcción de alerones y flaps, aditamentos que se encuentran en las alas de los aviones y constituyen su parte aerodinámica.
A fin de innovar y generar un proceso de elaboración sustentable de estos materiales, Bidrit Pamela Ramírez de Jesús, estudiante de la Universidad Aeronáutica en Querétaro (UNAQ), hace uso de nopal para generar fibras con distintas aplicaciones, entre ellas la creación de partes aerodinámicas de aviones.
A decir de la estudiante, el proceso de elaboración consiste en la utilización de una vieja penca de nopal a la que se le quita la corteza dura y se le extraen los filamentos que la componen, éstos son utilizados para crear un tejido, mismo que es colocado dentro de celulosa de nopal, que es una capa de “baba”; allí es dejado secar durante un tiempo. Ello brinda a la fibra características de “súper” resistencia y flexibilidad.
Luego, el material se sumerge en agua y posteriormente se somete a presión para lograr que su estructura se compacte y no haya espacios. Finalizado ese proceso, la fibra se analiza en un microscopio para observar su composición.
Para poder obtener mejores resultados, en el prototipo se utilizó resina epóxica, polímero que tiene capacidad de endurecer fácilmente y es utilizado normalmente para construcción de aeronaves. “Comúnmente este material desintegra lo que se sumerja en él, en caso de la fibra de nopal, eso no pasó, de hecho se acoplaron y eso fue muy favorable”, explicó la estudiante de la UNAQ.
Bridit Ramírez, agregó que aún se hacen pruebas de presión para medir resistencia, dureza, flexibilidad y resistencia del material, ya que debe cumplir con ciertas características importantes para considerarse aeronáutico. No obstante, recalcó que el material puede ser utilizado ahora para otras áreas como la automotriz o la deportiva.
La investigación lleva seis meses y es realizada dentro de la UNAQ, donde actualmente se trabaja para generar el proceso de patente del material. Aún se buscan recursos para poder profundizar más la investigación y comercializar las fibras. (Agencia ID)
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