Festival Longtaitou. Ilustración de Xavier Sepúlveda.
Longtaitou: La fiesta del Dragón que levanta la cabeza
El festival Longtaitou (龙抬头), cuyo significado literal es “el dragón que levanta la cabeza”, se celebra el segundo día del segundo mes del calendario lunar chino, que en 2018 coincide con el 18 de marzo. Entre otras tradiciones, se baila la danza del dragón y los ciudadanos se cortan el pelo.
Durante el segundo día del segundo mes del calendario lunar se celebra en China la festividad tradicional Longtaitou (龙抬头), cuyo significado literal es “el dragón que levanta la cabeza”, que es también conocida como la “fiesta del arado de la primavera” (春耕节, Chūngēng jié), la “fiesta de la agricultura” (农事节, Nóngshì jié) o la “fiesta del dragón de la primavera” (春龙节, Chūnlóng jié). Según la tradición, el periodo oficial de las fiestas del Año Nuevo Chino comienza el octavo día del decimosegundo mes, y finaliza el segundo día del segundo mes según el calendario lunar, por lo que esta festividad, también conocida como Eryue’er (二月二, segundo día del segundo mes) sirve como broche para las celebraciones del año que acaba de terminar.
Narra la leyenda que el origen de la festividad se remonta a los tiempos del emperador legendario Fuxi (伏羲), durante el Paleolítico Superior, a quien se considera fundador de la civilización china e inventor de la agricultura. Se cree que, cada segundo día del segundo mes lunar, cultivaba un mu(亩; unidad tradicional de área para medir campos) y un tercio de tierras, es decir, unos 867 m2, una costumbre que heredarían los emperadores sucesivos. Con la llegada al poder del rey Wu de Zhou (周武王, aprox. 1087-1043 a.C.), la costumbre pasó a convertirse en una gran ceremonia, en la que incluso los intelectuales y los militares hacían uso de las herramientas agrícolas para cultivar cada uno un mu y un tercio de tierra, un ritual que poco a poco instauró lo que más tarde se conocería como la fiesta del arado de la primavera.
Dicha denominación se da principalmente en el sur de China, donde predominan las zonas montañosas y escasean las tierras de cultivo, por lo que estas adquieren un gran valor para sus ciudadanos, que aprovechan la fecha para ofrecer sacrificios a los dioses de la tierra.
En el norte, es conocida como la fiesta del Dragón que levanta la cabeza, y cuenta también con un origen legendario. La emperatriz Wu Zetian (武则天, 624-705) proclamó su propia dinastía Zhou (周, 1046-256 a.C.), poniendo así un paréntesis a la dinastía Tang (唐, 618-907) y provocando con ello la ira del emperador de Jade (玉帝), quien ordenó al rey Dragón castigar a los humanos con tres años de sequía continua. El rey Dragón no pudo soportar ver la terrible situación que había desatado, y dejó caer una densa lluvia en secreto. Cuando el emperador de Jade se enteró de lo ocurrido, desterró al rey Dragón del palacio celestial y lo encerró bajo una montaña. Los ciudadanos, conmovidos por el favor del rey Dragón, rogaron diariamente al emperador de Jade, hasta que este acabó liberando al rey durante un segundo día de un segundo mes lunar, por lo que la expresión del dragón que levanta la cabeza quedó ligada para siempre a esta fecha. Su origen real se debe, sin embargo, a las sequías que afectan al norte del país durante gran parte del año y a la consecuente escasez de recursos para satisfacer las necesidades de los ciudadanos. Así, estos fijaron la jornada para aprovechar la ocasión y pedir a los dioses lluvias y abundancia en las cosechas.
Es por ello que, en el norte del país, las celebraciones de esta festividad están siempre relacionadas con la figura de un dragón. Se bailan danzas de este animal y los ciudadanos se cortan el pelo. La danza del dragón es un festejo muy concurrido en el que los vecinos se reúnen para fabricar dragones de tela con los que bailan en la calle para agradecer al rey Dragón haber favorecido las cosechas el año anterior con un tiempo atmosférico favorable y a suplicarle la abundancia en el próximo año.
Cortarse el pelo en el día en que el dragón fue liberado es también una tradición auspiciosa, pues así se puede asegurar un crecimiento saludable para los niños y el éxito en su futuro. Los adultos, por su parte, también aprovechan esta oportunidad para despedirse del año anterior y comenzar con buen pie el nuevo para atraer la buena suerte en los próximos doce meses. Durante este día se acumulan largas colas en las puertas de las peluquerías y los peluqueros se ven desbordados por el trabajo con lo que no pueden cerrar sus negocios hasta bien entrada la noche.
El segundo día del segundo mes lunar marcaba en la antigüedad el día en el que los niños pequeños comenzaban a iniciarse en la escritura, pues se trataba de aprovechar la magia del dragón con la esperanza de que alcanzaran el éxito durante su aprendizaje. También los maestros aceptaban nuevos alumnos en este día, un hecho que se denominaba coloquialmente “ocupar el primer lugar” (占鳌头, Zhàn áotóu). Los que ya eran antiguos alumnos recitaban los versos “el segundo día del segundo mes, el dragón levanta la cabeza, si el dragón no la levanta, yo sí lo haré” y ofrecían sus respetos a las imágenes de Confucio mientras los maestros les enseñaban las virtudes básicas de la vida. Los padres, por su parte, proporcionaban material escolar nuevo a sus hijos.
“El segundo día del segundo mes lunar el dragón levanta la cabeza y todas las familias comienzan a trabajar en el campo”. El vastísimo territorio que alberga China lleva aparejada la coexistencia de una gran variedad cultural, por lo que las celebraciones de la fiesta del “dragón que levanta la cabeza” también son muy diversas, aunque todas tienen en común los deseos y aspiraciones que las personas depositan en ellas. Son estos rituales, cargados de las esperanzas de quienes los realizan, los que han ido poco a poco dando forma a la festividad de Longtaitou.
Publicado originalmente en: Revista Instituto Confucio.Número 41. Volumen II. Marzo de 2017.
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