LA BOTELLA, SU HISTORIA
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La historia de la botella es controvertida, al pasar el tiempo las historias cambian y quien patenta dichos objetos inventados se dice el inventor en muchos de los casos, pero en este artículo lo importante es que la botella fue inventada en Egipto, donde todo comienza, del Mundo Árabe…
La vasija de cuello largo y angosto que en los tiempos modernos se ha nombrado botella es antigua. Aproximadamente hace 3,500 años las utilizaba el pueblo egipcio. De hecho, las primeras botellas de las que hay constancia fueron de calabaza.
También se fabricaban de piel de cabra: egipcios y griegos transportaban el vino, dato se encuentra en la historia del vino, en ellas dejaban como cuello la parte de la pata una vez desalojada la pezuña.
¿Quién inventó la botella? La verdad, al igual que en muchos otros inventos no existe un inventor. La botella ha sido producto de una evolución natural de diferentes recipientes utilizados desde hace miles de años.
La botella en el Antiguo Egipto – Existieron las botellas de barro, de ese material eran muchos de los bombylios, guttus, lekitos y alabastrones griegos. Es parecido al cristal que comenzó en Egipto y Siria hacia el siglo XV a.C.
La historia de la perfumería es tan antigua como la historia de la humanidad. Desde las culturas de mesopotamia, los hombres y las mujeres han considerado una necesidad perfumarse y embellecerse, éstos se embazaban en frascos.
El antiguo Egipto impulsó una de las industrias cosméticas y perfumistas más importantes de la antigüedad. Los egipcios guardaban sus perfumes en frascos confeccionados con materiales tan diversos como oro, piedra, vidrio y alabastro, entre muchos otros, y algunos de éstos son verdaderas obras de arte.
El molde consistía en introducir una especie de núcleo de pasta de sílice en el interior de un recipiente con vidrio fundido que, tras endurecerse, daba forma a la botella, retirándose posteriormente la sílice para dar lugar a la cavidad formada.
En el siglo V a.C. se generalizaron las botellas de vidrio, hechas con la técnica del soplado. Las pequeñas botellas fueron para contener perfume, escrito en la historia del perfume, incluso embotellaban lágrimas vertidas por seres queridos. Las botellas más grandes se utilizaron para envasar vino egipcio, muy apreciado en la antigua Roma.
La botella en Grecia – Los griegos las llamaron ampolla o balsamero. Estos ejemplares griegos, al menos los que nos han llegado hasta nuestra época, eran diferentes a las botellas egipcias: tenían pequeñas asas en forma de orejas, se parecían más al ánfora que a la botella que hoy conocemos.
Botella en Roma antigua – En la antigua Roma el uso de la botella fue general. En una pintura pompeyana del siglo I se ve claramente dibujada una botella de vidrio con un vaso que le sirve de tapadera. Como las de hoy a pesar de dos mil años que las separan.
Contrario a lo que creamos servían para contener agua, el vino se envasaba y presentaba en vasijas de distinto material. Botellas de vino que se solía acompañar de buen queso, se encuentra en la historia del queso.
Botella en Edad Media – A lo largo de la Edad Media la botella sufrió un declive. La rudeza de los tiempos y las dificultades sobrevenidas tras el hundimiento del Imperio Romano cambiaron las costumbres y dificultaron el comercio. Todo se tornó más tosco, incluido el transporte: una botella de vidrio no hubiera llegado muy lejos.
El vidrio era sumamente frágil, no era práctico, y en el siglo X empezó a ser sustituida por la botella de cuero o “bota” como aún se nombra en España. Esta industria nació en Inglaterra hacia el año 1000. El vidrio se reservó para confeccionar botellitas para licores raros y costosos perfumes y esencias.
Botella en el siglo XV – También la madera fue material con el que se confeccionó esta vasija en Alemania del siglo XV. A partir de esa fecha ese material formó parte de la industria botellera, como también los metales. Pero nada podía compararse al vidrio, volvió su uso. Mercaderes italianos y aragoneses lo importaban de Medio Oriente como muestra la documentación renacentista española.
Las propiedades del vidrio hicieron que fuera abandonándose la madera, los metales e incluso la arcilla como elementos que pudieran estar en contacto con los licores.
No obstante, las botellas de cerámica tuvieron gran predicamento en Medio Oriente: eran recipientes artísticos, muy hermosos, de gran panza esférica y cuello largo y cilíndrico que luego degeneraría en el botellón chato de cuello corto, padre de la garrafa y abuelos del. botijo
La botella en el siglo XX – Hasta principios del siglo XIX la industria botellera había permanecido inalterable, anclada en técnicas del pasado. Fue entonces cuando un cristalero de Bristol, Henry Ricketts, patentó en 1821 un molde para fabricar botellas en serie.
Botellas de capacidad uniforme y evidentemente de la misma forma, lo que permitía estampar rótulos en relieve sobre el cristal que daba a los fabricantes la posibilidad de incorporar a la botella sus marcas comerciales. Fue uno de los hallazgos más revolucionarios dentro del mundo de la botella porque aseguraba, además, la producción en serie, sucedió en 1904.
En la modernidad, siglos XX y XXI, las botellas de vidrio o cristal se emplean para envasar de todo: vino, cerveza, whisky, vinagre, licor, agua, aceite de oliva, perfumes, azafrán, leche, aceite de argán, medicinas, caramelos… de todo, seguramente por lo problemas de contaminación y a menos que se invente algún material anticontaminación, es posible que el cristal regrese en cantidad ara suplantar el contaminante plástico. Desde la antigüedad de siglos pasados, la botella ha permanecido inalterable en cuanto a su formato general. La aparición a mediados del XX de nuevos materiales amenazó su destino, pero como se dijo, será el plástico quien perezca primero.
Información: Egiptstoryo.blog
La Voz del Árabe (LVÁ) – CULTURA – Cd. de México, noviembre 18 del 2019
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